Sant Vicent Ferrer y la Iglesia en valenciano "Los cristianos valencianos no podemos rezar ni celebrar la Eucaristía en valenciano"
"En el País Valenciano, los sacerdotes (con pocas excepciones) continúan evangelizando como si viviéramos en la diócesis de Málaga o en la de Salamanca"
"La Iglesia Valenciana, que tiene como misión servir el Evangelio en nuestra sociedad y en el País Valenciano, continúa ignorando la lengua de nuestro Pueblo"
El papa lo expresa de una manera muy clara cuando dice que el Pueblo de Dios “se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene su cultura propia”
"¿Por qué a los valencianos se nos obliga a dejar nuestra lengua a la puerta de los templos?"
El papa lo expresa de una manera muy clara cuando dice que el Pueblo de Dios “se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene su cultura propia”
"¿Por qué a los valencianos se nos obliga a dejar nuestra lengua a la puerta de los templos?"
Como cada año, hoy lunes de la segunda semana de Pascua los valencianos celebramos la fiesta de Sant Vicent Ferrer, patrono del País Valenciano. Y es en este día cundocobran una gran actualidad las declaraciones del cardenal brasileño Claudio Hummes, un obispo con “olor a oveja” y muy cercano al papa Francisco, que defiende la necesidad que la Iglesia se encarne en la cultura de cada pueblo.
En una entrevista de 2016 a Radio Vaticana, el cardenal Hummes, presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonia, defendía la importancia de la inculturación de la Iglesia. Por eso el cardenal Hummes comentaba que en la diócesis brasilleña de Sâo Gabriel da Cachoeira, ya se había traducido el Nuevo Testamento a tres o cuatro lenguas indígenas. Y también comenzó a traducirse un esquema de la misa en una de las lenguas locales.
En esta entrevista, el cardenal Hummes reconocía que el papa Francisco está de acuerdo con las traducciones a las lenguas indígenas, cosa que supondrá un cambio drástico en la Evangelización, ya que ahora (como es lógico), serán los misioneros los que habrán de aprender las lenguas locales, contrariamente a lo que se hacía hasta ahora, donde, por ejemplo, los cristianos indígenas del Brasil estaban obligados a aprender portugués. Como los cristianos valencianos que no podemos rezar ni celebrar la Eucaristía en valenciano.
El cardenal Claudio Hummes (que al conclave le dijo al cardenal Bergoglio cuando fue elegido obispo de Roma: “No te olvides de los pobres”), ha defendido el derecho de los indígenas a que el Evangelio esté encarnado en la propia realidad. Por eso en Brasil ya no será necesario dejar de ser indígena para ser cristiano. Al contrario: los indígenas podrán ser cristianos en la propia cultura, sin tener que dejar su lengua.
En el País Valenciano, los sacerdotes (con pocas excepciones) continúan evangelizando como si viviéramos en la diócesis de Málaga o en la de Salamanca. La Iglesia Valenciana, que tiene como misión servir el Evangelio en nuestra sociedad y en el País Valenciano, continúa ignorando la lengua de nuestro Pueblo. Los obispos y los presbíteros valencianos (con honrosas excepciones) ignoran la Constitución Dogmática “Sacrosanctum Concilium” del Vaticano II por lo que respecta a la inculturación de la Iglesia y al uso de la lengua vernácula.
Es en todos los países (a excepción del País Valenciano) que la Iglesia ha asumido la lengua y la cultura de los pueblos des de la China a Zimbabwe, y desde Japón a Alemania. Y es que como ha dicho el papa Francisco en la exhortación “La alegría del Evangelio”, la Iglesia “encuentra la manera que la Palabra se encarne en una situación concreta” (E.G. 24). El papa, en este texto nos propone “una opción misionera capaz de transformarlo todo, porque las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial, se convierten en un camino adecuado para la evangelización del mundoactual” (E.G. 27).
