Foro en la ONU sobre Cuestiones Indígenas y Campamento Tierra Libre La Iglesia brasileña se hace presente en una movilización indígena en Nueva York y Brasilia
En Brasil se ha instalado un clima en que los pueblos indígenas están siendo atacados con refinamientos de crueldad y discursos políticos racistas
"Las políticas del actual gobierno están fundadas en tesis integracionistas, etnocidas y genocidas"
Sonia Guajajara pide en la ONU intensificar el boicot a los productos del agronegocio que provengan de áreas en conflicto
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Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
En esta semana se han realizando dos eventos que muestran la fuerza de esa lucha, por un lado el 15º Campamento Tierra Libre, que desde 2004 reúne en Brasilia a los pueblos indígenas de todo el país, y por otro la 18ª Sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestión Indígena, en Nueva York. En ambos casos están presentes representantes del CIMI y de la Red Eclesial Pan Amazónica - REPAM.
En el evento en la ONU, la delegación brasileña fue recibida por el representante permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Bernardito Auza, encuentro muy agradable, según Mons. Roque Paloschi, Presidente del CIMI y Arzobispo de Porto Velho, así como por el asesor especial del Secretario General de la ONU sobre la prevención de genocidios y crímenes de atrocidad en el mundo, donde también estaba presente el Vice procurador de la República, Luciano Maia, momento en que se abordaron cuestiones en relación con la situación de los pueblos indígenas en el país.
En el marco del Foro están sucediendo actividades paralelas como la realizada en la Universidad Benjamin N. Cardozo, donde los representantes indígenas, entre ellos Erileide Domingues, Guaraní Kaiowá, el salesiano Justino Sarmento Rezende, indígena Tuyuka, asesor del Sínodo para la Amazonia, el cacique Jair Seixas Maraguá y Gilderlan Rodrigues da Silva, coordinador del CIMI, hablaron un poco de la realidad de los pueblos indígenas en Brasil y la gran preocupación que se vive ante la actual coyuntura. Junto con ellos, hizo su intervención, vía teleconferencia, Fernanda Bragato, de la Unisinos, evaluando el actual gobierno brasileño en relación a los pueblos indígenas.
En la sede de la ONU, Mons. Roque Paloschi, denunció la invasión de las tierras indígenas en Brasil, "explotadas exhaustiva e ilegalmente y con alarmantes procesos de degradación ambiental". Junto con eso, el arzobispo ha denunciado que "hay cientos de comunidades indígenas que sobreviven sin tierras".
En Brasil se ha instalado un clima en que "los pueblos indígenas están siendo atacados con refinamientos de crueldad, discursos políticos racistas, que los asocian al "enemigo a ser combatido", impedimentos para el desarrollo, y" invasores "en sus propias tierras", ha enfatizado Mons. Paloschi, criticando al gobierno actual, que en poco más de 100 días "no hubo una sola semana, en la que no se registraron ataques a los derechos y las personas indígenas", una situación que comenzó el primer día, en que "el actual presidente editó la Medida Provisional 870/2019, que retiró la FUNAI, órgano indigenista oficial, transfiriéndola del entonces Ministerio de Justicia al recién creado Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos”, lo que está provocando una verdadera catástrofe.
El Presidente del CIMI ha denunciado que "ninguna tierra indígena fue demarcada este año y los procesos, en la práctica, están paralizados". Frente a ello, "verificamos una intensificación de la invasión de las tierras indígenas y del robo de los territorios". Además de eso, critica la postura del actual presidente que "en una actitud por lo menos irrespetuosa, da a entender que no tiene conocimiento de que las tierras indígenas son bienes de la Unión, es decir, del Estado Brasileño, destinadas al usufructo exclusivo de los pueblos indígenas" , pasando por encima de la propia Constitución, un hecho que necesita la intervención de los Ministros del Supremo Tribunal Federal Brasileño - STF, que no permita "la legitimación de la reinterpretación retrógrada y restrictiva de los derechos originarios de los pueblos indígenas sobre sus tierras tradicionales".
Mons. Roque Paloschi ha aprovechado su intervención para denunciar la presión del gobierno sobre el Campamento Tierra Libre, que reúne en Brasilia a 4.000 indígenas, convocando a la Fuerza Nacional. El arzobispo ha insistido en que "las políticas del actual gobierno están fundadas en tesis integracionistas, etnocidas y genocidas", haciendo un llamado a renovar el compromiso con la vida y el futuro de los pueblos indígenas, dejando claro que "estamos con ustedes y no vamos volver atrás".
El 15º Campamento Tierra Libre está demostrando la fuerza política de los pueblos indígenas brasileños, un elemento que también apareció en el Foro en la ONU, superando las amenazas del gobierno y de las fuerzas policiales. En sus cantos, danzas y gritos, los pueblos originarios han clamado por justicia, pues ellos sólo piden que se respeten los derechos reconocidos en la Constitución Federal.
Los líderes indígenas se reunieron con los Presidentes de la Cámara y el Senado mostrando su oposición a la MP 870 con relación a la salida de la FUNAI del Ministerio de Justicia y la retirada de sus competencias en demarcación, logrando el compromiso de que la medida va a ser reevaluada. De hecho, si los presidentes de la Cámara y del Senado honran lo que han prometido, el Campamento Tierra Libre ya podría contar con una enorme victoria, como reconocen desde el Consejo Indigenista Misionero. Estos avances concretos, lo que era impensable hace unos días, demuestra que hay posibilidad de enfrentarse al monstruo y vencer.
En el campamento, Alessandra Kurap Munduruku, denunciaba ante un grupo de diputados, entre ellos el Presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, que "están invadiendo nuestras tierras, están siendo compradas. ¿Por qué la Tierra Indígena no es demarcada? ¡Es obligación del gobierno demarcar nuestra tierra!", Insistiendo en que "¡Respeten nuestros derechos! Desde hace 519 años estamos resistiendo".
Sonia Guajajara, Coordinadora Ejecutiva de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil - APIB, está participando en el campamento, recién llegada del evento en Nueva York, donde pedía ayuda a la comunidad internacional para intensificar el boicot a los productos del agronegocio que provengan de áreas en conflicto, denunciando con duras palabras las políticas del actual gobierno, autoritario y con posiciones que niegan los derechos y la existencia de los pueblos indígenas.
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