Luis Argüello critica el "eufemismo" de llamarlo "interrupción del embarazo" Los obispos, ante la nueva ley del Aborto: "Asumámoslo, es admitir el derecho del fuerte contra el débil a eliminar una nueva vida"
"En el seno de una mujer embarazada hay una nueva vida; una realidad nueva, una persona nueva"
En su opinión, en un momento de invierno demográfico, no tiene sentido que haya 100.000 abortos anuales en España, sino que debe generarse un movimiento a favor de la vida
| RD/Efe
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, critica el "eufemismo" de llamar interrupción del embarazo a lo que, en su opinión, no es más que admitir "el derecho del fuerte contra el débil a eliminar una nueva vida".
"Asumámoslo", ha insistido el portavoz de los obispos en un encuentro con periodistas en vísperas de que el Consejo de Ministros apruebe la nueva ley del aborto.
Argüello ha reiterado que existen suficientes evidencias científicas, en función de los avances en genética y en las técnicas de ecografía, como para afirmar que "en el seno de una mujer embarazada hay una nueva vida; una realidad nueva, una persona nueva".
La ciencia demuestra que en el seno de una mujer embarazada hay una nueva vida. La salud y la libertad de la madre no justifican la muerte de otro como solución. El aborto es un derecho ilegítimo del fuerte sobre el débil. Unámonos en una acción social en favor de las dos vidas.
— Mons. Luis Argüello (@MonsArguello) May 8, 2022
No puede afrontarse esta cuestión como un derecho exclusivo de la mujer respecto a su cuerpo, ya que la ciencia evidencia que hay una segunda vida en juego y -ha añadido el secretario general de la Conferencia Episcopal- también es importante el papel de padre, al que hay que preguntar.
En su opinión, en un momento de invierno demográfico, no tiene sentido que haya 100.000 abortos anuales en España, sino que debe generarse un movimiento a favor de la vida.
En referencia a aspectos concretos de la nueva ley, Argüello ha subrayado que, mientras se considera un ejercicio de violencia la maternidad subrogada, se obvia que es "mucho más violento eliminar una vida nueva".
Especialmente crítico se ha mostrado con "la manera sibilina de restringir la objeción de conciencia" de los médicos, como en su opinión ya se hizo en el caso de la eutanasia.
Argüello, que ha destacado que la conciencia es el fundamento de todos los derechos, ha dicho que pedir a los médicos que tengan que dar un paso adelante registrándose como potenciales objetores, es un paso más en la restricción de derechos fundamentales.
También el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, se ha referido ante los periodistas al aborto y ha criticado el déficit de apoyo a la familia en España al asegurar que es el país europeo en el que menos se está apoyando a la familia.
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