Los obispos reivindican la ILP de migrantes, y lamentan que el Reglamento de Extranjería deja fuera a los indocumentados 'Hospitalidad Atlántica': la Iglesia apuesta por "rutas seguras" para los migrantes que llegan a España

Es una de las rutas más peligrosas para la migración. El 'paso' o 'ruta atlántica', que lleva cada año a decenas de miles, tal vez centenares de miles, de personas que buscan un futuro mejor, una hospitalidad que nunca llega y por la que la Iglesia quiere apostar. Con las premisas de coordinar, proteger, acoger y defender los dos derechos de toda persona: el de migrar y, también, el de no migrar.

Ante ello, ha surgido la "hospitalidad atlántica", una red eclesial formada por 10 países y 32 diócesis de África y España para promover y coordinar la protección de los migrantes, y que la pasada semana fue presentado al Papa Francisco por el cardenal Cobo y el ya ex responsable de Migraciones de la CEE (y obispo electo de Sant Feliú), Xabi Gómez.

Fernando García Cadiñanos, presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, subrayó la "voluntad de generar comunidades acogedoras" y mostrar "signos de la sociedad que ya estamos construyendo". El obispo de Mondoñedo-Ferrol clamó por "rutas más seguras para nuestros migrantes" y que "sus proyectos migratorios sirvan para que sean realmente acogidos y recibidos".

¿Y en qué consiste este proyecto? Fernando Redondo, que se estrenaba como director del departamento de Migraciones, explicó algunos apuntes del proyecto de hospitalidad atlántica. Algunos de ellos curiosos, como la inserción del Sáhara Occidental dentro de la decena de países (Senegal, Cabo Verde, Gambia Guinea bissea, Guinea Conackri, Mali, Marruecos o España) con los que se trabajará, así como en algunas de las diócesis de destino, especialmente las del sur: Canarias, Andalucía y las grandes capitales, fundamentalmente. Algunas de ellas, realmente saturadas. "Lo estamos intentando, pero las rutas son las rutas, las puertas de entrada son las que son", y desde ahí habrá que establecer los cauces adecuados para la distribución de las personas, siempre desde la integración y la acogida", añadió el prelado. En todo caso, ya se está trabajando en 'corredores de hospitalidad' internos, entre las distintas diócesis españolas. 

El proyecto está siendo coordinado y acompañado por el dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y la app REFAID. "Queremos hacer rutas seguras", recordó Cadiñanos. Redondo, por su parte, apuntó la necesidad de "ofrecer información veraz: las personas no tienen una información real en su spaíses de origen de lo que se van a encontrar en Europa. Salen muchas veces a ciegas". Ante esto, "queremos que estas personas sepan sobre los peligros de la ruta, las dificultades y los derechos que se pueden encontrar en frontera, y puedan "elegir libremente" si migrar o quedarse. O, al menos, que tengan esa información".

¿Cómo se hace esto? "Queremos salvar vidas", explicaron. Para ello, también se ha editado la guía de hospitalidad atlántica, con lugares a donde dirigirse, albergues... que se une a una guía de recursos de la Iglesia española, que se va actualizando año a año. "Se trata de dar herramientas y establecer espacios seguros para que estas personas puedan ser acogidas". En este sentido, el obispo Cadiñanos reivindicó la ILP que clama por la regularización de migrantes en España.

"Estamos trabajando con otras asociaciones para que esto se consiga". Fernando Redondo sí puso especial hincapie en "los indocumentados", que podrían quedar fuera del reglamento de Extranjería que se está aprobando en estos días. "A esas personas hay que darles una solución".