El obispo electo de Rumbek fue disparado en las piernas por varios desconocidos armados El ataque al padre Christian Carlassare revela la lenta implementación de los acuerdos de paz en Sudán del Sur
Los hechos han tenido lugar en un momento en que las cosas parecen haber mejorado en el castigado país africano
| RD/Vatican News
“Alrededor de la 1 de la madrugada, unas personas se acercaron a mi puerta e intentaron entrar. Dispararon a mi puerta. Cuando la puerta se abrió, salí y pregunté qué querían y entonces empezaron a disparar a baja altura, a mis piernas".
Así explicó el padre Christian Carlassare, obispo electo de la diócesis sudanesa de Rumbek, el ataque del que fue objeto el pasado domingo de manos de unos desconocidos que irrumpieron en su residencia. El Obispo electo fue trasladado a Nairobi para recibir tratamiento.
Los hechos sucedieron, paradójicamente, un momento en que las cosas parecen haber mejorado en el castigado país africano. "En este momento no hay combates. La tregua se mantiene y esperamos que la paz se mantenga durante mucho tiempo. La ausencia de conflicto armado es mejor que la vuelta a la guerra. Las armas están en silencio y tenemos esperanza en el futuro", dijo el director de la escuela La Salle de Rumbek, el Hermano Joseph Alak, en declaraciones a Vatican News.
Los progresos hacia la paz, insuficientes todavía
El 24 de diciembre de 2020, el Papa Francisco, el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, Martin Fair, dirigieron una carta a los líderes políticos de Sudán del Sur reconociendo su alegría por “los pequeños progresos que han hecho” rumbo a la paz, unos progresos, no obstante, que los prelados consideran insuficientes para que “su pueblo sienta el pleno efecto de la paz”.
Las observaciones de la Iglesia van en sintonía con las de David Shearer, ex Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur. “Es necesario hacer más en Sudán del Sur y aprovechar los logros ya obtenidos”, advirtió Shearer al Consejo de Seguridad a finales de marzo de 2021.
“Miles de tropas languidecían en los acantonamientos, sin alojamiento, atención sanitaria ni alimentos. La lentitud en la aplicación del acuerdo de paz es peligrosa ya que creó un vacío de poder a escala local que abrió oportunidades para que los saboteadores explotaran las tensiones regionales y alimentaran la violencia”, recalcó el ex representante de la ONU en su última sesión informativa.
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