Perú ¿una iglesia rota? Sodalicio y Sur Andino

He incluído en ese blog varias reflexiones sobre la Iglesia de Perú, desde diversas perspectivas: una voz de crítica contra el cardenal de Lima (12. 9. 06), una palabra neocatecumenal, en defensa de las instituciones existentes (3. 10. 06) y la propuesta de la Iglesia Apostólica Católica Ntra. Señora de Guadalupe (3. 11. 06). Ahora, unos amigos de Lima me envían una carta desgarradora “de algo que se viene oyendo hace un tiempo, una carta que remueve, conmueve e indigna”, pues parece que una “ideología de poder eclesial” se impone sobre la fe de los cristianos.

La carta proviene del P. Hilario Huanca Mamani ss.cc, de la prelatura de Ayaviri, lugar donde se había promovido hace unos decenios una pastoral de inmersión en la realidad cultural y social de la región. Esa prelatura queda unos cuatro mil metros de altura en los Andes del sur, en una de las zonas más pobres y olvidadas del Perú. “Hasta hace poco se llevaba a cabo una admirable pastoral inserta en esa realidad bajo la dirección de los Padres de la Recoleta. Pero han venido obispos nuevos y se han empeñado en desmontar paso a paso esa pastoral, esa inmersión. Para que los lectores del blog puedan hacerse un juicio, ofrezco la carta de protesta del P. Huanca, una parte de la reflexión de una religiosa que trabaja en el Sur Andino y la visión oficial de los obispos de la zona, pertenecientes al Sodalicio de Vida Cristiana, que se sitúan en la línea del Opus Dei (Sobre las relaciones entre el Sodalicio y el Opus Dei hay diversas entradas en
www.google.Sodalicio+Opus+Dei&
hl=es&lr=lang_es&start=10&sa=N).

Me dicen los amigos que “la cosa se pone color de hormiga para nosotros por estas latitudes. Corren voces -nada oficial aún, que yo sepa- en las que se dice que el Card. Cipriani pretende prohibir la docencia a tres biblistas en su diócesis, los 3 profesores en el Instituto Teológico de Lima. Es un reto que pone a prueba la fidelidad a Jesucristo y su proyecto, un reto que tiene visos de resucitar escenarios como los que vivió el Maestro frente a la institución de la sinagoga y el Templo”. Me limito a citar los textos. Dejo que los lectores juzguen. Quien desee tener más información sobre el tema, sobre todo desde la perspectiva de los obispos, puede consultar en “Sodalicio y Sur Andino” (www.google.es/search?hl=es&
q=Sodalicio+y+sur+Andino&btnG=B%C3%)


1. Carta abierta del P. Huanca.

Empiezo trasmitiendo la carta del P. Huanca, que ha empezado conocerse no sólo por Perú, sino por todo América Latina. Es carta de protesta, pero llena de fe, abierta al diálogo, con un fondo de esperanza.


Nombramiento de obispos

¿Qué está sucediendo con nuestra Iglesia Peruana? Lo cierto es que experimentamos y percibimos una fuerte preocupación en cuanto a nombramientos de Obispos porque salvo excepciones, no conducen ni a la comunión, ni al esfuerzo que la Iglesia Católica está llamada a hacer para que su testimonio evidencie su claro testimonio y fidelidad a su único maestro el Señor Jesús. Los medios de comunicación como en ningún otro momento se manifiestan críticos ante una manera de actuar sumamente autoritaria que como católicos nos desacredita.

En particular en este momento nos queremos referir a la Iglesia del Sur andino, una Iglesia que ha buscado ser fiel a su misión en estos cincuenta años en una realidad marcada por la extrema pobreza y la violencia política. Cómo no agradecer a los pastores que supieron comunicar su fe y su esperanza y su espíritu de comunión con todos. Juntos como pueblo de Dios fuimos avanzando entre luces y sombras, en aquellos trágicos años de la violencia terrorista, pero también resistiendo al olvido de los diferentes gobiernos de turno a una realidad de miseria que en las últimas elecciones del País, se ha evidenciado clamorosamente. Esos pastores que asumieron el Vaticano II, pisando el barro y mezclándose con la gente, hoy ya no están.

