El templo de Jerusalén era para los judíos el centro vital de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Pero aquel templo fue totalmente destruido, de él no quedó piedra sobre piedra.

Y Jesús se convirtió en el Nuevo Templo, templo nuevo de puertas abiertas, presencia encarnada de Dios, de todos y para todos.

Alrededor de Él, en espíritu y en verdad, nos reunimos en Eucaristía, Eucaristía abierta al mundo y a la historia.

Y nosotros, convocados como Nuevo Pueblo de Dios, nos sentimos unidos no sólo a la Iglesia universal, sino a la Humanidad entera, el Pueblo Grande de los salvados en Cristo.

Esta vivencia hará que caigan los muros del pequeño grupo, de la pequeña Comunidad, hasta de la gran Iglesia, y celebraremos así en una mesa grande y redonda como el mundo.

--- Las puertas de tu Casa ---

Las puertas de tu Casa están abiertas,
abiertas de par en par;
de par en par abiertos
tus brazos siempre están.

Y llegamos a tu Casa
y, sentados a tu mesa,
escuchamos tu palabra
y comemos de tu pan.
Y esperando en tus promesas
y en tu amor que nunca falla,
disfrutamos de tu cena
y de tu hospitalidad.

Las puertas de tu Casa están abiertas,
abiertas de par en par;
de par en par abiertos
tus brazos siempre están.

Y, en ambiente de familia,
nos revelas tus designios,
nos descubres tus caminos
en un clima de amistad.
Y en amor y en confianza
albergamos la esperanza
de traer a otros amigos
a que coman de tu pan.

Las puertas de tu Casa están abiertas,
abiertas de par en par;
de par en par abiertos
tus brazos siempre están.

Letra: José Antonio Olivar

Música: Juan Antonio Espinosa

--- La grabación, junto con 12 canciones más, se encuentra en el CD "Eres uno de los nuestros" y la partitura en el libro del mismo título (EDIBESA, telf. 91 345 19 92 // www.edibesa.com)

--- Ahora puedes escuchar un largo fragmento de esta canción, cantada por Joaquín Laría y Coros, pulsandoaqui

--- También, si lo deseas, te la puedes descargar gratis pulsandoaqui