En un tiempo en que los chilenos se preparan para disfrutar de sus vacaciones, Mons. Fernando Chomali, arzobispo de Concepción y vicepresidente de la Conferencia Episcopal chilena, ha lanzado un mensaje sobre este momento que recoge la web de la institución.

Un tiempo para descansar y contemplar

El prelado comienza reconociendo la amenaza de “la variante omicrón que avanza a pasos agigantados”, a pesar de lo cual “muchas personas saldrán de vacaciones”, pudiendo así “estar más tiempo con su familia y realizar actividades que durante el año resultan esquivas”. Algo que Mons. Chomali llama a aprovechar muy bien y vivir con agradecimiento, a verlo como un tiempo para descansar y contemplar.

Ese contemplar es visto por el arzobispo de Concepción como “reflexionar de todo cuanto se ha hecho durante el año y hacer un balance”. Por ello, las vacaciones son consideradas como “un momento privilegiado para dar gracias a Dios y a las personas que están cerca de nosotros por su compañía y ayuda”, así como “tiempo de conversar más, especialmente con los hijos, que, si de algo se quejan hoy, es que se sienten solos”.

Centrarse en cómo estamos

Mons. Chomali llama a dejar para atrás el trabajo cotidiano, a desconectarse, pues “el apuro constante y la imperiosa necesidad de ‘estar conectado’ son un signo de falta de paz interior y de querer evitar y evadir lo que más necesitamos y lo que más nos cuesta: encontrarnos con nosotros mismos y los otros en cuanto tales”. Para ello, el arzobispo de Concepción afirma la necesidad de “centrarse no tanto en lo que hemos hecho, las notas que obtuvimos, sino que en cómo estamos, qué es lo nos pasa en lo más profundo de nuestro ser”. Y junto con ello interesarse por aquellos con quienes cada uno convive.

El prelado también ve as vacaciones como “un tiempo privilegiado también para pedir perdón por lo que se hizo mal, por lo que se dejó de hacer y proponerse metas en ese ámbito para el año que se aproxima”. Para ello es necesario no quedarse en hacer cosas y calar “en las relaciones humanas y en la propia vida”. Junto con ello, son una oportunidad para “comprendernos mejor a nosotros mismos”, para “preguntarse por el rumbo que lleva nuestra vida y la de nuestros seres queridos”, más allá de buscar sólo “pasarlo bien”. Por eso llama a no criticar, “a alejarse de las discusiones inútiles, las críticas hostiles y mal intencionadas”, para así lograr “un buen proyecto de descanso”.

Algunas propuestas a llevar a cabo

El vicepresidente del episcopado chileno propone otras actividades para este tiempo, como leer más, recomendando incluso algunos temas, y para los católicos que lean el Magisterio de Francisco en relación a la evangelización, el amor humano y la ecología. Junto con eso, habla de las vacaciones como “tiempo privilegiado para hacer más ejercicio físico y dormir”.

En su reflexión, Mons. Chomali se refiere a quienes no saldrán de vacaciones, pues “son muchas las familias que dada su precaria situación económica no podrán cambiar de ambiente y tendrán que quedarse en sus casas, que en general suelen ser estrechas”. A ellos les propone “redoblar su creatividad para poder disponer de más espacios de afecto al interior de la familia y de esparcimiento”. Por ello dice aplaudir “las iniciativas de los municipios y de las regiones en favor de los más necesitados”, a los “estudiantes de educación media y universitaria que dedican parte importante de sus vacaciones a misionar, hacer trabajos comunitarios o bien a organizar vacaciones de los niños, ancianos, enfermos y carentes de familia que por sí solos no podrían hacerlo”.