Together, la oración ecuménica para encomendar el Sínodo al Espíritu Juntos, los cristianos, encomiendan al Espíritu un Sínodo para un nuevo modo de ser Iglesia
El Papa Francisco es un promotor de la unidad en la diversidad, de crear caminos comunes, entre los cristianos y dentro de la Iglesia católica
Los creyentes deben ser, y así lo quiere Francisco, maestros de unidad, de comunión, de escucha y diálogo, de discernimiento en común
Profundizar, en ambiente de oración, escucha, diálogo y discernimiento, en los nuevos caminos necesarios para mejor responder al Evangelio y a los signos de los tiempos.
Profundizar, en ambiente de oración, escucha, diálogo y discernimiento, en los nuevos caminos necesarios para mejor responder al Evangelio y a los signos de los tiempos.
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano
Caminar juntos siempre es un desafío, también para los cristianos. La historia ha ido separando a aquellos que surgieron de la unidad de Pentecostés. El Papa Francisco es un promotor de la unidad en la diversidad, de crear caminos comunes, entre los cristianos y dentro de la Iglesia católica. Ese es uno de los grandes motivos para convocar el Sínodo de la Sinodalidad, el Sínodo para ser una Iglesia en la que todos sientan la necesidad de caminar juntos.
Maestros de unidad, comunión, escucha, diálogo y discernimiento
En una sociedad polarizada, dividida, enfrentada, actitudes que repercuten en la Iglesia católica, que no es y no puede ser algo separado del mundo, la necesidad de avanzar juntos es cada vez más urgente. Los creyentes deben ser, y así lo quiere Francisco, maestros de unidad, de comunión, de escucha y diálogo, de discernimiento en común, modos que quieren ser trabajados en este Sínodo que se ha iniciado con la oración ecuménica Together: para encomendar al Espíritu Santo, invocado con maestría y emoción, los trabajos de la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, a ser realizada de 4 a 29 de octubre de 2023.
Una iniciativa de la comunidad de Taizé, que el Papa ha agradecido, con la que Francisco ha hecho un llamamiento a caminar juntos, no solo los católicos, también todos los cristianos, en la que quiere contar con todos, pero especialmente con los más jóvenes, que han tenido un protagonismo especial en la celebración y son llamados a escribir el futuro. Gente llegada de diferentes países, culturas, confesiones cristianas, que ante el Crucifijo de San Damián, han rezado juntos al mismo Dios en el que todos creen, el Dios encarnado en Jesucristo.
Es posible caminar juntos
Ver rezar al Pontífice Romano junto al Primado Anglicano o el Patriarca Ortodoxo, a representantes de diferentes tradiciones cristianas, es una clara expresión de que en la Iglesia católica es posible caminar juntos, ser una Iglesia sinodal, que traduce esa sinodalidad en expresiones concretas que ayudan desde la escucha y el dialogo a hacer realidad caminos comunes que son expresión de la presencia de Dios y se traducen en formas de vida que responden mejor a deseos comunes de la humanidad, entre ellos la paz, como ha sido testimoniado y pedido en la oración ecuménica.
Una oración que también ha rezado por el cuidado de la casa común, un desafío que está por encima de todos los credos, de todas las confesiones cristianas. Un cuidado que ayudará a sofocar el sufrimiento de los más vulnerables, víctimas primeras de los desastres naturales, en los que la mano, o la falta de mano, de cuidado, tiene cada vez más influencia.
Silencio que genera unidad y sinodalidad
Todo ello desde el silencio, elemento muy presente en la reflexión del Pontífice. Un silencio que se respiraba en un ambiente presidido por el deseo de que el Sínodo pueda ayudar a los protagonistas de la celebración, los jóvenes, puedan disfrutar en el futuro de esa Iglesia de comunión, participación y misión. Son ellos quienes expresan mejor ese anhelo que está presente en el corazón de Francisco, que quiere pasar a la historia como el Papa de la unidad, entre los cristianos y entre los católicos. Algo para lo que llama a avanzar en el diálogo, que nos lleva a testimoniar y aprender, y en el discernimiento, dos de los pilares de este Sínodo y de la unidad entre los cristianos, que, en palabras del Papa, “crece en el silencio de la Cruz”.
Una oración ecuménica para animar a los miembros del Sínodo a entrar en ambiente de retiro en los próximos tres días. Es a ellos y ellas a quienes, animados con la fuerza del Espíritu, las iglesias del mundo entero, la Iglesia universal, católica, les ha encomendado profundizar, en ambiente de oración, escucha, diálogo y discernimiento, en los nuevos caminos necesarios para mejor responder al Evangelio y a los signos de los tiempos.
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