Comentario a las lecturas del domingo Mons. Ojea: “¿De qué tenemos que alimentarnos para poder pensar hacia adelante y pensar con esperanza?”

Mons. Oscar Ojea
Mons. Oscar Ojea

“Vivimos en esta pandemia y sentimos miedo, nos sentimos pequeños, y esto nos pone nerviosos, nos obliga muchas veces a echar culpas, a estar tan enojados”

¿De qué nos alimentamos en la Argentina en este último tiempo? ¿cómo alimentamos nuestra sensibilidad, nuestros pensamientos, nuestra mirada? ¿cómo la alimentamos?

Elías

En el momento de mayor gloria, llega la amenaza. Eso es lo que sucede con el profeta Elías, como nos recuerda Mons. Oscar Ojea en el comentario de las lecturas de este XIX domingo del Tiempo Ordinario. Después de derrotar a los profetas de Baal, su momento de mayor gloria y de mayor poder, es perseguido por la reina Jezabel, y es presa del miedo.

Ante eso, “huye, huye lleno de temor, y cuando huye se arroja debajo de una encina y se desea la muerte, piensa que no va a poder seguir adelante”, nos recuerda el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. “Qué tremendo son estos cambios, un momento en que el hombre se sentía fuerte, protegido y ayudado por Dios y el momento de la fragilidad, la experiencia de la fragilidad de Elías”, algo que según el obispo “vivimos en esta pandemia y sentimos miedo, nos sentimos pequeños, y esto nos pone nerviosos, nos obliga muchas veces a echar culpas, a estar tan enojados”.

En el colmo de su depresión, Elías duerme, y “el Ángel en sueños le dice: levántate y come”. La comida que recibe del Ángel le permite seguir el camino “y allí va renaciendo la esperanza a partir del alimento que Dios le regala en medio del desierto, y bajo el sol del desierto el alimento le sirve para ir hasta el Monte Horeb en donde vivirá su gran encuentro con Dios”, recuerda Mons. Ojea.

El obispo de San Isidro nos dice que “nosotros los cristianos nos alimentamos con el Pan de Vida, con la carne de Jesús, es el alimento sublime, es el pan de nuestra esperanza”. Ante eso, recordando que “hay muchos otros alimentos”, se pregunta “¿de qué nos alimentamos en la Argentina en este último tiempo? ¿cómo alimentamos nuestra sensibilidad, nuestros pensamientos, nuestra mirada? ¿cómo la alimentamos? Cuando vamos a las redes sociales, cuando vamos a la televisión…”

elecciones Argentina

Reflexionando sobre la situación actual en Argentina, recuerda que “ha comenzado la campaña electoral y hemos comenzado a escuchar insultos, descalificaciones, una suerte de guerra por quien aniquila primero al otro, con un abandono enorme sobre los problemas reales, sobre la gente concreta”. Ante eso se pregunta nuevamente: “¿De qué tenemos que alimentarnos para poder pensar hacia adelante y pensar con esperanza, pensar con sensatez, sin dejarnos llevar totalmente por el pensamiento emocional?”

En su opinión tenemos que recurrir a la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco y al capítulo sobre la mejor política: “Ante tantas formas mezquinas e inmediatistas de política, recuerdo que la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación» y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futura. Pensar en los que vendrán no sirve a los fines electorales, pero es lo que exige una justicia auténtica, la tierra «es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la generación siguiente”.

 Desde ahí insiste en la responsabilidad para con los argentinos y argentinas del mañana, citando nuevamente el texto de Fratelli tutti: “reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. No podemos abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilice y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas se reduce al otro a la pasividad. Lo que se necesita es que haya diversos cauces de expresión y de participación social”.

Por eso, en un mensaje que puede ser entendido dirigido a los políticos pide “que nos podamos alimentar de las necesidades reales de nuestra gente, para poder pensar en las ofertas electorales que se presentan y de este modo poder decidir sin estar influidos por estas insultantes palabras que se pronuncian continuamente de un lado y del otro y que impiden el pensamiento”. Y junto con eso, para quienes celebran la Eucaristía, “que podamos comer esta verdadera comida para el Espíritu que alimenta nuestra esperanza y que tengamos la fortaleza que recuperó Elías para poder encontrarse con el Señor en el Monte Horeb”.

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