Los nombramientos de Obispos al menos en el sur andino por ser lo que más conocemos y vivimos nos están llevando a una situación que a veces nos resulta insostenible. Un verdadero pastor no puede estar lejos de la bondad y misericordia con la gente que ha trabajado tantos años en esté país en el que se ha entregado la vida, con muchas fallas quizás pero con entrega incondicional en situaciones nada fáciles en cuanto a la geografía, distancias, etc. En medio de este pueblo pobre y sencillo, los que vinieron de fuera y los que nacimos al calor de esta Iglesia hemos sido felices.

Relatamos algunos hechos que para nosotros no son intrascendentes que pueden explicar de alguna manera el malestar que hoy sentimos:

El obispo y la iglesia de Ayaviri

Desde el 30 de abril del 2006, día en el que Mons. Kay Martín Schmalhausen Panizo, scv tomó posesión como Obispo Prelado de la Prelatura de Ayaviri, los agentes pastorales de la prelatura vivimos una nueva situación eclesial. Situación que se caracteriza por una actitud adversa del nuevo obispo y los miembros de la Sociedad Apostólica “SODALITIUM Christianae Vitae” a la cultura de esta región andina, al estilo de vida de la Iglesia de Ayaviri y la misión realizada hasta este momento por todos los que hemos dejado lo mejor de nuestra vida aquí.

En lo que refiere a la vida de la Iglesia, el día anterior, 29 de Abril, a su toma de posesión canónica, los agentes pastorales sacerdotes, religiosas y laicos expresamos nuestro saludo y acogida a nuestro nuevo pastor y le invitamos a visitar nuestras respectivas comunidades y Parroquias. La invitación fue aceptada por el Sr. obispo y las está realizando; sin embargo durante las visitas y en diversas ocasiones empezamos a percibir en el nuevo obispo y sus acompañantes una actitud de ignorar a los agentes pastorales especialmente a los laicos como los catequistas y animadores cristianos. Durante sus visitas el obispo priorizó su visita al párroco y a las autoridades civiles locales. Nos duele como personas que hemos trabajado codo a codo con nuestros hermanos andinos esta forma de proceder porque amamos al Perú, pero somos conscientes del racismo que existe y que esta actitud de ignorar a la gente del lugar puede ser no sólo interpretada sino sentida como discriminación.

Las imposiciones del Obispo

Lo que mas nos sorprende y duele son las decisiones hostiles que el Sr. obispo ha tomado con algunos sacerdotes:

- El P. Luis Humberto Béjar Assaf, (argentino) director del preseminario “Casa San José”, se sintió forzado a retirarse por las condiciones impuestas por el obispo y el 14 de Julio de este año abandonó la prelatura.

- El P. Otto Brun, (Suizo) párroco de la parroquia San Francisco de Ayaviri, fue trasladado a la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Crucero, una parroquia geográficamente difícil para un sacerdote de 68 años; por lo que a solicitud de los sacerdotes fue trasladado a la parroquia Santa Cruz de Orurillo

- Al P. Francisco Fritsch, (Francés) párroco de la parroquia Santa Catalina de Antauta, le rescindió el contrato a pesar de que él deseaba continuar prestando sus servicios sacerdotales y a pesar de necesidad de sacerdotes en la prelatura. A este sacerdote con 33 años de servicio a la prelatura, el 29 de Junio el obispo le entrega la carta fechada el siete de Junio y le da un plazo de tres meses para abandonar la prelatura. En la carta se afirma que esta decisión es tomada en acuerdo con Mons. Doré, obispo del P. Francisco en Francia, lo que según el P. Francisco no es verdad.

Conocida la decisión, el 12 de Julio los sacerdotes en nombre de todos los agentes pastorales de la prelatura pidieron por escrito al obispo una audiencia solicitándole que les informe sobre las razones de la salida del P. Francisco y su reconsideración. Lo que se volvió a solicitar en la reunión del obispo con los sacerdotes el 17 de Agosto; el obispo se negó a dar a conocer las razones y ante la insistencia de los sacerdotes señaló que su salida no se debía a su labor pastoral ni mucho menos a su situación personal.

