Dios hoy



La Teología de la Liberación

He tenido algunas conversaciones y he compartido mesa e
inquietudes con José María Diez-Alegría, uno de los exponentes de la Teología de la Liberación. ¿Cómo es posible que usted escribiera un libro titulado Cómo descubrir el Evangelio a través de Carlos Marx? Dijo Madariaga en una conferencia: yo no soy teólogo, pero las normas más elementales de la lógica me impiden comprender que un jesuita descubra el Evangelio através de Carlos Marx.

¿Pues no es Marx ateo y no es la religión, según el evangelio marxista, un opio alienante?" Sí, sí, claro, me responde Díez-Alegría: "Ya conozco esa objeción. El Dios que rechaza Marx yo lo rechazo también. Es el Dios de los ricos. El Dios de Cristo es el Dios de los pobres, de los marginados, de los explotados. Solidaridad y caridad tienen mucho que ver. Marx, en el fondo, se erige como abogado de los pobres, de los proletarios, de los marginados. Cristo también. El marxismo tiene mucho en común con la teología de Cristo.

La teología que bendice el capital, que bendice a los ricos no es la teología de Cristo. El marxismo, al mejorar la suerte del trabajador, al conseguirle mejores condiciones de trabajo, seguridad social, educación, está favoreciendo a los pobres, está realizando una labor cristiana. En este sentido, Marx me ha ayudado a descubrir la verdadera teología de Cristo. Esa es la Teología de la Liberación.

¿Es Marx, pues, a pesar de él mismo, uno de los nuevos Padres de la Iglesia cristiana, el verdadero artífice de una nueva teología, la Teología de la Liberación? ¿Es en el fondo, la teología del ateísmo de Marx la eliminación del Dios capitalista de los protestantes y otros cristianos, la verdadera teología, la teología del Dios de Cristo, la Teología de la Liberación? Estamos en presencia de un nuevo
juego en la disputa teológico-económica: el equipo de la Teología de la Liberación y el equipo de la Teología del Capitalismo.

¿Como denominamos a este segundo equipo? ¿Teología tradicional? No, no, no. La tradicional, la más antigua y verdadera es la de los primeros cristianos que compartían sus bienes, en un un verdadero comunismo, me responde un teólgo de la Telogía de la Liberación. Pero, entonces, ¿se puede ser devoto de Marx y del Mercedes o bien devotos de Cristo y del Mercedes?. "Lo que cuenta es la pobreza de espíritu", me dice en América Latina un eminente jesuita(1985)que escribe con pasión contra la Teología de la Liberación.

"Hacen falta", me dice "banqueros cristianos; hacen falta empresarios que creen riqueza y la repartan. Dios quiere el progreso. Precisamente hacen falta empresarios con imaginación que sean creyentes, que sean rectos. La teología de la Liberación es ateísmo puro que se esconde y se disfraza. Lo que pasa como ya adivinó Stalin, se han dado cuenta los marxistas de que la fe cristiana está muy arraigada en países como éstos.

Han cambiado de estrategia: si podemos destruir su fe en Dios directamente, hagamos equipo con ellos. En una primera etapa les lavan el cerebro con la Teología de la Liberación que no es teología ni es de liberación. En una segunda etapa les llevaran al ateísmo puro y duro. El marxismo es ateo y materialista y, si no, no es marxismo y se acabó". Los jugadores de ambos equipos teológicos juegan con pasión, como me han mostrado estos dos jesuitas.

Hay que distinguir las reglas del juego mismo. Las reglas deben ser iguales para todos para que el juego sea fair, un fair play, un juego bello como se dice en la cultura de Shakespeare y de Chaucer, es decir, para que sea un juego justo. Pero las reglas no deben impedirnos ver al juego. El juego es por naturaleza, selectivo, jerárquico, discriminatorio rompe-igualdades. Antes de todo juego sea una una partida de mus, de teología o de misiles, los jugadores son iguales. El juego rompe la igualdad y crea jerarquía. La prueba que remacha el clavo de la naturaleza anti-igualitaria o jerárquica del juego es el empate...

¿A qué juegan y en que equipo juegan estos dos eminentes jesuitas que he conocido de cerca, uno adaliz de la teología de la Liberación y otro defensor a ultranza de la Antiteología de la Liberación o Capitalismo? Ambos juegan en un equipo teológico fundado por Íñigo de Loyola hace varios siglos. Ambos se sienten orgullosos de pertenecer al equipo de S.J., me confiesan. Pero en otro orden de cosas, ambos militan en equipos teológicos opuestos. ¿Son móvles económicos los que mueven a ambos jesuitas a jugar en equipos teológicos opuestos?

Ambos militan en un equipo en el que se debe renunciar
al juego de ganar dinero y ambos han hecho voto de pobreza...

Lo que varía sustancialmente entre ambos es que algunos de estos teólogos de la Teología de la Liberación viven en barrios pobres, viven con los pobres y hasta se juegan su vida como el padre Ignacio Ellacuría.

Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy

Ediciones NOBEL
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