El papa lo expresa de una manera muy clara cuando dice que el Pueblo de Dios “se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene su cultura propia”. Y también: “Cada pueblo en su futuro histórico, desarrolla su propia cultura con legítima autonomía” (E.G.115). Y: “En la inculturación, la Iglesia introduce los pueblos con sus culturas en su misma comunidad, y toda cultura proponga valores y formas positivas” (E.G.116). Ytodavía: “La Iglesia asumiendo los valores de las diversas culturas, es la novia que se engalana con sus joyas” (E.G. 116). Y finalmente, el papa nos dice: “En estos dos milenios de cristianismo, una gran cantidad de pueblos han recibido la gracia de la fe, las han hecho florecer en su vida cuotidiana y la han transmitido según sus modelos culturales”. (E.G.116)
Si cada pueblo tiene su cultura, ¿por qué la cultura de los valencianos no es reconocida por la Iglesia? ¿Por qué a los valencianos se nos obliga a dejar nuestra lengua a la puerta de los templos? ¿Por qué la mayoría de los sacerdotes valencianos continúan marginando la lengua del Puebloque han de servir?
El 30 de septiembre del año pasado, con motivo de los 1600 años de la muerte de San Jerónimo, el papa Bergoglio dio a conocer la Carta Apostólica, “Scripturae Sacrae affectus”, un texto donde el papa elogiaba a este Padre de la Iglesia, traductor de la Vulgata. En su Carta el papa loaba “el trabajo de traducción de Jerónimo”, que “nos enseña que los valores y las formas positivas de cada cultura representan un enriquecimiento para toda la Iglesia”.
El papa también elogiaba las traducciones de la Biblia a las diversas lenguas, ya que “los diferentes modos en que la Palabra de Dios se anuncia, se comprende y se vive con cada nueva traducción, enriquecen la Iglesia, ya que (según la conocida expresión de Gregorio el Grande), crece con el lector, recibiendo a lo largo de los siglos nuevos acentos y nueva sonoridad”. A excepción del acento valenciano, ya que nuestros obispos no permiten que utilicemos nuestra lengua en los templos.
El papa Francisco en esta Carta Apostólica, nos dicetambién que “la inserción de la Biblia y del Evangelio en las diferentes culturas, hace que la Iglesia se manifieste, cada vez más, como “sponsa ornata monilibus suis” (Is 61:10) y testimonia que la Biblia necesita ser traducida constantemente a las categorías lingüísticas y mentales de cada cultura”.
Hoy en la fiesta de San Vicent Ferrer, tiene una gran actualidad esta Carta Apostólica del papa Francisco, sobre todo en unas palabras que parecen que estén dirigidas a los obispos valencianos: “Cuantos juicios temerarios, cuantas condenas y conflictos surgen del hecho de ignorar el idioma de los demás y de no esforzarnos, con tenaz esperanza, en esta prueba infinita de amor que es la traducción”.
El papa també elogia a “los misioneros, a los cuales debemos el precioso trabajo de publicar gramáticas, diccionarios y otros elementos lingüísticos que ofrecen las bases de la comunión humana”. Por eso el papa dice que “es necesario valorar todo este trabajo”, como lo ha sido el que ha realizado la Acadèmia Valenciana de la Llengua,traduciendo el Misal Romano al valenciano, y que los obispos ignoran desde hace años.
Por lo que perece, el elogio que hace el papa de las traducciones no vale para el valenciano, ya que nuestros obispos continúan sin utilizar ni introducir nuestra lengua en la liturgia.
Los obispos y los presbíteros valencianos habrían de hacer caso de las palabras del P. Claudio Acquaviva d’Aragona (1543-1615), Prepósito General de la Compañía de Jesús, elegido en 1581 en la IV Congregación General. El italiano P. Acquaviva, con sentido común, escribía al P. Villar una carta, con fecha de 21 de noviembre de 1595, donde le decía: “El fruto de las misiones que los nuestros hacen en Cataluña, Valencia y Mallorca dicen sería mucho mayor, si predicasen en lengua natural de la tierra, que no predicando en castellano, como hacen otros religiosos. Deseo que V. R. lo encomiende muy de veras a los que fuesen a las misiones por aquellas tierras, pues ya que trabajan, lo deben de hacer en aquel modo que se pueda recoger mayor fruto”.
¿No es hora ya que en el País Valenciano el Evangelio sea proclamado en la lengua de San Vicent Ferrer? ¿No es hora ya que los obispos valencianos, con valentía y audacia, apuesten por la liturgia en valenciano y defiendan la recuperación de nuestra lengua en la Iglesia?
Que San Vicent haga el milagro que los obispos valoren y promuevan el valenciano en nuestra Iglesia. Amén.