Sin compromiso con la Liberación no hay Eucaristía

Juan 6,51-58:

Dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Discutían entonces los judíos entre sí: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?” Entonces Jesús les dijo: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mi y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mi. Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre”.


1.-Presencia real de Jesús: Desde la última Cena de Jesús con sus discípulos y discípulas los cristianos siempre vimos en esta celebración la presencia real de Jesús. Jesús cogió pan y les dijo:“Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo”. Después tomó la copa con vino y les dijo: Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre. Haced esto en memoria mía”. Su Cuerpo es la persona de Jesús y su Sangre es la vida de Jesús.



2.-El pan de la Comunión es la persona de Jesús: Por eso el pan de la Comunión es la persona de Jesús. Recibirla es aceptar la persona de Jesús y todo lo que él es y significa. Beber el cáliz es adherirnos a la vida de Jesús para hacer la nuestra lo más parecida a la suya.



3.-Comunión y liberación: De ahí que la Comunión sin compromiso con Jesús y su mensaje de justicia, igualdad, amor, fraternidad, no significa nada, no sirve para nada. Por eso toda Eucaristía tiene que ir inevitablemente unida a la lucha con la liberación integral del hombre y la creación.



4.-Presencias inseparables: De ahí que la presencia de Jesús en la Eucaristía es inseparable de la presencia de Jesús en los hambrientos, sedientos, enfermos, emigrantes, desnudos, encarcelados. La presencia de Jesús en la Eucaristía tiene que conducirnos inevitablemente a esta presencia, única por la cual se nos va a preguntar al pasar a la otra orilla de la vida.



5.-Responder desde esta orilla:
La respuesta ya la vamos dando cada día desde esta orilla a través del compromiso con los necesitados de este mundo.



Que nos sintamos felices de poder hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio. Un cordial abrazo.-Faustino



Pensamientos sencillos:



-Siempre se dice que la mejor manera de combatir la pobreza es la educación. Lo que nunca se clara es si la educación la deben recibir los pobres o los ricos.



-Un derecho no es algo que te deben dar, sigo algo que nadie te debe quitar.



-Ser feliz es muy sencillo, lo difícil es ser sencillo.
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