Rome Reports estrena en Madrid el documental '¡Sorpresa! El Papa llama a la puerta' El Papa con el corazón en bandolera

“A este mundo en el que vivimos le falta corazón y amor a los demás. El Papa Francisco va siempre con el corazón por delante. Y eso es lo que más le llega a la gente, porque es lo que más necesita”. Así resumía el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, el documental, ‘Sorpresa! El Papa llama a la puerta’ realizado por Rome Reports y patrocinado por la Fundación Tallaj, que se presentó ayer en el espacio Caixaforum de Madrid.

El documental, que dura 47 minutos, resume los 10 años del pontificado del Papa de la misericordia, que desde que llega al solio pontificio cambia la forma de ejercer el pontificado, saca a la Iglesia de su autorreferencialidad y la lanza a la conquista de los corazones de la gente. Especialmente, de los descartados, a los que el Papa visita, consuela, anima, reconforta, alegra y les ofrece la esperanza del Evangelio, para dar dignidad y consuelo a sus vidas tan maltratadas.

Como recordó el director, Antonio Olivié, el documental no trata de hacer un resumen exhaustivo de los diez años de pontificado de Francisco, aunque aborda diversos temas claves desde una perspectiva especial: qué ocurre, cuando se apagan los focos y el Papa desaparece de la escena. ¿Qué queda de su paso por la vida de la gente? Queda su cercanía, sus gestos que impactan y quedan grabados para siempre en el corazón de la gente.

Desde una señora que no se cree que el Papa haya ido a llamar a la puerta de su casa en un barrio pobre de Roma; un capellán de una cárcel de máxima seguridad de Filadelfia; un pastor luterano que, de entrada le odia, y termina abrazado a él; o el de la periodista mexicana Valentina Alazrraki, a la que el Papa le regala una tarta de cumpleaños a bordo del avión donde viajan juntos y a la que invita a hablarles a los cardenales y obispos del Sínodo sobre la plaga de los abusos, que acaba con la credibilidad de la Iglesia.

Se trata de entender al pontífice argentino desde el corazón, desde un enfoque religioso y humano, muy alejado del que suelen proporcionar los grandes medios: “Los medios suelen transmitir una imagen del Papa sólo de los momentos extremos, políticos o anecdóticos. Una visión irreal. Porque el Papa no es un político, sino un líder religioso. Esa es la clave que le falta a los medios: la caridad transformadora que mueve al Papa”, señalaba, en el coloquio posterior a la emisión del documental, Antonio Olivié.

"El magisterio del Papa toca al corazón. Y la gente lo necesita. Por eso llega a todos, creyentes o no creyentes. Toca la vida y ofrece palabras que todos necesitamos para vivir. Para él, las personas son lo más importante", añade Zamora. 

El acto presentado por Irene Pozo, subdirectora del área de contenidos sociorreligiosos del grupo Abside Media, que también moderó el coloquio posterior, en el que intervinieron, además del director del documental, el cardenal de Madrid, Carlos Osoro y el secretario general de Confer, Jesús Miguel Zamora.

Antes, en los saludos iniciales, intervino el director territorial de Caixabank, Rafael Herrador, que aseguró que su empresa “está al lado del tercer sector y de las instituciones religiosas, porque todos cuidamos a los más desfavorecidos”.

También intervino Ramón Tallaj, patrocinador principal y presidente de ‘Ramón Tallá Foundation’ de Nueva York, diciendo que su organización comparte “la preocupación del Papa Francisco por los más humildes”. “Por eso, con este documental, no queremos dar lecciones, sino mostrar el comportamiento respetuoso de un hombre que visibiliza en su día a día los más nobles ideales”, añadía, al tiempo que deseaba que “su figura nos siga inspirando durante muchos años”.

Y añadía: "Como ser humano, como creyente y como médico, creo que la felicidad que todos anhelamos se encuentra en la realización del bien hacia todos los semejantes, especialmente hacia los más desfavorecidos de nuestras sociedades, como una puesta en obra del mandamiento del amor fraterno, enseñado por Jesús de Nazaret".

El cardenal Osoro, cada vez más suelto y más ‘francisquista’, confesó que le habían impresionado las imágenes, porque “este documental es la expresión y la manifestación de lo que un pastor ha de ser en este momento de la historia: acercarse a la situación que viven hoy los seres humanos”.

Y añadía: “Estamos en una nueva etapa de la historia y hay que llevarle la esencia del Evangelio: cercanía y presencia al lado de los que sufren. Y eso hay que hacerlo no como un profesional, sino como parte de la propia existencia. Como lo hace el Papa”.

A juicio del cardenal de Madrid, “la gente, cuando ve al Papa, siente que les está regalando algo que no se puede comprar y algo a lo que no estamos acostumbrados: amor”.

Gestos concretos de amor son los que rezuma el documental: la anciana que no cree que pueda abrazar al Papa y le pellizca los mofletes o el niño que llora sobre su regazo, porque acaba de perder a su padre.  Y es que, como dijo el padre Zamora, “Francisco es un hombre de Dios, que transmite un Dios cercano, una especie de cura de pueblo. Le seguimos, porque nos convence”.

“Lo más radical de este Papa es que ha conseguido conectar lo que dice con lo que hace”, remachaba Olivié. Porque, s u juicio, es “un Papa del siglo XXI”, que sabe conectar como nadie con la gente, que llega y que sabe que un gesto puede tener más impacto que una encíclica. “Un Papa la que hay que ver más que leer. Casi un Papa youtuber”.

Al final del coloquio intervino Mario Paredes, ceo de Somos Community Care: “Gracias. Han hecho ustedes una gran obra sobre la persona del Papa y su impacto”. A mi lado, un grupo de monjas lo refrendaba: “Una preciosidad”.

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