Liturgia del 10º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)
INTRODUCCIÓN
Hoy tocamos 2 temas esenciales de nuestra religión, oscurecidos por los ríos de tinta de calamar con que se han agitado, complicado y confundido:
- La BUENA NOTICIA: ¿Pero qué es esa dichosa nueva? Pues sencillamente: ¡Qué somos HIJOS de un Dios que es Padre! Y por tanto nos quiere y trata como hijos ¡Fuera el Tirano del AT!
- El PECADO contra el ESPÍRITU SANTO: Aquí no solo tinta de calamar, aquí disparates de toda clase de oscuridad y complejidad que nos ha cocinado la tradición.
Ese pecado no es más que abandonar la INTELIGENCIA y consiguiente COHERENCIA con que hemos sido creados los seres humanos. "No hay peor ciego que el que no quiere ver". O como decía mi abuelo: "Sabios me maten y burros no me traten".
A eso vino Jesús: A ser LUZ y derramar LUZ. A deshacer "el mal de las tinieblas", que no se perdonan porque solo pueden desaparecer bajo los rayos de la LUZ. Lo dicen claramente los Evangelios.
Lo de la expiación de la cruz, el perdón por la sangre, la salvación conseguida, no son más que "oscuros cuentos judíos" pertenecientes al imaginario del AT y a la imagen del "dios tirano", anterior a la Buena Noticia. Este sí es un "pecado de oscuridad" del que no nos han sabido ni querido sacar. Pura INCOHERENCIA.
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu están con todos vosotros.
MONICIÓN DE ENTRADA
Con frecuencia el misterio del mal nos deja perplejos. ¿Por qué herí a esta persona que me es tan querida? No fue esa mi intención. ¿Por qué hay familias que se pelean y naciones que están en guerra? ¿Por qué hay gente que se niega a perdonar?
¿Por qué toda esta perversa maldad en nosotros y en torno a nosotros?
Como los escritores sagrados reflexionan, el mal ha estado presente desde tiempo inmemorial. Pero nosotros cristianos sabemos que Jesús superó toda maldad y venció a todos los poderes que producen el mal. En Él encontramos perdón, vida y paz. En esta eucaristía nos unimos a Jesús en su sublime victoria.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Comencemos nuestra celebración fijándonos en todo lo bueno que tenemos, sobre todo en las cualidades y dones que Dios Padre nos ha dado. Le damos gracias por ellos y nos comprometemos a seguir poniéndolos al servicio del bien común.
Nos has dado Padre el don de la inteligencia para que a través de ella te conozcamos a Ti, nos sepamos conducir por la vida ordenadamente y construyamos juntos un mundo fraterno. Nos comprometemos a cultivarla para que sea nuestra guía y la podamos poner al servicio del bien común.
Nos comprometemos Señor.
Nos has dado Padre el don de la sensibilidad para descubrir tu presencia en todas las cosas bellas que has creado, para estar atentos a los demás y poder ayudarles. Nos comprometemos a dejarnos sentir toda la bondad que has derramado en este mundo.
Nos comprometemos Señor.
Nos has dado Padre el don del amor. Nos comprometemos a cultivarlo siendo amables, cariñosos y serviciales con todos, en especial con nuestras familias.
Nos comprometemos Señor
Dios Padre Amoroso tiene misericordia de nosotros, comprende nuestros fallos y nos guía de su mano a la vida eterna. Amén.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, tienes piedad de nosotros...
Tú que quitas el pecado del mundo, atiendes nuestras súplicas
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, tienes piedad de nosotros
ORACIÓN COLECTA
Señor, tu gracia y tu amor continuamente nos preceden y acompañan y así todos nuestros trabajos comienzan siempre en Ti como su fuente y tienden siempre a Ti como su fin. PJNS
Lectura del libro del Génesis. [Gén 39-15]
Cuando Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo: «¿Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú
entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre
y comerás polvo toda tu vida;
pongo hostilidad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y su descendencia;
ésta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
Salmo129
R/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
V/. Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi Voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.
V/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.
V/. Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela a la aurora. R/.
V/. Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. [2 Cor 4, 13 — 5, 1]
Hermanos:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos acobardamos, sino que, aún cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos. [Mc 3, 20-35]
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».
HOMILÍA
Terminado ya el tiempo de Pascua y las solemnidades del Señor, volvemos al tiempo ordinario, a seguir caminando tras los pasos de Jesús.
En el evangelio de hoy vemos cómo la gente busca a Jesús, que no se detiene ni para comer. Sabía ver a las personas angustiadas, agobiadas, oprimidas, con miedos y con escrúpulos en sus relaciones con Dios. (Todavía hay muchas personas, incluso religiosas, con grandes escrúpulos y miedos, por una mala educación en la fe). Y Jesús da la “buena noticia”, el mensaje más revolucionario y liberador: Dios es Padre, Abba-Papá. Con solo eso, qué religión tan bonita y profunda podríamos desarrollar.
