Liturgia del 30º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)
Comentario inicial de Jairo:
¡Vaya evangelio el de hoy! ¿Hemos aprendido algo? ¡Pero si toda nuestra vida católica está montada sobre jaulas y lazarillos de los que no sabemos desprendernos! La vista física es importante, pero mucho más la vista interior, es decir, la conciencia profunda que nos permite distinguir entre el bien y el mal. Pero de eso poco se habla...
¿Y qué tal la vista de la inteligencia que es la COHERENCIA? ¿Somos coherentes en nuestra Religión? De ninguna manera. Estamos rodeados de idolatrías, sortilegios, magias, milagros y una larga lista de esperpentos. Mientras no sepamos MIRAR la coherencia de Jesús y su misión humanizadora seguiremos perdidos y ciegos.
Hoy, sin ir más lejos, nos proponen la carta a los HEBREOS de Pablo. Y nos vuelca una "doctrina judía", porque Pablo era "humano" y "no divino", y naturalmente tenía incrustadas las gafas oscuras de su tiempo primitivo y su religión. Por eso nos suelta: "Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los PECADOS".
¿De verdad el Abba necesita todo eso para perdonar? ¿Qué nos mostró Jesús en el "hijo pródigo", por ejemplo? ¿No hemos descubierto todavía que el Padre nos tiene perdonados y amados desde la eternidad? ¿Estamos ciegos?
Pablo escribe desde su "ceguera primitiva" (una religión pasiva) y su "ceguera judía" (una religión teocrática e imperfecta). Pero nosotros hoy, ciegos de incoherencia, IDOLATRAMOS esas cegueras y confesamos que son "palabra de dios" (no puedo escribir mayúscula) poniendo por encima la "ceguera de Pablo" a la "visión de Jesús".
Sin querer VER y LIBERTAD para abrir los ojos (saltar de los establecido y tirar el manto de lo aprendido), seguiremos ciegos sin remedio.
La REALIDAD es que a Jesús no le decimos "quiero ver". Lo que le decimos y hacemos es: "quiero VER y HACER lo que los jerarcas me mandan".
¿A eso lo llamas FE? Eso se llama SOMETIMIENTO a las cegueras humanas de ciegos encumbrados en sus incoherencias.
30º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
MONICIÓN DE ENTRADA
Damos gracias a Dios de todo corazón por el don de la vista, todos nosotros que hemos recibido del mismo Dios ojos sanos y claros.
Pero hoy el Señor nos pregunta: ¿Veis con los ojos del corazón lo que os estoy diciendo? ¿Veis el camino que os he mostrado? ¿Veis a la gente que he puesto en vuestro camino, y sois conscientes de sus hambres y necesidades? ¿Veis la belleza del mundo que yo creé, y estáis dispuestos a conservarlo como una maravilla para vosotros y para vuestros hijos? En esta eucaristía vamos a abrir nuestros ojos para aprender a VER a Dios y a su pueblo.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Después de la vida, lo más grande que Dios nos ha dado no son los bienes materiales, sino nuestras cualidades y dones, que debemos hacer crecer y poner al servicio de todos. Por ello comenzamos dándole gracias por ellas y comprometiéndonos a ponerlas a producir.
Nos comprometemos a vivir la PAZ, la paz que nos da sentirte en nuestro interior y que debe manifestarse buscando siempre la paz con los demás. Por eso decimos:
Nos comprometemos Señor
Nos comprometemos a vivir la FELICIDAD, que Tú nos das cuando te sentimos dentro y que no depende de circunstancias exteriores. Por eso decimos:
Nos comprometemos Señor
Nos comprometemos a vivir el AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y nos impulsas a comunicarlo con nuestro comportamiento hacia los demás. Por eso decimos:
Nos comprometemos Señor
Dios Padre Amoroso TIENE misericordia de nosotros, comprende nuestros fallos y nos guía de su mano a la vida eterna. Amén.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS
ORACIÓN COLECTA
¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!
Que sea consciente de las cegueras que salen a mi encuentro.
Que esté dispuesto, siempre que haga falta, a reconocer que el mejor oftalmólogo para mis ojos eres Tú.
