El miércoles 16 de octubre participé en Barcelona en un almuerzo coloquio con el arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco, recientemente nombrado cardenal por el papa Francisco, un acto organizado por la Tribuna Joan Carrera. 

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La Tribuna Joan Carrera, en memoria del que fue obispo auxiliar de Barcelona (1991-2008), es una iniciativa conjunta del Grup Sant Jordi de Defensa i Promoció dels Drets Humans y del diario catalán, El Punt-Avui.

En esta nueva edición, la novena ya, la Tribuna Joan Carrera ha recibido el apoyo de un amplio abanico de entidades e instituciones eclesiales adheridas a la Tribuna como convocantes: Animaset, el Consell de Laics dels Caputxins de Catalunya, Germans Maristes, Monestir de Sant Pere de les Puel·les, Cristianisme al segle XXI, Cristianisme i Justícia, Equips de Pastoral de la Política i la Comunicació, Fundació Catalunya Religió, Fundació Centesimus Annus, Fundació Escola Cristiana de Catalunya, Fundació Joan Maragall, Fundació Pere Tarrés, Grup Sant Jordi de Promoció i Defensa dels Drets Humans, Justícia i Pau, Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, Effathà-Cristians de base, El Pregó, Santa Anna-Hospital de Campanya o el Grup Cristià del Dissabte, formada por sacerdotes y laicos del País Valenciano, comprometidos con la normalización de la lengua de los cristianos valenciano-parlantes en la Iglesia Valenciana. En esta novena edición, además, se han adherido a la Tribuna, entre otras entidades, la Fundació Vedruna o la Provincia de los Claretianos.

El objetivo de la Tribuna Joan Carrera es analizar la situación actual del cristianismo en Europa y en el mundo, como hecho religioso, difundir las experiencias de diálogo, comunicación y participación social y en definitiva, potenciar la presencia del hecho religioso en la sociedad catalana.  

Jean-Paul Vesco, dominico francés y abogado de profesión, nació en Lyon. Fue enviado a Argelia el 2002 para refundar la presencia dominica en ese país, después del asesinato del obispo de Orán, Pierre Claverie. El 2012, Vesco fue nombrado, precisamente, obispo de Orán. Organizó la beatificación de los diecinueve mártires de Argelia, entre ellos, los siete monjes del monasterio trapense de Tibhirine. Finalmente el 2021 el papa Francisco lo nombró arzobispo de Argel.

En la Tribuna Joan Carrera, el arzobispo Vesco habló, en una amena conferencia, sobre “La opción por una Iglesia sinodal. El ejemplo de la Iglesia de Argelia”. Con palabras sencillas y claras, el arzobispo Vesco insistió mucho en la importancia de la fraternidad, de una Iglesia fraterna: “Soy un fraile dominico formado en la Iglesia a través de una relación más fraternal que paternal. Soy fraile, ordenado sacerdote y después obispo. Pero incluso como obispo me conduce la espiritualidad de hermano antes que la de padre”.

"Soy un fraile dominico formado en la Iglesia a través de una relación más fraternal que paternal … Incluso como obispo me conduce la espiritualidad de hermano antes que la de padre"

El arzobispo Vesco, de carácter sencillo y amable (fue saludando uno por uno al centenar de asistentes a este almuerzo-coloquio), destacó que “es pastor de una Iglesia pequeña, inserida en un mundo totalmente musulmán”. También dijo que “a partir de la independencia de Argelia, hemos tenido una vertiginosa pérdida de poder y de estatus. Pero este hecho no ha disminuido el significado de su presencia ni de su misión. Antes al contrario, con menos poder se ha afirmado la fuerza de su testimonio evangélico”. 

En su conferencia, seguida con sumo interés, el arzobispo Vesco repasó las tres etapas de la Iglesia en Argelia: “De la independencia al decenio negro (1990-2000); una Iglesia en medio de la tempestad y la iglesia de Argelia desde el año 2000 hasta nuestros días”.

