Sí a la vida..., pero no de cualquiera Josep Miquel Bausset: "Escucho hablar de 'vida' y 'no matarás', a los que ayer defendían la pena de muerte o la guerra justa y justificaban la tortura o los vuelos de la muerte"
"Utilizo el título del artículo de Eduardo de la Serna que denuncia la hipocresía en Argentina con la valentía de los profetas"
Existe un paralelismo de hipocresías: los españoles del 'no a la eutanasia' que fueron partidarios de participar en la guerra de Irak. Y los que piden deportar a los inmigrantes ilegales, además de retirarles la asistencia sanitaria gratuita. Su espejo, los argentinos del 'no al aborto' que ayer defendían la 'pena de muerte'
Sí a la vida..., pero no de cualquiera
Sí a la vida..., pero no de cualquiera
“Escucho hablar de “vida” y “no matarás”, a los que ayer defendían la pena de muerte o la guerra justa y justificaban la tortura o los vuelos de la muerte”
Este es el título del artículo (Religión Digital, 29 de diciembre de 2020) del sacerdote argentino Eduardo de la Serna, un presbítero que forma parte del grupo de curas en opción por los pobres.
Este sacerdote ha dado su visión sobre la defensa de la vida, en el debate sobre el aborto que estos días tiene lugar en Argentina. Y por eso este sacerdote afirma que “hay discursos que me resultan agresivos y violentos”.
Con toda la razón del mundo, Eduardo de la Serna se escandaliza cuando oye “hablar de “vida” y de “no matarás”, a los que defendían la pena de muerte, la guerra justa o justificar la tortura, los vuelos de la muerte”. Con la valentía de los profetas, Eduardo de la Serna denuncia la hipocresía de los que ahora en Argentina (pero no solo en aquel país latinoamericano), defienden la vida, pero no “gritaban ante la quema de brujas o justificaban la Inquisición o las cruzadas, la muerte de herejes o el desmembramiento de indígenas rebeldes”. En aquel momento “no dijeron nada”, afirma Eduardo de la Serna en su artículo, que añade, (idea que comparto), que “el aborto me produce rechazo”, ya que “no es ninguna maravilla”.
También en el estado español, últimamente, ha habido un tenso debate sobre la eutanasia. Hace unos días, en la sesión en el Congreso de Diputados se enfrentaron dos posturas: los partidarios de regularizar la eutanasia y los contrarios a hacerlo.
Lo que me produce una gran indignación es la hipocresía de los que, para combatir la ley de la eutanasia, han invocado la defensa de la vida, cuando uno de estos partidos, el PP (porqué el otro, Vox, estaba dentro del PP), durante la invasión de Irak, el 2003 promovió e impulsó la acción bélica en este país.
Y es que el Sr. Aznar, no lo hemos de olvidar, formó parte del “trío de las Azores”, y por eso participó activamente en las maniobras políticas que impulsaron la acción militar en Iraq, a pesar de la falta de pruebas sobre la existencia de armas de destrucción masiva, una gran mentira, como luego se vio. El partido del Sr. Aznar, que ahora se proclama defensor de la vida y contrario a regularizar la eutanasia, apostó por la guerra, legitimando la invasión de Iraq. En aquel momento ¿el PP defendió la vida, como pretende hacerlo ahora oponiéndose a la eutanasia?
El otro partido que se ha posicionad contra la ley que regula la eutanasia, presenta entre sus 100 medidas urgentes, la “deportación de los inmigrantes ilegales a sus países de origen” (nº 14) y “la eliminación del acceso gratuito a la sanidad para los inmigrantes ilegales” (nº 58), mientras hace una “defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural” (nº 75). ¿El trato vejatorio y xenófobo de este partido con los inmigrantes está en la línea de la defensa de la vida?
Por otra parte, los diputados del PP contrarios a la eutanasia, porque defienden la vida, habrían de recordar la tragedia del Tarajal. Fue el 6 de febrero de 2014, en tiempos del presidente del gobierno Mariano Rajoy, cuando los inmigrantes subsaharianos que llegaron nadando a la costa española, fueron atacados por un operativo de 56 agentes de la Guardia Civil, que les dispararon 145 pelotas de goma. 15 de aquellos inmigrantes murieron ahogados mientras intentaban eludir la acción de la Guardia Civil. Y ahora la Justicia ha archivado la causa contra los guardias civiles del caso Tarjal. ¿No se había de defender la vida de estos inmigrantes? Y el PP condenó esta tragedia? Y el Sr. Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior en aquel momento (tan católico) defendió el derecho a la vida de aquellas persones?
Por eso, utilizando el título del artículo del sacerdote Eduardo de la Serna, también me parece una hipocresía escuchar a los que hablan de “vida” y de “no matarás” y ayer declaraban la guerra a Irak y hoy desprecian y persiguen a los inmigrantes.
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