Una "Europa de los pueblos", abierta al diálogo y al encuentro con otras civilizaciones Francisco aboga por una Europa que "no se disuelva en una globalización homologante, al merced de los poderes dominantes"
El Pontífice envía un mensaje a los participantes en el XXV Encuentro Internacional de las comunidades colombinas, la llamada Jornada Colombina 2024, que se celebra los días 22 y 23 de junio en Piacenza
De ahí el estímulo a quienes se comprometen a llevar a cabo la iniciativa de la Jornada Colombina "inspirándose en el Evangelio y en respetuosa colaboración con las autoridades civiles". Sobre todo, el Papa invoca la protección de San Columbano
| RD/Vatican News
Una "Europa de los pueblos", abierta al diálogo y al encuentro con otras civilizaciones, unida en la diferencia, en la que las comunidades eclesiales y civiles no pierdan su "identidad" y no se disuelvan "en una globalización homologante, a merced de las potencias dominantes".
El Papa espera que esta "savia evangélica", la misma que llevaron hace siglos a los territorios del viejo continente los monjes irlandeses, seguidores del gran abad san Columbano, pueda reforzarse en la Europa de hoy.
El Pontífice envía un mensaje a los participantes en el XXV Encuentro Internacional de las comunidades colombinas, la llamada Jornada Colombina 2024, que se celebra los días 22 y 23 de junio en Piacenza. Una cita que se celebra desde hace veinticinco años en nombre de san Columbano y que ha contribuido a tejer "una red de amistad espiritual y cultural en aquella parte de Europa donde él y sus compañeros dejaron la huella de su benéfica presencia", escribe el Papa.
"De hecho, no se trata de una mera conmemoración histórica, ni mucho menos folclorística: es más bien un compromiso para promover el conocimiento de san Columbano y de su legado como una riqueza para hoy, tanto en el ámbito eclesial como en el civil"
Materialismo práctico y neopaganismo
Quizás este objetivo pueda parecer poco realista, "tal es la diferencia entre la Europa de hoy y la de los siglos VI y VII" y "tan distante del nuestro es el modelo de vida propuesto por el santo Abad y sus compañeros", observó el Pontífice. Y, sin embargo, es precisamente este "contraste", esta "diversidad" lo que hace que el testimonio y el mensaje de san Columbano sean "particularmente interesantes, incluso atractivos para nosotros que vivimos inmersos en un materialismo práctico y a menudo en una especie de neopaganismo".
La labor de los monjes para la renovación de la civilización
El Papa recuerda cómo los monjes irlandeses de la época se convirtieron en peregrinos y misioneros en el continente para reevangelizar vastos territorios "donde el primer florecimiento cristiano corría el riesgo de perderse": "La obra de recuperación y de cultivo que hicieron en la tierra, la hicieron también en el campo del espíritu, de la mentalidad y de las costumbres", escribe.
"Y así, el testimonio de los monjes colombinos, como en otros lugares el de los benedictinos, contribuyó decisivamente a preservar y renovar la civilización europea".
Una linfa evangélica para el continente
"También hoy -dice el Papa Francisco- necesitamos esta "savia" evangélica, para que las comunidades eclesiales y civiles del continente no pierdan su identidad, no se disuelvan en una globalización homologante, a merced de los poderes dominantes, sino que puedan expresar su fe y su cultura con fidelidad creativa a sus tradiciones, contribuyendo a construir la Europa de los pueblos, unida en la convivencia de las diferencias y abierta al encuentro y al diálogo con las otras civilizaciones del mundo".
De ahí el estímulo a quienes se comprometen a llevar a cabo la iniciativa de la Jornada Colombina "inspirándose en el Evangelio y en respetuosa colaboración con las autoridades civiles". Sobre todo, el Papa invoca la protección de San Columbano.
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