Hace unos días estaba con unos amigos, un pequeño grupo que aunque pase el tiempo nos seguimos encontrando y de alguna manera preguntándonos cómo nos va la vida. Hay anécdotas, momentos pasados que traemos al presente y nos alegra recordarlos, compartir y seguir estrechando lazos. Da gusto ver cómo hay un cariño, que el paso del tiempo sigue dejando huella, y ahí estábamos nuevamente juntos. Fueron abrazos que desprendían alegría por el encuentro, por la vida que seguimos compartiendo.

También me hace pensar en cómo somos capaces en nuestra propia vida de “abrazarnos en la debilidad”, cuando hay dificultades, sufrimientos, preocupaciones, etc.… ¿A quién o quienes tenemos a nuestro lado? Seguramente el número de personas con las que podemos contar o que estén a nuestro lado se reduzca, pero sí que hay Alguien que siempre estará lo reconozcamos o no.

Este canto del grupo musical “Brotes de Olivo” nos lleva al Amigo que permanece fiel, en los buenos momentos y más en las dificultades. A quien podemos acudir, dar la mano, a quién podemos abrazarnos en la debilidad, es el Señor: "Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré" (Mt 11, 28). ¡Vayamos a Él!

“En mi debilidad me haces fuerte En mi debilidad me haces fuerte Sólo en tu amor me haces fuerte Solo en tu vida me haces fuerte En mi debilidad Te haces fuerte en mí” (Brotes de Olivo)