Que la escucha del Evangelio es la mejor receta, la eucaristía el colirio más saludable y certero, la oración la mejor intervención quirúrgica para saber hacia dónde y cómo mirar, una iglesia la mejor consulta para la miopía.
¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!
Que es el mundo el que, al borde del camino, necesita una palabra de aliento.
Que es la humanidad despistada y envilecida la que debe ver que está vacía.
Que es el ser humano el que quiere y no puede dirigirse en la dirección adecuada.
Que es la tierra, en un afán de verlo y entenderlo todo, la que se niega a ver a Dios.
Que somos muchos los que queremos estrenar “tus gafas nuevas” para andar por caminos nuevos sin miedo a caernos.
No queremos ser como aquel hermano nuestro que, no reconociendo la disminución de su vista, al pasar por delante de una consulta médica y confundiendo un árbol con un peatón le dijo: "yo no necesito ningún oftalmólogo… gracias a Dios veo muy bien".
La FE coherente, entre otras cosas, son los OJOS para situarse ante las personas, ante los acontecimientos de la vida, ante nosotros mismos, ante las dificultades o los éxitos, etc. con una dimensión más profunda y verdadera: JESÚS.
Lectura del libro de Jeremías (31,7-9):
Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.»
Salmo 125
R/. El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-6):
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy». O, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,46-52):
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara.
Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
HOMILÍA
Preparando la homilía de hoy me he encontrado con esta preciosa oración, que a mi parecer refleja muy bien el mensaje del evangelio de hoy. Escuchadla con atención y sacad vuestras propias conclusiones:
<< ¿Sabes, Señor? Yo me pregunto si te agrada, si estás muy de acuerdo con que nos pongamos de rodillas, aunque sea ante el sagrario, aunque sea ante la cruz el día de viernes santo… yo me pregunto si no nos miras con más satisfacción, cuando nos ves de pie; si no es mejor postura de adoración el estar de pie, no por un orgullo desafiante de quien no se doblega, ni baja la cabeza ni siquiera ante ti, sino porque es la postura a la que nos llama el Abba: la postura que tú pediste para toda persona... y por eso te mataron.
Yo me pregunto, Señor, si esa postura tan reverente de ponernos de rodillas con la cabeza inclinada, no está reflejando una postura de estar curvados sobre nosotros mismos; de poder decir a Dios, mira, así estoy por ti (una forma de pasar facturas).
Es cierto que, desde nuestro amor propio, nos resulta mucho más fácil arrodillarnos y bajar la mirada, que permanecer en pie y mirar a unos ojos que nos miran con una misericordia y amor infinitos.
Yo creo que, si volvemos la mirada a ti, Jesús, que te jugaste la vida por poner a toda persona en pie (especialmente a los que estaban humillados), por decirnos qué y cómo es eso de ser hijos; si la volvemos al Abba, de entrañas de misericordia, que nos llama a ser hijos, la postura correcta, la verdadera postura de adoración y reconocimiento hacia ti, la que tú esperas, es el vernos de pie y caminando >>.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, la curación de Bartimeo interpela nuestro modo de mirar, a veces, tan lejano del modo de mirar de Jesús y tan necesitado de curación. Oremos.
Seamos unos para otros cauces de salud y bienestar
• Anhelamos una Iglesia de mirada limpia, de gesto sencillo, de paso cercano, de mano tendida, de amor compasivo, de misericordia infinita.
Seamos unos para otros cauces de salud y bienestar
• Anhelamos unas comunidades religiosas y parroquiales de puertas abiertas, de palabra oportuna, de abrazo cálido, de acogida generosa, de misa y mesa compartidas.
Seamos unos para otros cauces de salud y bienestar
• Anhelamos hombres y mujeres empeñados en la construcción de otro mundo y otra sociedad más habitable y amable para todos.
Seamos unos para otros cauces de salud y bienestar
• Anhelamos una Casa común cuidada, protegida, donde cada uno tengamos nuestro lugar, nuestra dignidad, nuestros derechos y compromisos en favor del bien común.