Y las actitudes que Jesús muestra son efectivamente paternales: Consuela, sana, libera, defiende, enseña, acoge, cura las almas y los cuerpos. Y a algunas personas les fascina, les convence y le siguen; a otras les molesta y escandaliza.
¿Cuál es mi reacción y mi postura ante Jesús?
La reacción de los maestros de la ley, los dirigentes religiosos judíos es de rechazo. No pueden tolerar su actitud libre y liberadora, ni que vaya en aumento el entusiasmo que provoca. Le ven como un intruso en su terreno religioso y directivo. Ellos, y nada más que ellos, son los “amos del Pueblo” y poseedores de la verdad.
¿A los Curas y Religiosos de hoy no nos pasa algo parecido? ¿No miramos a los laicos por encima del hombro, como ignorantes y pecadores? Nuestro Papa Francisco ha lanzado su campaña de FRATERNIDAD (Sinodalidad, la llaman), precisamente para combatir esa “prepotencia clerical”. Todos, todos, todos están llamados en la Iglesia a participar, colaborar e iluminar.
Normalmente Jesús no suele responder a los que le insultan y acechan, pero esta vez responde. No le resulta difícil dejarlos en evidencia y mostrar la falta de lógica de los que le acusan: “Belzebú no puede ir en contra de sí mismo”.
Con esto Jesús nos está invitando a ser valientes, a pensar, a actuar con fortaleza, a caminar, en muchas ocasiones a contracorriente, a luchar contra toda actitud irracional que confunde y divide a las personas.
Vemos también como la familia lo busca. Pero en contra de la interpretación ñoña y piadosa que se hace casi siempre de este pasaje debemos decir que no lo buscan para seguirlo.
La familia era una institución muy importante en la cultura judía. Lo que hacía cada miembro de la familia repercutía en todos. Los familiares de Jesús no entienden lo que hace, su entrega incondicional a los demás, su lucha contra todo tipo de sufrimiento y de injusticia, su exposición ante los religiosos, e intentan que vuelva a casa para que no deshonre y avergüence a su familia.
La escandalosa y rompedora respuesta de Jesús señalan una nueva familia que no tiene nada que ver con la fisiológica y tradicional. Una familia que no se basa en la sangre sino en la fraternidad, el amor y la preocupación de unos por otros.
Deja claro que no son los lazos familiares, ni de religión o de raza los que deciden el auténtico parentesco con él. Sino la escucha de la Palabra de Dios, que nos invita a entrar en lo profundo de nuestro corazón para descubrir allí al Padre, que nos guía, mueve e impulsa.
Finalmente Jesús nos dice algo muy importante: Todo se perdonará, todo está perdonado, menos el pecado contra el Espíritu Santo. ¿Y cuál es?
Pues está muy claro: Quien prefiere la oscuridad a la luz, quien abandona la inteligencia con la que nos han creado y vive inmerso en bulos, calumnias, infamias y todo tipo de incoherencias; quien prefiere dejarse arrastrar por otros en vez de pensar y desarrollar su conciencia profunda.
Por eso nuestro Papa se ha manifestado contra el “clericalismo” (no te dejes arrastrar por el Cura y menos si es prepotente; desarrolla tu propia conciencia a la luz de la inteligencia).
Dios siempre nos proporciona los medios para desarrollarnos como personas, incluso la ayuda de otras personas. Pero NO para colgarnos de ellas y dejarnos arrastrar, sino para que rieguen nuestras raíces y crezcamos hacia la autonomía y libertad con que nos han creado.
Nuestra actitud con los demás será AYUDAR sí, ILUMINAR también, pero nunca ENCADENAR. Perdonadme, ya sé que los Clérigos y Religiosos deberíamos ser los primeros en dar ejemplo. Pero el celo de atar y salvar nos ha llevado en la historia a todo lo contrario. ¡Perdonadnos, por favor!
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, Jesús anuncia y manifiesta la Buena Noticia de que somos “hijos amados”, no pecadores ni desterrados, necesitados de expiar para conseguir el perdón. Oremos.
Queremos ser anuncio de tu amor
• Y que la Iglesia recuerde cómo Jesús resaltaba el compromiso con los hermanos y, en especial, con los más desfavorecidos, frente al mero hecho de contentarnos con cumplir con lo establecido.
Queremos ser anuncio de tu amor
• En nuestras comunidades de fe, anunciando el reino que nos habita, denunciando injusticias, ocupándonos de los que no son valorados en este mundo porque no producen ni son rentables.
