Mons. Ojea llama a sus pares a enriquecerse con la diversidad de experiencias 120ª Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino: avanzar en diálogo y sinodalidad
Mons. Ojea se ha referido a Ecclesiam Suam de San Pablo VI, que habla del diálogo como modo de relación de Dios con la humanidad
En Argentina “todo es controversial. La primacía de las emociones y las pasiones divide familias y amigos. En este clima se hace muy difícil pensar y escuchar”
Fratelli tutti invita “a reconstruir espacios de encuentro y de diálogo”, que hace ver que “hemos sido creados para el encuentro y la relación”
Fratelli tutti invita “a reconstruir espacios de encuentro y de diálogo”, que hace ver que “hemos sido creados para el encuentro y la relación”
Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad
El episcopado argentino está reunido para llevar a cabo su 120ª Asamblea Plenaria, que tiene lugar de 2 a 6 de mayo en la Casa de Retiros “El Cenáculo”, en la localidad de Pilar. Son convocados los 15 arzobispos y 81 obispos titulares y auxiliares que forman parte del episcopado, e invitado el Nuncio Apostólico y 43 arzobispos y obispos eméritos.
En su homilía de la Misa de apertura, Mons. Oscar Vicente Ojea, Obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina ha comenzado refiriéndose a la Ecclesiam Suam de San Pablo VI, que habla del diálogo como modo de relación de Dios con la humanidad, algo que comienza con la Creación y continúa con la Encarnación, en la que “no envió Dios a su hijo para juzgar al mundo sino para que el mundo se salve por Él”. En Ecclesiam Suam, aparecen cuatro características del diálogo, ha hecho ver el presidente del episcopado argentino, que debe ser claro, confiado, sencillo y prudente, explicando lo que significa cada uno de esos elementos.
Pero ese diálogo, muchas veces “fracasa o se hace imposible llevarlo adelante”, afirmó Mons. Ojea que cito la liturgia de la Palabra del día como una prueba de eso, cuando el testimonio de Estaban, en la antesala de su martirio, “no quiere ser comprendido por algunos miembros de una sinagoga y al no poder triunfar en la discusión, sobornan a algunos para que mientan y acusen a Esteban de blasfemar contra Dios y contra Moisés”, algo que se repite hoy, con “operaciones de prensa” con las que “en poco tiempo instalan la mentira, excitan al pueblo y provocan el arresto de Esteban y la violencia que se seguirá con él”.
Un diálogo también presente en el pasaje del Evangelio del Día, donde Jesús “está hablando de la necesidad de la adhesión a su persona por la fe y ellos lo buscaban o para ser testigos de otros milagros o para convertirlo en rey temporal”.
A partir de las lecturas, el obispo de San Isidro ha reflexionado sobre “un contexto nacional y mundial reticente al diálogo y afecto al monólogo”. En Argentina “todo es controversial. La primacía de las emociones y las pasiones divide familias y amigos. En este clima se hace muy difícil pensar y escuchar”, ha destacado. La consecuencia es que “nos llenamos de rencores y nos alejamos unos de otros. Muchas veces elegimos el silencio en nuestros encuentros y preferimos por temor al conflicto, evadirnos con temas triviales, aunque es difícil encontrar algunos en los que no haya controversia”.
A nivel internacional ha citado la realidad de la guerra y sus consecuencias humanitarias, haciendo ver que se puede “ir blindando nuestro corazón para sucesos tan tremendos como las muertes diarias de tantos, en especial la muerte de niños, la desesperación de los refugiados…”. Junto con ello se ha referido al enriquecimiento de unos pocos a costa de la guerra.
Para reconstruir espacios de encuentro y de diálogo, la alternativa se puede encontrar en Fratelli tutti, una reflexión presente en el programa de la Asamblea, que invita “a reconstruir espacios de encuentro y de diálogo”, que hace ver que “hemos sido creados para el encuentro y la relación”.
Desde ahí surge la fraternidad, que tiene como fundamento el diálogo, que se genera en “actitudes sencillas y cotidianas que crean la atmosfera de humanidad”. Frente a ello la agresividad, que crece en épocas de crisis como consecuencia del individualismo, que demanda amabilidad, buscar puntos de contacto.
Mons. Ojea ve el diálogo como “el corazón del proceso sinodal al que la Iglesia es convocada”, algo que se va a llevar a cabo de forma práctica en la Asamblea. De hecho, “la Conferencia Episcopal es una expresión dialogal de colegialidad y comunión”, ha insistido su presidente. El objetivo del diálogo es “el discernimiento de la voluntad de Dios para nuestro pueblo”, afirmando que “tenemos la responsabilidad de dialogar para llegar juntos a la manifestación de algunos indicios del querer de Dios para nosotros, para su pueblo que peregrina en la Argentina”.
Eso es visto como responsabilidad y como gracia, para lo que ha pedido la intercesión de la patrona del pueblo argentino, la Virgen de Lujan, para que “nos ilumine en estos días para enriquecernos con la diversidad de nuestras experiencias y miradas y alegrarnos por descubrirnos nuevamente renovados en la gracia de la comunión fraterna”.
El primer paso de una Asamblea que, con el fundamento de Fratelli tutti busca profundizar el camino sinodal. En la Asamblea se harán presentes el presidente del Celam, Mons. Miguel Cabrejos, y el Secretario General, el argentino Mons. Jorge Lozano, que el día 5 acompañarán los trabajos, dentro de las visitas que están realizando a las distintas Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe.