Francisco podría anunciar este domingo el octavo consistorio de su pontificado 'Tucho' Fernández y Fernando Vérgez, ¿futuros cardenales?
Los rumores romanos apuntan al consistorio más 'curial' del pontificado de Bergoglio, en el que podrían recibir la birreta, además del arzobispo de La Plata y el Presidente de la Comisón del Estado de la Ciudad del Vatiano, los dos nuevos prefectos (Lazarus You Heung-sik y Artur Roche) y el canciller Paul Richar Gallagher
En la actualidad, el Colegio cardenalicio cuenta con 215 miembros, de los que 121 son electores, aunque a lo largo de 2022 se producirán una decena de vacantes
Se avecinan tambores de púrpuras en el Vaticano. Según insistentes rumores, Francisco anunciará este domingo el que será el octavo consistorio de su Pontificado, el primero tras la pandemia, que podría hacerse efectivo a comienzos de 2022. Unos nombramientos cardenalicios que podrían llevar, tal y como apunta la prensa argentina, al arzobispo de La Plata (y considerado el 'teólogo de cabecera' del Papa), Víctor Manuel 'Tucho' Fernández, a convertirse en cardenal.
Junto al prelado argentino, suenan con fuerza otros nombres, todos ellos curiales, como el español Fernando Vérgez. El legionario de Cristo, uno de los hombres de confianza de Francisco, es el actual presidente de la Pontificia Comisión del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Un español por consistorio
Se cumpliría así la norma no escrita que apunta a que siempre hay un español entre los purpurados designados por Bergoglio. De ser así, España tendría 15 (tras el reciente fallecimiento de Martínez Somalo) cardenales, de los que ocho serían electores. Además de Vérgez (76 años), y de Celestino Aós (creado purpurado en el anterior cónclave), hablaríamos de Ricardo Blázquez (cercano a cumplir los 80); Antonio Cañizares; Juan José Omella, Carlos Osoro; Miguel Ángel Ayuso; O Luis Francisco Ladaria.
Los otros nombres que han surgido en los mentideros eclesiales son los de los nuevos prefectos del Clero, Lazarus You Heung-sik; y Culto Divino, Artur Roche; así como el arzobispo y 'hombre del Papa' para las relaciones internacionales, Paul Richard Gallagher. Todo ello, sin contar con las 'sorpresas' de las periferias y algunos reconocimientos a religiosos mayores de ochenta años, que no podrían participar en un hipotético cónclave.
