El ex arzobispo de París se encontró con el Papa tras desvelarse su 'affaire' Michel Aupetit: "El Papa me considera víctima de la hipocresía y el clericalismo"
"Quiso mostrarme su confianza pidiéndome que me quedara en la Congregación Romana para los Obispos, de la que, como sabéis, ya pertenezco, y a la que vengo cada quince días"
"¿Qué ha hecho Aupetit tan grave para darme la renuncia? Si no conocemos la acusación, no podemos condenar. Hagan la investigación. Si saben qué hizo, díganlo"
| RD/Ep
El exarzobispo de París, Michel Aupetit, ha asegurado que el Papa le apoya y que ve su dimisión tras asumir que había tenido una relación 'ambigua' con una mujer, fue fruto, en realidad, de la "hipocresía" y del "clericalismo".
Así lo ha explicado el prelado francés en una entrevista con los medios de comunicación del Vaticano tras haberse reunido con Francisco en el Vaticano. "El Papa Francisco me ha vuelto a mostrar su apoyo tras mi renuncia como arzobispo de París. Ha reiterado que me consideraba víctima de la hipocresía y el clericalismo", ha detallado Aupetit.
Según ha adelantado, el Pontífice le ha mostrado su apoyo y su confianza con un gesto concreto al pedirle que se quedase en Roma, en un puesto en la Curia Romana. "Quiso mostrarme su confianza pidiéndome que me quedara en la Congregación Romana para los Obispos, de la que, como sabéis, ya pertenezco, y a la que vengo cada quince días", ha asegurado.
Los pecados de la carne
Durante el viaje de regreso de Chipre y Grecia los periodistas preguntaron al Pontífice sobre los motivos por los que había decidido aceptar la renuncia del ya exarzobispo de París. "Los pecados de la carne no son los más graves", destacó tras explicar ante los periodistas que le acompañaron en el avión que Aupetit había practicado "pequeños masajes y caricias" a su secretaria.
"¿Qué ha hecho Aupetit tan grave para darme la renuncia? Si no conocemos la acusación, no podemos condenar. Hagan la investigación. Si saben qué hizo, díganlo", planteó a los periodistas.
A este respecto, destacó que "hubo una falla hacia el sexto mandamiento, no total. "De pequeños masajes que le hacía a la secretaria. Esto es pecado. Pero no de los más graves. Los pecados de la carne no son los más graves", sostuvo.