Posteriormente, y con mucho dolor pero en actitud de obediencia, se fijó la fecha de su despedida de la parroquia de Antauta y de la Prelatura de Ayaviri para los días 29 y 27 de Septiembre respectivamente, el obispo desde Roma mediante carta fechada el 10 de Septiembre le comunica el 21 de Septiembre al P. Francisco que debe abandonar la prelatura el 22 de Septiembre, posteriormente acepta la misa de acción de gracias en Antauta para el día domingo 24 de Setiembre pero le pide que se abstenga de celebrar la misa el día 27 en la catedral de Ayaviri. La misa tuvo que celebrarse con la autorización del P. Pablo Habing, Vicario General, porque las invitaciones habían sido hechas con anticipación y no se conocían las últimas decisiones del obispo. Por todo lo sucedido con este sacerdote los agentes pastorales de la prelatura pensamos que no es una recensión de contrato sino un despido. ¿Por qué?

La pastoral del obispo

Y en cuanto a la pastoral realizada hasta este momento, no entendemos el por qué un Pastor que viene nuevo a esta realidad, así como sus colaboradores, no mostraron ningún interés en preguntar qué se ha estado haciendo hasta ahora, porqué se ha desarrollado la pastoral de una determinada manera; a qué desafíos responde el plan pastoral (1998) qué anima este servicio pastoral; qué resultados, dificultades o deficiencias tenemos.

Nos entristece el que no tuvo en cuenta para nada nuestra organización generada a base de mucho esfuerzo, dada la realidad andina difícil para la comunicación, por las grandes distancias. Lo que hizo fue convocar a reuniones por separado sólo a sacerdotes y religiosas y no a reuniones en conjunto como había sido la práctica hasta el momento; ignora y se puede pensar que no admite la organización por zonas, sus respectivos vicarios pastorales a quienes nunca ha convocado, y sus reuniones de coordinación zonal. Tampoco permite que los agentes pastorales participen en encuentros fuera de la prelatura; pero, envía a los mismos a personas de su entorno a pesar de que son personas recién llegadas y no conocen el pueblo ni la Iglesia de Ayaviri.

Nos duele que en las visitas, encuentros o entrevistas personales los comentarios sobre la pastoral realizada en la Prelatura de Ayaviri generalmente son negativos como “No se ha evangelizado”, “Se ha hecho daño a la gente”, “La pobreza moral de los pobladores”. Quizá estas actitudes ilustra mejor la noticia difundida por la agencia de prensa ACI, del Sodalicio, el 10 de Octubre del 2006 desde Königstein, Alemania bajo el título: “Obispos refuerzan cuidado pastoral frente a ideologías en sur peruano”. En ella nuestro obispo Mons. Kay Martín y Mons. José María Ortega, obispo de la prelatura de Juli, habrían afirmado ante la AIS (organización de Ayuda a la Iglesia que Sufre): “…afrontar las secuelas de décadas de ‘mucha ideología’”…”durante las tres décadas pasadas ‘los intereses sociales’ se han enfatizado demasiado en desmedro del cuidado pastoral para las poblaciones indígenas”.

Una llamada, una petición

Nos sentimos muy desalentados ante todo esto que narramos por necesidad de ser escuchados, comprendidos. Somos sacerdotes, religiosas y religiosos que amamos a la Iglesia y queremos que se abra un diálogo, no podemos vivir de prejuicios mutuos, creemos haber hecho muchos esfuerzos por nuestra parte. Indudablemente todo trabajo humano tiene sus limitaciones y es posible que en nosotros haya habido aspectos a mejorar, pero nada se logra con posturas intransigentes que no sólo nos hacen daño a quienes tenemos un compromiso directo con la evangelización sino que el pueblo empobrecido queda afectado y no creemos que nuestra postura tenga que ser el silencio. No es fácil ser evangelizador en este tiempo y cuánto más si sólo podemos percibir desconocimiento de todo lo que hasta ahora humildemente hemos vivido y realizado. Nos preguntamos ¿qué hacer en esta situación? ¿Cómo vivir el amor del que nos habla cotidianamente el evangelio y que ha sido reflexionado tan profundamente por nuestro actual Papa Benedicto XVI?.

