La valiente denuncia de la revista 'Mundo Negro' A los Emiratos Árabes Unidos: "Son corresponsables del sufrimiento que vive Sudán"
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En su editorial correspondiente al número de febrero, esta publicación editada por los Misioneros Combinianos, insta a ese país a que "rectifiquen y cumplan su compromiso de no facilitar el envío de más armas" que sigue alienando la guerra en Sudán
"La guerra de Sudán, convertida en la mayor crisis humanitaria de nuestro planeta, nos obliga a señalar a uno de los países que mayor impacto está teniendo en el conflicto, los Emiratos Árabes Unidos"
(Mundo Negro).- La guerra de Sudán, convertida en la mayor crisis humanitaria de nuestro planeta, nos obliga a señalar a uno de los países que mayor impacto está teniendo en el conflicto, los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Para vergüenza de la humanidad, la industria armamentística produce enormes beneficios y es de dominio público que EE. UU., Francia, Rusia, China, Alemania, Italia, Gran Bretaña y España encabezan la lista de países que fabrican y venden artefactos de muerte. Tampoco olvidamos la corrupción de las élites locales que se benefician de este comercio. No obstante, señalamos a los líderes políticos de los EAU por la venta de armas a Sudán, un país con el que la Familia Comboniana mantiene particulares lazos afectivos.
El 19 de diciembre de 2024, el coordinador del expresidente Biden para Oriente Próximo y el norte de África, Brett McGurk, dijo que los EAU «no están transfiriendo ahora ninguna arma a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y que no lo harán en el futuro». Con la vista puesta en una rápida y efectiva finalización del conflicto, quisiéramos constatar que los dirigentes emiratíes son fieles a ese compromiso. Ese país, tal y como han confirmado numerosos informes y medios de comunicación, ha sido uno de los principales proveedores de armamento para las RSF del general Hameidti. Si dejan de hacerlo, tal vez haya una oportunidad para el alto el fuego.
«La guerra de Sudán, convertida en la mayor crisis humanitaria de nuestro planeta, nos obliga a señalar a uno de los países que mayor impacto está teniendo en el conflicto, los Emiratos Árabes Unidos». Aquí os dejamos el editorial del número de febrero. https://t.co/bWTb877ehupic.twitter.com/qLO2Soy77H
— Mundo Negro (@mundo_negro) February 10, 2025
Desde que el 15 de abril de 2023 comenzó la guerra en Sudán, miles de personas han perdido la vida, más de 11 millones han tenido que abandonar sus hogares y el fantasma de la hambruna amenaza a 24 millones de hombres, mujeres y niños. Un sufrimiento enorme del que, a pequeña escala, participamos como Familia Comboniana. Hemos tenido que abandonar todas nuestras misiones en el estado de Jartum: las parroquias, la maternidad y los centros educativos, incluido el Comboni College, centro de excelencia que desde 1929 ha formado a decenas de miles de alumnos de diversas religiones favoreciendo el diálogo interreligioso y la convivencia fraterna.
Aunque los EAU podrán alegar que no han matado a nadie y que se han limitado a entregar las armas y a importar el oro que sale del subsuelo sudanés, son corresponsables del sufrimiento que vive la población
Aunque los EAU podrán alegar que no han matado a nadie y que se han limitado a entregar las armas y a importar el oro que sale del subsuelo sudanés, son corresponsables del sufrimiento que vive la población. Tal vez intentaron facilitar la transición a un gobierno civil a través del apoyo a las RSF, obviando que este grupo difunde delitos de genocidio a través de sus propias redes sociales. O quizás se dejaron llevar por los beneficios que comporta el comercio del oro sudanés sin plantearse problemas de conciencia. Ninguna guerra puede reducirse a un combate entre buenos y malos, aunque no es menos cierto que la mayor parte de las personas que dejan sus hogares en Sudán comienzan su éxodo en zonas controladas por las RSF, a quienes se ha facilitado apoyo desde Abu Dabi.
En este contexto, nos dirigimos a los dirigentes de los EAU con la misma actitud de Ghandi, quien reclamaba la independencia de la India a la vez que buscaba también liberar a los británicos de su egoísmo colonialista. Al igual que él, no tenemos más armas que la potencia de estas palabras que les recuerdan su error. Ayúdense y ayuden a Sudán, rectifiquen y cumplan su compromiso de no facilitar el envío de más armas a las RSF. La paz, por encima de intereses particulares –sean estos económicos o políticos–, merece la pena.
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