El sacerdote greco-católico pide que el mundo no vuelva a olvidarse de Siria Fadi Najjar, desde Alepo: "Tras el terremoto, hay gente que ya se pregunta dónde está Dios, por qué esto también ahora"
"La situación es terrible, muy mala, la gente tiene miedo porque cada hora tenemos réplicas del terremoto y hay muchos fallecidos". La voz de Fadi Najjar, sacerdote greco-católico en la ciudad siria de Alepo, suena entrecortada, a veces jadeante. Lleva casi 36 horas sin parar, desde que el ya histórico seísmo de 7,8 grados de intensidad segó miles de vidas en esa zona de Siria y en la vecina Turquía
"Sentimos que Siria es un país olvidado. Puede que sea por cuestiones políticas, pero no deberíamos olvidar que hay gente que está sufriendo. Repito, hay gente que está sufriendo"
"La situación es terrible, muy mala, la gente tiene miedo porque cada hora tenemos réplicas del terremoto y hay muchos fallecidos". La voz de Fadi Najjar, sacerdote greco-católico en la ciudad siria de Alepo, suena entrecortada, a veces jadeante. Lleva casi 36 horas sin parar, desde que el ya histórico seísmo de 7,8 grados de intensidad segó miles de vidas en esa zona de Siria y en la vecina Turquía, arrasando con lo poco que quedaba en pie tras doce años de una cruel guerra de la que, como asegura a Religión Digital, "ya nadie se acuerda".
"No hay cifras oficiales, pero aquí se habla de miles de muertos y miles de heridos también", señala el sacerdote, que constata la devastación de un terremoto violentísimo, al que siguió otra potente réplica de 7,4. Aunque se habla de algo más de 5.000 muertos en Siria y Turquía, los análisis de los expertos en las televisiones apuntan a que, dada la magnitud del temblor y la mala construcción de las viviendas, la cifra final puede llegar a las 34.000 víctimas
"Momentos de desesperación"
"En nuestra comunidad cristiana, estamos viviendo estos momentos también con cierta desesperación y hay personas que ya se empiezan a preguntar que dónde está Dios, que por qué nos está pasando también esto, después de doce años de guerra... Se cuestionan las razones por las que ahora recibimos también este golpe tan fuerte", señala el P. Najjar.
"La Iglesia en Alepo está muy triste. Hemos perdido también a un sacerdote y todas las iglesias de la ciudad han sufrido daños. Pero no solo estamos tristes por esto. Lo estamos porque vemos a la gente desesperada, con tristeza y mucho dolor. Mañana tenemos un entierro de cuatro personas de la misma familia", dice compungido el sacerdote.
"Rezad por nosotros"
"Lo primero que necesitamos es que recéis por nosotros, que permanezcamos unidos en la oración, porque estamos hablando de mucha destrucción. Cualquier ayuda que nos pueda brindar el resto de la Iglesia, es bien venida, porque por supuesto falta comida, pero mucha gente se ha quedado también sin ropa, porque se han venido abajo sus casas y están con lo puesto", añade.
De momento, la Iglesia en Alepo, con lo poco que tiene, está ya volcada en ayudar a la población. Él mismo, con otros miembros de la comunidad grecocatólica, han estado ayudando a sacar cuerpos de debajo de los escombros. "La Iglesia comparte el dolor que está viviendo la población, pero también forma parte de ese dolor, porque también ella tiene pérdidas. Ayer por la noche abrieron todas las iglesias y la mayoría de la gente ha dormido en las parroquias, en las sacristías, en los colegios, en todas las dependencias parroquiales".
"He intentado hablar con la Cruz Roja para pedir comida y ropa para ayudar a la gente, estamos al servicio de toda la población, estamos poniéndonos en contacto con las personas para ver en qué situación han quedado sus viviendas, para ver si están dañadas y, si es así, enviar a especialistas que valoren los daños y para empezar a reparar sus casas", dice el P. Najjar.
"Nadie se ha vuelto a acordar de nosotros"
"¿Sienten que el mundo se ha olvidado de ustedes?". "Es una buena pregunta", responde el sacerdote, que se para a pensar un rato tras un suspiro. "Nosotros decimos que la de Siria es una guerra olvidada, porque cuando empezó la de Ucrania, ya nadie se volvió a acordar de nosotros, ni los medios de comunicación. Y estamos viviendo una situación económica que es muy difícil, porque la gente ya no tiene dinero ni comida y cada día es una lucha para conseguir alimentos", contesta finalmente.
"Y de este terremoto, la gente habla también más de Turquía que de Siria. En todo caso, en general, sentimos que Siria es un país olvidado. Puede que sea por cuestiones políticas, pero no deberíamos olvidar que hay gente que está sufriendo. Repito, hay gente que está sufriendo. La situación es muy difícil", concluye el sacerdote.
Etiquetas