Christian Carlassare fue tiroteado en ambas piernas Detenido el principal sospechoso del intento de asesinato del obispo electo de Rumbek
El sospechoso, identificado como Laat Makud Agok, se había escondido en un campamento de ganado y ha agregado que ha sido detenido gracias a la colaboración de varios de sus familiares
El presidente Kiir afirmó tras el intento de asesinato que el suceso era "un vergonzoso acto de intimidación" y pidió a la población que "condene a los criminales que llevaron a cabo este crimen atroz". Así, subrayó que se trataba de un acto "inaceptable"
| RD/Ep
Las autoridades de Sudán del Sur han anunciado la detención del principal sospechoso del intento de asesinato en abril del obispo de la diócesis de la ciudad sursudanesa de Rumbek, el italiano Christian Carlassare, quien resultó herido tras ser tiroteado cerca de su vivienda.
El portavoz de la Policía del estado de Lagos, Elijah Mabor Makuac, ha indicado que el sospechoso, identificado como Laat Makud Agok, se había escondido en un campamento de ganado y ha agregado que ha sido detenido gracias a la colaboración de varios de sus familiares.
"La Policía ha logrado detener a todos los sospechosos supuestamente implicados en el tiroteo contra el obispo católico", ha dicho en declaraciones concedidas a la emisora Radio Tamazuj, antes de resaltar que Agok se encuentra bajo custodia y que "está siendo interrogado".
Asimismo, el ministro de Información de Lagos, Stephen Mathiang Deng Monydit, ha hecho hincapié en que el presidente del país, Salva Kiir, "prometió al mundo detener a los culpables" del suceso. "Los principales sospechosos están arrestados y la ley seguirá su curso", ha sostenido.
Kiir afirmó tras el intento de asesinato que el suceso era "un vergonzoso acto de intimidación" y pidió a la población que "condene a los criminales que llevaron a cabo este crimen atroz". Así, subrayó que se trataba de un acto "inaceptable".
Carlassare, que fue nombrado el 8 de marzo como obispo de la diócesis de Rumbek, que llevaba diez años sin obispo, señaló que "intentó hablar con ellos" antes de que le tirotearan. "No estaban allí para robar o matar, porque me hubieran matado fácilmente", arguyó.
"Sé que hay gente que está sufriendo más que yo en este momento por lo que ha pasado. Rumbek merece algo mejor. Perdono de corazón al que llevó a cabo esta acción o la permitió", zanjó el obispo italiano, quien fue trasladado a Kenia para recibir atención médica tras el ataque.
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