Las palabras del Purpurado hacían alusión a la difícil situación de Myanmar, donde el 1° de febrero se produjo un grave golpe de Estado que dejó, al menos, 250 víctimas, además de numerosos actos de violencia y detenciones entre los opositores.
El Cardenal Yeom dijo que se siente “profundamente compenetrado” con todo el pueblo birmano, especialmente porque Corea del Sur ha pasado por “retos y problemas similares en el pasado”. Y dando un estímulo para promover la paz y la reconciliación, citando el discurso del Papa Francisco durante el Encuentro Interreligioso en la Llanura de Ur, en Iraq, del pasado 6 de marzo, el Arzobispo de Seúl reiteró:
"La paz no pide vencedores ni vencidos, sino hermanos y hermanas que, a pesar de las incomprensiones y las heridas del pasado, caminan del conflicto a la unidad"
KEEP ON MOBILE DATA #Mar23Coup#WhatsHappeningInMyanmarhttps://t.co/NHQrC8HthP
— Seul gi (@Seulgi91605853) March 23, 2021
Por su parte, los estudiantes y trabajadores presentes describieron la situación actual en Myanmar, destacando muchas más dificultades de las que informan los medios de comunicación, como el bloqueo de Internet en todo el país, el decreto de ley marcial y el despliegue generalizado de tropas militares adicionales para impedir, por la fuerza, las protestas. De sus bocas salió un llamamiento a la comunidad internacional porque "la situación actual en Myanmar no es sólo una cuestión interna, sino un problema global que merece la atención y el apoyo inmediatos de todos".