El sur andino como Iglesia está padeciendo; los prejuicios y las determinaciones de nuestro actual pastor. Estamos dispuestos a continuar colaborando en el anuncio del Reino entre los más pequeños y olvidados, pero queremos también que se nos considere personas humanas, con derecho a manifestarse como adultas y a ser respetadas y no arrancadas de nuestra realidad, ni negadas porque esto sólo nos lleva a perder energías frente a la vida y misión de la Iglesia de Ayaviri. Porque como bien dice San Pablo “Llevamos este tesoro en vasijas de barro”

Finalmente ante todo lo vivido, los agentes pastorales solicitamos por escrito al obispo una audiencia para expresarle nuestras preocupaciones. El obispo aceptó la reunión pero sólo con los sacerdotes. La reunión se llevó a cabo el 17 de Agosto. En ella el obispo dio por no recibida la carta por considerarla como instrumento de presión y manipulación. Es decir, no se llegó a ninguna solución.

Teniendo en cuenta que los religiosos y religiosas presentes en esta realidad sufrimos las consecuencias, pedimos que la Conferencia de Religiosos de Perú tome en cuenta estos hechos y nos ayude a un diálogo eficaz.
Nota: Apoyo esta comunicación de nuestros hermanos porque las consecuencias están siendo muy dolorosas. Perú es un país sumamente acogedor y agradecido con sus evangelizadores y respetuoso de sus pastores, por eso es urgente una voluntad de diálogo en la verdad que no ahogue la vida que se ha entregado en esta vasta región

Ayaviri, noviembre del 2006
P. Hilario Huanca Mamani ss.cc.

2. Una religiosa peruana:Roma "se carga" a la Iglesia del Sur Andino

Me permito recoger, para que los lectores pueda situarse ante el tema, parte de una carta publicado en “Rumores de ángeles”. Proviene de una religiosas peruana y nos ayuda a entender la pastoral que se venía realizando el en Sur Andino y las nuevas condiciones, "impuestas" o facilitadas por los nuevos obispos de la zona. Cf. http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2006/05/03/p24944 )


Soy religiosa y vivo y trabajo en el Sur Andino Peruano desde hace 14 años. En 1968, como respuesta a la invitación del Concilio Vaticano II y, por la iniciativa de varios obispos y agentes pastorales, se ha creado una articulación de varias prelaturas y diócesis del Sur, que con el tiempo se ha conocido como Iglesia del Sur Andino.

Al principio se trataba de "conocer el alma indígena" con el fin de acortar las inmensas distancias que separaban a la Iglesia católica de los pueblos quechuas, aymaras y mestizos que viven en la zona. Luego, los graves conflictos sociales y el silencio e indiferencia del Estado y de muchos sectores de la sociedad peruana ante el sufrimiento de los más pobres, exigió pronunciamientos claros y proféticos de los obispos de la región. Este posicionamiento desató fuertes críticas y persecuciones contra la Iglesia del Sur Andino de parte de sectores conservadores. Se hablaba de obispos marxistas, partidarios de la teología de la liberación. Se decía que los obispos eran manipulados por los agentes pastorales etc. Es cierto que la práctica pastoral estuvo inspirada en una espiritualidad liberadora y en la convicción de que el seguimiento de Jesús exigía la cercanía con los últimos de la sociedad. Además, siempre se vio como indispensable el diálogo y la corresponsabilidad pastoral. Esto fue interpretado como un atentado contra la autoridad episcopal, lo cual no es cierto.

Como consecuencia, poco a poco, a medida que los obispos morían o se jubilaban, fueron nombrando pastores que llegaban con la consigna de desarticular la Iglesia del Sur Andino. Pero muchos de estos obispos se dieron cuenta del valor de una práctica pastoral corresponsable y comprometida con los problemas de la gente.