Seamos unos para otros cauces de salud y bienestar
• Anhelamos unas relaciones inter generacionales que favorezcan el cuidado de unos y otros; con miradas que rescaten siempre, con presencia que eviten soledades, consuelen penas y compartan alegrías.
Seremos unos para otros cauces de salud y bienestar
Padre bueno, queremos que nuestros ojos vean siempre lo mejor del otro, que nuestra mirada posibilite nuestra mejor versión humana y creyente. Te damos las gracias por la mirada de tu Hijo Jesús que nos bendice y recrea. Amén.
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Junto con el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo humilde de las mujeres y los hombres, te ofrecemos Señor nuestros ojos, los ojos de nuestro corazón que quieren verte en nuestro interior, en las personas que tenemos al lado, en los necesitados y en la Creación. PJNS
PREFACIO
El Señor ESTÁ con vosotros…
Levantemos el corazón…
DAMOS gracias al Señor nuestro Dios…
Te damos las gracias, Señor,
porque de Ti viene la fe que tenemos.
Nosotros te aceptamos como Dios,
y también a Tu Hijo Jesús,
que vino a vivir con nosotros.
Pero a veces parecemos ciegos
que no queremos ver la verdad.
A veces somos fanáticos seguidores
que no vemos el verdadero camino.
Hoy queremos tenerte cerca para que tu luz
nos ilumine,
para conocer a Tu Hijo Jesús,
que es uno de los nuestros.
Por todo esto te damos las gracias,
y junto a los santos y personas de buena voluntad
te alabamos diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO…
CONSAGRACIÓN y PLEGARIA
Te glorificamos, Padre Santo,
porque estás siempre con nosotros
en el camino de la vida,
sobre todo, cuando Jesús, tu Hijo, nos congrega
para el banquete pascual de su amor.
Como hizo en otro tiempo
con los discípulos de Emaús,
él nos explica las Escrituras
y parte para nosotros el pan.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
El mismo Jesús antes de su Pasión y muerte
se sentó a la Mesa con sus discípulos,
tomó un pan te dio gracias
y se lo repartió diciendo:
TOMAD y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:
TOMAD y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA ILUMINAR VUESTRAS VIDAS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Éste es El Sacramento de Nuestra Fe.
Por eso, Padre de bondad,
celebramos ahora
el memorial que Jesús nos encargó,
y proclamamos la obra de tu amor:
Cristo, tu Hijo, a través del servicio
y la entrega de su vida
ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha.
Señor, Padre de misericordia, Tú derramas sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo.
Fortaleciéndonos a cuantos nos disponemos a recibir el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo para que, unidos al Papa Francisco y a nuestro Obispo N… seamos uno en la fe y en el amor.
Nos das entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspirándonos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayudándonos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido.
Tu Iglesia, Señor, quiere ser un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.
Gracias una vez más porque
has acogido en tu casa del Cielo
a nuestros hermanos difuntos...
todos nuestros familiares, amigos
y fieles difuntos de esta Comunidad
Y ahora, Padre santo, nos unimos a toda tu creación
para brindar por tu mayor gloria y por la germinación de tu Bondad en nuestro mundo,
en la feliz compañía de tu hijo Jesús,
unidos a nuestra Madre María, a su esposo San José
a los apóstoles, a los santos y a todas las personas
de buena voluntad diciendo
Por Cristo con él y en él…
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Confesamos nuestra fe en Dios, que nos salva de la esclavitud. Que nos hace libres, y está siempre presente en favor de todos nosotros.
Creemos que ser discípulos de Jesús es seguir su ejemplo y vivir para los demás, y que esto significa ayudar a personas concretas. Sabemos que esto exige colaboración, complicarse la vida en el mundo en que vivimos.
Sabemos que la fraternidad exige creer en los valores del hombre: igualdad, dignidad, libertad...
Sabemos que no alcanzamos a ser cristianos auténticos sin la ayuda de Jesús.
Por esto nos abrimos a tu Espíritu, Señor, que cura nuestras cegueras, ayudándonos a creer con los ojos abiertos y a seguirte con plena libertad. Amén
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.