Una carta firmada por la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, dirigida a Mons. Launay Saturné, arzobispo de Cap-Haïtien y presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, muestra la honda preocupación ante “el secuestro abusivo y criminal de 5 sacerdotes, 2 religiosas y 3 laicos, presuntamente a manos del grupo ‘400 Marozo’, en la ciudad de Croix-des-Bouquets”.

Los secuestros pidiendo rescate, en este caso un millón de dólares, como ha denunciado la Conferencia Episcopal de Haití, se han convertido en algo común en los últimos meses, en un país donde las autoridades han perdido el control de la situación.

Desde el CELAM “levantamos nuestras voces para rechazar con todas nuestras fuerzas este acto cruel e inhumano que pone en riesgo la salud y la vida de diez personas que han dedicado su vida al servicio de Dios y del prójimo”, afirma el texto.

Según los obispos, se rechaza con convicción el hecho que alguien pueda “arrogarse el derecho a privar al otro de su libertad personal”, algo que se agrava ante el hecho de que se trate de un “secuestro extorsivo”, que solo pretende “obtener un rescate a cambio de la libertad de personas inocentes”.

En el escrito se exige “que liberen inmediatamente a estos hermanos, injustamente privados de su libertad”, pidiendo a las autoridades “denodados esfuerzos a fin de lograr la pronta libertad de estos hermanos”. Los secuestrados se encontraban la mañana del Domingo de Misericordia recibiendo a nuevo párroco en la zona donde fueron interceptados.

Desde la oración, la presidencia del CELAM, señala que “abrazamos al hermano pueblo de Haití, y compartimos su dolor profundo por este triste acontecimiento y por el sufrimiento de este querido país que no encuentra todavía caminos de superación a la crisis que se viene prolongando desde hace varios años y que se ha agudizado en este tiempo de pandemia, que azota especialmente a las personas empobrecidas y marginadas”.

El presidente del episcopado haitiano, que hoy inicia su 134ª Asamblea Plenaria Ordinaria ha respondido diciendo que recibe con “alegría y gratitud el comunicado de solidaridad de la Presidencia del CELAM”, habiéndolo compartido con sus hermanos obispos. La nota del CELAM “nos dio alivio y alegría de pertenecer a esta gran familia que es la iglesia”, según Mons. Saturné, que dice mantener “contactos muy cerrados con las familias y congregaciones involucradas en esta situación inhumana para reconfortar y buscar caminos de salida hacia la liberación de las personas secuestradas”.