Uno de ellos fue Mons. Juan Godayol Colom. Se trata de un salesiano, de origen catalán, que asumió el obispado de la Prelatura de Ayaviri en 1992. Hace dos años se enfermó y quedó imposibilitado para vivir en la altura (La prelatura de Ayaviri es un territorio muy accidentado, que oscila entre los 400 y los 5000 metros sobre el nivel del mar). Ante esta situación el obispo habló con el Nuncio manifestándole su disponibilidad para asumir el gobierno pastoral de una de las diócesis de la costa, lo cual objetivamente era posible por la inminente jubilación de algunos obispos.

Otro obispo fue Mons. Elio Perez Tapia, que asumió el obispado de la Prelatura de Juli y, al poco tiempo, se enfermó gravemente y tuvo que renunciar. En estos días se debate entre la vida y la muerte.Hace un mes nombraron como sucesor de Mons. Juan en Ayaviri a un sacerdote de Sodalicio de vida cristiana. El sábado pasado Mons. Cipriani, arzobispo de Lima, anunció triunfalmente que el Santo Padre había nombrado un obispo del OPUS DEI para la Prelatura de Juli…
La iglesia en el Perú, poco a poco, se va convirtiendo en una especie de feudo de esa institución. Se van cerrando caminos a la pluralidad y la iglesia se va convirtiendo en una especie de propiedad de una "casta escogida". Sin duda, se hacen las consultas de rigor bajo estricto secreto pontificio. Pero no se tiene en cuenta la voz de quienes se juegan la vida día a día en estas regiones. Es más, podríamos pensar que tienen en cuenta la palabra de los de aquí sólo para hacer exactamente lo contrario…
Una religiosa peruana

3. La propuesta de los obispos:

La carta del P. Huanca cita las declaraciones de los obispos de Juli y Ayaviri, que aquí recogemos, para situar el tema desde la perspectiva de los obispos de la zona.La noticia se titula "Obispos refuerzan cuidado pastoral frente a ideologías en sur peruano". Viene datada en
KÖNIGSTEIN, 10 Oct. 06 (Etá recogida en ACI, la afencia de noticias del Sodalicio, en al arzobispado de Lima. Cf. http://www.aciprensa.com/archivo.php?fecha=2006-10-10).-



Mons. José María Ortega y Mons. Kay Schmalhausen, los nuevos obispos de las prelaturas de Juli y Ayaviri, respectivamente, reconocieron que uno de sus principales retos en el sur andino del Perú (departamento de Puno) es afrontar las secuelas de décadas de "mucha ideología". Los prelados explicaron esta situación durante su reciente visita a la sede de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), e indicaron que durante las tres décadas pasadas "los intereses sociales" se han enfatizado demasiado en desmedro del "cuidado pastoral para las poblaciones indígenas".

Mons. Ortega señaló que "lo que tenemos que hacer ahora es promover la evangelización y la justicia social, de acuerdo al Magisterio de la Iglesia. El trabajo catequético entre los laicos y la adecuada y sólida formación para nuestros seminaristas son nuestras prioridades para los próximos años". Al solicitar a AIS el apoyo necesario para contribuir con sus esfuerzos, ambos obispos aseguraron que harán todo lo que esté a su alcance para revertir el deterioro de la fe y la moral en sus respectivas prelaturas.


((Como se verá, las visiones del P. Huanca, de la religiosa peruana y de los obispos de Juli y Ayaviri, miembros del Sodalicio del Opus Dei, son divergentes. Estamos ante una Iglesia en riesgo de romperse. Pidamos a Dios por los obispos, que Dios les guíe y, si es preciso, que les cambie (de lugar o de opiniòn pastoral). Pidamos, sobre todo, por el admirable pueblo de la zona del Sur Andino. Estuve cerca de aquella zona el año 1988. Recuerdo la fe de sus gentes, gentes admirables, futuro de la Iglesia en Amèrica)).
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