Queremos ser anuncio de tu amor
• Acercándonos a los oprimidos y marginados, tratando de eliminar la pobreza y el paro, gritando tantas injusticias de nuestros sistemas de gobierno en este mundo.
Queremos ser anuncio de tu amor
• Acertando a buscar, percibir y ver “milagros” como los de Jesús, que son el resultado del amor, de la libertad, de la esperanza en otro mundo más humano y justo para todos.
Queremos ser anuncio de tu amor
Señor, sabemos que nuestro reto es vivir el “reino de Dios” que nos habita e ilumina, demostrándolo con palabras, con hechos, con una práctica de vida liberadora, aunque cree conflicto, sin amenazas, con misericordia. Amén.
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Te presentamos, Señor, el pan y vino que alimentan nuestra vida diaria; presentamos también nuestras vidas y nuestro deseo de hacerte presente con nuestra entrega a los demás. Al enviar sobre ellos tu Espíritu Santo se convertirán en el signo del Cuerpo y la Sangre de Jesús, que nos invitó a celebrar esta comida que alimenta nuestro espíritu. PNSJ
PREFACIO
El Señor está con vosotros…
Levantemos el corazón…
Damos gracias al Señor nuestro Dios…
Gracias, una vez más, Padre,
por haberte manifestado en Jesús de Nazaret,
que pasó por este mundo haciendo el bien.
Es tu humana encarnación,
por eso, conociéndole, te conocemos a Ti,
siguiéndole, nos sumamos a su lucha por tu Reino.
Asumimos el fuerte compromiso de imitarle,
aunque reconocemos nuestra fragilidad y limitación.
Jesús liberó de ataduras a los que se sentían oprimidos, ayudó a los más necesitados, sanó a los enfermos, defendió a ultranza la causa de los más frágiles de su época, incluidas las mujeres, de las que se dejó seguir y amar,
pero convivió con todos, sin acepción de personas,
comprendiendo y valorando el corazón de la gente,
anteponiendo a la persona frente a la norma y la tradición.
Jesús no se arredró ante las amenazas
y siguió adelante con su misión.
Ahora nos unimos a los santos,
a las personas generosas y de buen corazón
para proclamar tu Misericordia
diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
Te glorificamos, Padre Santo,
porque estás siempre con nosotros
en el camino de la vida,
sobre todo, cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega
para el banquete pascual de su amor.
Como hizo en otro tiempo
con los discípulos de Emaús,
él nos explica las Escrituras
y parte para nosotros el pan.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Jesús en su última comida con sus amigos
tomó un trozo de pan, lo partió y se lo paso
diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
Haced esto en conmemoración mía.
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Por eso, Padre de bondad,
celebramos ahora
el memorial que Jesús nos encargó,
y proclamamos la obra de tu amor:
Cristo, tu Hijo, a través del servicio
y la entrega de su vida
ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha.
Señor, Padre de misericordia, derramas sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo.
Fortaleces a tu pueblo con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y nos renuevas a todos a su imagen.
Derramas tu bendición abundante sobre el Papa Francisco, sobre nuestro Obispo N… y sobre todos tus hijos.
Para que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; preocupándonos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y mostrándoles así el camino de la salvación.
Gracias una vez más porque
has acogido en tu casa del Cielo
a nuestros hermanos difuntos ...
todos nuestros familiares, amigos
y fieles difuntos de esta Comunidad
Y ahora, Padre santo, nos unimos a toda tu creación
para brindar por tu mayor gloria y por la germinación de tu Bondad en nuestro mundo,
en la feliz compañía de tu hijo Jesús,
unidos a nuestra Madre María, a su esposo San José
a los apóstoles, a los santos y a todas las personas
de buena voluntad diciendo
Por Cristo con él y en él…
PADRENUESTRO
Padre y Madre nuestra
en quien somos y vivimos.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo
Tú nos das hoy
nuestro pan de cada día.
Tú perdonas nuestros pecados
y nosotros queremos perdonar
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú tienes piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú tienes piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú nos das la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Por los caminos del mundo Tú has pasado diciendo la verdad.
Por los caminos de la tierra Tú has sido peregrino y mensajero del Padre.
Por los caminos de la historia Tú has estado atento a los signos de los tiempos.
Por los caminos de los pobres Tú has hecho la voluntad del Padre.
Por los caminos de Dios Tú has ido al encuentro de todos, hijos y marginados.
Por los caminos de la periferia Tú has anunciado la Buena Noticia.
Por los caminos de los hermanos Tú has hecho el camino hacia el Padre.
Por los caminos de la vida Tú mismo has hecho tu propio camino.
Por tus caminos, llévame, Señor. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.