Presentación y Proyecto del Centro Sociosanitario de Rukara, en Ruanda,
Dedicado a recuperar a niños desnutridos, criar a otros abandonados, atender a ancianos sin familia y prestar asistencia sanitariamente a muchos enfermos de la zona.
| Faustino Vilabrille
Es un Centro Sociosanitario situado en Rukara, Ruanda, dedicado a:
- Recuperar a niños desnutridos, y a acoger a otros abandonados o discapacitados. Hace unos años estuvimos en este Centro, donde vimos a niños en estado puramente vegetativo, sin nombre, sin padre, sin madre, sin patria, sin genealogía…
- También vimos a otros que se estaban recuperando muy bien. Acoger, alimentar y atender a ancianos solos y sin familia.
- Prestar asistencia sanitara a muchas personas que carecen totalmente de ella.
Lo promueven las Misioneras de los Sagrados corazones en Rukara, Ruanda. El Centro está situado en el Distrito de Kayonza, donde la gente vive de la agricultura y la cría de pequeños animales domésticos. En Rukara se instaló esta Congregación en 1985, dedicándose a la atención a los enfermos y desnutridos, educación de los niños y promoción de la mujer.
Contexto social del proyecto: La población de las zonas rurales de Ruanda vive de la agricultura de subsistencia, que no garantiza, ni de lejos, la seguridad alimentaria, ni una nutrición adecuada. Tal es el caso de Kayonza. Cultivan sus pequeñas parcelas, de menos de 400 m2 por cada familia compuesta por un mínimo de 6 personas, y solo pueden comer una vez al día en los momentos de recogida de las dos pequeñas cosechas anuales, lo que explica el elevado porcentaje de desnutrición en los niños menores de 5 años. El distrito de Kayonza, al Este, sufre de acentuadas sequías.
Objetivo general y especifico del proyecto:
-Contribuir a la erradicación de la malnutrición en la región de Rukara, sobre todo de niños/as y ancianos.
-Acoger a niños abandonados sin familia.
-Dar apoyo a las madres más pobres para poder alimentar a sus hijos.
-Asistir y acompañar a las personas ancianas y niños que lo necesitan, en el Centro y a domicilio.
-Dar asistencia sanitaria a personas muy pobres carentes de ella.
-Rehabilitar la cocina del Centro.
Compromiso con los niños desnutridos, solos y enfermos: En el centro de niños malnutridos es donde las misioneras acogen los niños y ancianos que manifiestan los signos de malnutrición. Los niños vienen de las familias más pobres de la región de Rukara, y los acogemos para ayudarles a recuperar la salud. Entre 3-5 meses el niño se recupera y lo devolvemos a la familia si la tiene. Si no tiene familia queda en el Centro hasta que encontramos a una familia que lo quiera acoger. Pero hay casos de niños en que ninguna familia los quiere adoptar a causa de la enfermedad o discapacidad que padecen: en estos casos nos quedamos con él para cuidarlo, acompañarlo, prestarle atención médica, administrarle los medicamentos que necesita…
Este es el ayuno que yo quiero, dice el Señor: “desatar los lazos de la maldad, dar libertad a los oprimidos, partir tu pan con el hambriento, recibir en tu casa a los pobres sin techo, vestir al que va desnudo, y no apartarte de tu propia carne (Del Profeta Isaías, 58,1-7)
Acogida de madres con niños recién nacidos o muy pequeños y sin medios para atenderlos: Hay casos en que el marido abandona la familia y se queda sola la mujer con los hijos y sin medios para atenderlos en las más elementales necesidades.
Personal del centro: 9 trabajadores se encargan de atender a estas personas, tan en extrema necesidad, que necesitan de cuidados especiales y una cuidada alimentación para reponerse de la desnutrición severa con la que llegan al centro. Son las siguientes:
4 trabajan durante el día en distintas tareas: alimentación, cuidados de salud, higiene, ropa, etc. etc.
3 trabajan por la noche para cuidar a los niños y ancianos.
1 trabaja de día cuidando el exterior y la vigilancia del Centro.
1 que trabaja de noche en la vigilancia del Centro y en la solución de emergencias.
Hay también un médico que hace seguimiento de la salud de los ingresados en el Centro, y en caso de necesidad los acompañamos a un hospital de referencia.
Normalmente tenemos acogidos de 10 a 15 niños. Ahora tenemos una anciana que no se levanta de la cama y dos murieron recientemente. Hay algunas personas más que visitamos y atendemos en sus casas.
También hay niños que vienen dos veces por semana para recuperarse de su desnutrición, y los más graves tienen que quedar ingresados hasta que se recuperan.
La administración oficial no admite decir que en Ruanda no hay desnutrición, pero nosotras tocamos la realidad y sabemos bien que la hay.
Reflexión: La Iglesia fue una de las instituciones que más se preocupó de los pobres durante siglos. No obstante, cuánto lujo y cuánto sobra en el Vaticano, y en muchas catedrales, conventos, palacios e iglesias, mientras Jesucristo se está muriendo en millones de personas sin pan, sin agua, sin médicos, sin hospitales, sin medicinas ¡Qué lejos estamos del Evangelio!
Es que: Jesús de Nazaret es Dios con nosotros, que se identificó con todo lo humano, y de ahí que, el que acoge a los empobrecidos acoge a Jesús; el que alimenta a los hambrientos, alimenta a Jesús; el que da agua a los sedientos, da agua a Jesús; el que viste a los desnudos, viste a Jesús; el que cuida a los niños, cuida a Jesús; el que cura a los enfermos, cura a Jesús; el que acoge a los emigrantes, acoge a Jesús; el que visita a los encarcelados, visita a Jesús; el que hace justicia a los oprimidos hace justicia a Jesús (Evan.Mateo 25,31-46)
Y por eso El se dedicó a curar toda clase enfermos; alimentar a los hambrientos; rehabilitar a los maltratados, marginados y despreciados; dignificar a las mujeres más desgraciadas; dar máximo valor a los niños, para una vida digna para todos. Por eso la fe es seguir a Jesús para hacer en este mundo lo que El hizo para el bien de Todos los Seres Humanos y Toda la Creación.
En consecuencia: "¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras afuera lo dejan pasar, hambre, frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: 'Esto es mi cuerpo', y con su palabra afirmó nuestra fe, dijo también: 'Me vieron hambriento y no me dieron de comer”. (San Ambrosio, comentando Mateo 25,31-46)
Rehabilitación de la cocina: La cocina que tenemos está vieja y en mal estado. Necesita una urgente reparación. Necesita cierre perimetral, puertas, ventanas... Necesita hornillos, chimeneas, fregaderos, armarios...Presupuesto: 4615 €.
Alimentos: Para 1 año (a consecuencia de la guerra de Ucrania, la comida escasea bastante y se encareció mucho, incluso los productos básicos, llegando a triplicar el precio, como la harina, el frijol, el aceite de girasol, la patata): 3.845 euros. Total de rehabilitación y alimentos: 8460 €
Esta es la cantidad que solicitamos, esperando de su generosidad que nos ayuden dentro de sus posibilidades.
Sabemos que llevan bastantes años colaborando con nuestra Congregación muy generosamente, con la instalación de agua para centenares de familias en Nkumba, la compra de fincas también en Nkumba, Kabuga y Uganda para mujeres y sus hijos en extrema pobreza, la rehabilitación de una sala de reuniones para formación profesional de jóvenes y reparación de una cocina en Nkumba, etc.
Todo ello nos anima a seguir confiando en su generosidad. Muchas gracias por todo.