La España vaciada, también 'la España de las oportunidades' La Mesa del Mundo Rural, que une la acogida y revitalización de los pueblos, continúa dando sus frutos

La Mesa del Mundo Rural
La Mesa del Mundo Rural

La Mesa del Mundo Rural está promovida por el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal para aunar la acogida de migrantes con la revitalización de los pueblos

Una de ellas es la de Edgardo Josué Juárez. Llevaban dos meses sin trabajo en la ciudad extremeña, donde vivían desde que llegaron a España en 2016 tras sufrir persecución en Honduras, su país

"Para nosotros es una oportunidad grande y las niñas están emocionadas. Tenemos cerca una laguna y naturaleza, y aquí pueden jugar en la plaza. Antes solo había un niño, ahora son tres", explica

Los vecinos, 128 según el último censo, también están encantados. Les dicen que son "un retoño nuevo". "Nos han recibido muy bien. Nos gustaría quedarnos aquí. Hay tranquilidad y muchas cosas por explotar", añade

Nueve meses después de su constitución, la Mesa del Mundo Ruralpromovida por el Departamento de Migraciones  de la Conferencia Episcopal para aunar la acogida de migrantes con la revitalización de los pueblos, continúa dando frutos.

La España vaciada, o «la España de las oportunidades», como le gusta decir al dominico Xabier Gómez OP, director del citado departamento, ya alberga a las primeras familias del proyecto. De este modo el Departamento de Migraciones sintonía con el reto planteado por el Papa Francisco para conectar familias migradas con la revitalización de las zonas rurales.

Xabier Gomez OP
Xabier Gomez OP

Una de ellas es la de Edgardo Josué Juárez –él, su mujer, sus dos hijas y su cuñada–, que lleva siete meses en Gallocanta, un pequeño municipio de la provincia de Zaragoza, a donde llegaron desde Cáceres para hacerse cargo del bar del pueblo. Llevaban dos meses sin trabajo en la ciudad extremeña, donde vivían desde que llegaron a España en 2016 tras sufrir persecución en Honduras, su país.

Participantes de la Mesa del Mundo Rural

La conexión entre las delegaciones diocesanas de migraciones, las empresas sociales o asociaciones que trabajan en la repoblación del mundo rural –Proyecto Arraigo y Pueblos con Futuro– y los ayuntamientos es lo que hizo posible que la familia de Edgardo se mudara.

Además de la oportunidad laboral, también le ayudaron con la mudanza, cuyo coste se repartió entre la propia familia, la diócesis de Coria-Cáceres y Pueblos con Futuro, que es la que acompaña a la familia en estos momentos. «Para nosotros es una oportunidad grande y las niñas están emocionadas. Tenemos cerca una laguna y naturaleza, y aquí pueden jugar en la plaza. Antes solo había un niño, ahora son tres», explica.

Mesa del Mundo Rural
Mesa del Mundo Rural

El trabajo no es problema. Aunque él es arquitecto, en España se ha formado en hostelería y su mujer regentaba un restaurante en Honduras. A modo de anécdota, cuenta que algún turista se sorprende al comprobar que en un bar de pueblo se sirve «un espectacular café bombón». Los vecinos, 128 según el último censo, también están encantados. Les dicen que son «un retoño nuevo». «Nos han recibido muy bien. Nos gustaría quedarnos aquí. Hay tranquilidad y muchas cosas por explotar», añade.

En un año, autosuficientes

Dorys Castillo,de la asociación Pueblos con Futuro, que lleva varios años con proyectos de estas características –su asociación ha establecido a 17 familias migrantes en Guadalajara– da fe de que la experiencia es positiva y exitosa. «Con un poco de ayuda, son autosuficientes en un año. Y el dinero que les prestamos para que puedan iniciar su nueva vida nos lo devuelven», explica.

Otra de las características de la Mesa del Mundo Rural es, además del acompañamiento de la asociación, la implicación de la parroquia de la zona. «Contactamos con la comunidad y la invitamos a ser parte activa en el proceso», añade Xabier Gómez.

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