¡No dejemos de ser don en Cristo, para que su gloria brille siempre en nosotros! ¡¡¡Resucitó, Aleluya!!! El Don de la vida en plenitud
"Ellas, querían estar con Jesús, al seguirlo en la tierra como Maestro, están con Él ahí en el sepulcro, y van con los discípulos a Galilea porque ahí lo verán"
Las mujeres fueron muy de mañana al sepulcro y encontraron removida la piedra que lo tapaba.
Ellas que habían encontrado su esperanza de vida en Jesucristo, que las enamoraba con su trato lleno de ternura, de verdadero amor, valorando y cuidando lo que cada una de ellas significaba.
No había pecado u oscuro pasado que Él no pudiera borrar, como el caso de María Magdalena.
En Él quedaban limpias, ligeras y además muy felices, sintiéndose amadas.
En Jesús encontraron al amor de sus vidas, sintiéndose comprendidas, escuchadas, sin ser juzgadas, y sí acogidas con sus historias.
Con Jesús empezaban un nueva historia, llena de luz y esperanza.
Por eso, al haber estado en su crucifixión, se les rompió el corazón de esa esperanza que tocaban y sentían al ir detrás de Él.
La Resurrección les marca el paso
Por eso la resurrección de Jesús les marca el paso para querer seguirlo hasta la vida eterna.
Nuestro seguimiento de Jesús se ilumina con la resurrección para poder superar los quebrantos propios que nos traen las pruebas difíciles de la vida.
Aquí en la tierra todo es transitorio, nada es definitivo , lo sabemos, aunque nos cuesta aceptarlo, por eso en Jesucristo, nuestro seguimiento se ilumina con firme esperanza de caminar a lo definitivo.
Ellas, querían estar con Jesús, al seguirlo en la tierra como Maestro, están con Él ahí en el sepulcro, y van con los discípulos a Galilea porque ahí lo verán.
Lo importante es estar ahí donde Jesús está y se manifiesta, porque Él llena de sentido nuestra vida como un gran Don.
Siempre estamos en el Don de la vida, caminamos en esa donación de amor para recibir el don de los dones, que es resucitar con Cristo, a quien queremos servir, seguir, como camino verdad y vida.
¡No dejemos de ser don en Cristo, para que su gloria brille siempre en nosotros!
Jesús se encarna porque quiere estar con nosotros y nos quiere llevar con Él, basta que queramos estar con Él.
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