El arzobispo Vesco terminó su intervención, “con algunas consideraciones más personales sobre la aspiración a una Iglesia más sinodal”, destacando el papel importante de las mujeres en las comunidades cristianas y “la fraternidad como figura principal de la Iglesia”. El arzobispo de Argel, recientemente nombrado por el papa nuevo cardenal, destacó en su intervención “que la Iglesia habría de pensarse más como una comunidad de hermanos y hermanas”. Éste es “el mejor testimonio que puede dar al mundo. Más que una lucha de poder, el necesario reequilibrio entre la clerecía y los laicos, entre hombres y mujeres es una cuestión de alteridad y fraternidad”. El arzobispo Vesco, con su sinceridad i sencillez, dijo que “si me gusta que me digan hermano y no padre o monseñor, no es por falsa modestia o coquetería, es precisamente por este reto de alteridad. Necesito a los hermanos y a las hermanas de mi diócesis, de la misma manera que necesité a mis hermanos dominicos para ser lo que soy, por ellos”.   

El almuerzo coloquio con el arzobispo de Argel (que contó con un centenar de participantes), comenzó con unas palabras del escritor Carles Duarte, que dio la bienvenida a los presentes a esta novena edición de la Tribuna Joan Carrera.

Posteriormente tuvo lugar la presentación del conferenciante, Jean-Paul Vesco, que corrió a cargo de la periodista Laura Mor, responsable de comunicación de la Fundación Vedruna Catalunya Educació.

Entre los presentes en este acto estaban los periodistas Mireia Rourera, Laura Mor, Glòria Barrete, Xavier Pete, Jordi Pacheco y Jordi Llisterri, el hermano marista, Lluís Serra, el claretiano y director de la revista El Pregó, Pere Codina y el también claretiano Màxim Muñoz, los sacerdotes Jaume Aymar, Cinto Busquet, Lluís Portabella, Peio Sanchez y Xavier Morlans, estos dos últimos de la iglesia de Santa Anna-Hospital de Campanya, el presidente de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, Joan Maluquer  (con otros miembros de la junta de la Lliga, como Pere Fràbregues y Joan Clos), el director de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Ramon Bassas así como los exdirectores de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Marcel Joan i Carles Armengol; Ignasi Garcia Clavel, exdirector de Instituciones Penitenciarias de la Generalitat de Cataluña, Anna Almuni (Delegada del Apostolado Seglar de la Diócesis de Barcelona) y Pilar Alvarez, las dos de la Institución Teresiana, Mercè Solé, del ACO y su marido, Josep Lligadas. Además estaba el sacerdote (y amigo), Vicent Estarlich, en representación del Grup del Dissabte, que vino expresamente desde la ciudad de València. También estuvo presente el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova.

Uno de los objetivos de la Tribuna Joan Carrera, es recoger las inquietudes de la trayectoria de este querido obispo, que falleció el 2008, y actualizarlas, y también, como he dicho antes, difundir las experiencias de diálogo, comunicación y participación social y política, que, desde el humanismo cristiano, pueden impulsar nuevas propuestas en Cataluña. 

Después de la intervención del arzobispo Vesco, el hermano Pau Valls, monje de Montserrat, se encargó de traducir las (numerosas) preguntas que se le hacían al nuevo cardenal y las repuestas que éste daba.

Este ciclo de encuentros se celebra en Barcelona, con una periodicidad de dos o tres cada año. También están invitados a esta Tribuna, en próximas ediciones, Antonio Spadaro, jesuita y teólogo, director de la revista La Civiltà Cattolica; el abad de Montserrat, Manel Gasch; la abadesa de Sant Benet de Montserrat, Mª del Mar Albajar; el cardenal Luis Antoni Tagle y la claretiana Jolanta Kafka, superiora de la Unión Internacional de Superioras Mayores, que será la próxima invitada, el 20 de marzo, a esta Tribuna Joan Carrera.

Cabe recordar que la Tribuna Joan Carrera tuvo como anteriores invitados, entre otros, al cardenal de Rabat, el salesiano Cristóbal López, al político vasco Javier Madrazo, al teólogo Jesús Martínez Gordo, a la Subsecretaria del Sínodo, Nathalie Becquart, al arzobispo de Lima, al arzobispo de Lima, Carlos Castillo, al franciscano y obispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo y al teólogo Wilhelm Danka.