DOMINGO DE RAMOS /CICLO C/14/04-2019
Evangelio y Breve comentario del Domingo de Ramos del Ciclo C.
| Francisco Baena Calvo
DOMINGO DE RAMOS /CICLO C/14/04-2019
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 22,14-23,56
En aquel tiempo, los ancianos del pueblo, con los jefes de los sacerdotes y los escribas llevaron a Jesús a presencia de Pilato.No encuentro ninguna culpa en este hombre C. Y se pusieron a acusarlo diciendoS. «Hemos encontrado que este anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y diciendo que él es el Mesías rey». C. Pilatos le preguntó:S. «¿Eres tú el rey de los judíos?». C. El le responde:+ «Tú lo dices». C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente:S. «No encuentro ninguna culpa en este hombre». C. Toda la muchedumbre que había concurrido a este espectáculo, al ver las cosas que habían ocurrido, se volvía dándose golpes de pecho.Todos sus conocidos y las mujeres que lo habían seguido desde Galilea se mantenían a distancia, viendo todo esto. C. Pero ellos insistían con más fuerza, diciendo:S. «Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde que comenzó en Galilea hasta llegar aquí». C. Pilato, al oírlo, preguntó si el hombre era galileo; y, al enterarse de que era de la jurisdicción de Herodes,que estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días, se lo remitió.Herodes, con sus soldados, lo trató con desprecio C. Herodes, al vera a Jesús, se puso muy contento, pues hacía bastante tiempo que deseaba verlo, porque oía hablar de él y esperaba verle hacer algún milagro. Le hacía muchas preguntas con abundante verborrea; pero él no le contestó nada.Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándolo con ahínco.Herodes, con sus soldados, lo trató con desprecio y, después de burlarse de él, poniéndole una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos entre sí Herodes y Pilato, porque antes estaban enemistados entre si. Pilato entregó a Jesús a su voluntad C. Pilato, después de convocar a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo, les dijo: S. «Me habéis traído a este hombre como agitador del pueblo; y resulta que yo lo he interrogado delante de vosotros y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas de que lo acusáis; pero tampoco Herodes, porque nos lo ha devuelto: ya veis que no ha hecho nada digno de muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré». C. Ellos vociferaron en masa: S. «¡Quita de en medio a ese! Suéltanos a Barrabás». C. Este había sido metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio. Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo soltar a Jesús, pero ellos seguían gritando: S. «¡Crucifícalo, crucifícalo!».C. Por tercera vez les dijo:S. «Pues ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ninguna culpa que merezca la muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré». C. Pero ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo su griterío. Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que le reclamaban (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su voluntad.Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí. C. Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él.Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: + «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que vienen días en los que dirán: "Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado". Entonces empezarán a decirles a los montes: "Caed sobre nosotros", y a las colinas: "Cubridnos"; porque, si esto hacen con el leño verde, ¿que harán con el seco?». C. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacenC. Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.Jesús decía:+ «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». C. Hicieron lotes con sus ropas y los echaron a suerte.Este es el rey de los judíos C. El pueblo estaba mirando, pero los magistrados le hacían muecas diciendo: S. «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido». C. Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: S. «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». C. Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos».Hoy estarás conmigo en el paraísoC. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: S. «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros» .C. Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía: S. «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada». C. Y decía:S. «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». C. Jesús le dijo:+ «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu C. Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: + «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».C. Y, dicho esto, expiró.Todos se arrodillan, y se hace una pausa C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo: S. «Realmente, este hombre era justo».
COMENTARIO:
Entramos en la Semana Santa. La Semana Santa constituye la celebración culminante de todo el ciclo litúrgico, a la vez, que es meta obligada donde desemboca toda la práctica y vivencia cuaresmal. Dice Casiano Floristán que “la Semana Santa es inaugurada por el Domingo de Ramos, en el que se celebran las dos caras centrales del misterio pascual: la vida o el triunfo, mediante la procesión de ramos en honor de Cristo Rey, y la muerte o el fracaso, con la lectura de la Pasión correspondiente a los evangelios sinópticos (la de Juan se lee el viernes). ..”.
En la celebración eucarística se lee la Pasión del Evangelio de San Lucas (Lc 22,14-23.56). La Pasión de nuestro señor Jesucristo según san Lucas empieza con la manifestación de un gran deseo: “He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros”. San Lucas nos presenta toda la Pasión y el sufrimiento de Jesús en clave de entrega y por fidelidad al Padre, y por amor a los hombres. Pidamos a Dios ramas y olivos para alabar y bendecir a Jesucristo, Hijo de David, y ramas para cumplir tu voluntad. Amén.
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