Jóvenes católicos se concentran ante la Nunciatura en Indonesia para llamar la atención de Francisco El vía crucis de los papúes: los indígenas quieren que el Papa frene las operaciones militares en su territorio
Sacerdotes católicos y pastores protestantes encabezaron el Vía Crucis con el que los cristianos indígenas de la provincia de Papúa salieron a las calles de la capital provincial, Jayapura, el 4 de septiembre para pedir la atención y la intervención del Papa contra las operaciones militares del gobierno indonesio en su problemática provincia
La región de Papúa, de mayoría cristiana, ha sido un foco de conflictos y muerte durante más de seis décadas, desde que pasó a formar parte de Indonesia tras el fin del régimen colonial holandés en los años 1960.
Una insurgencia armada y las respuestas de los militares han dejado miles de muertos, heridos o desplazados. A pesar de ser rica en recursos minerales como oro, gas natural, madera y aceite de palma, la conflictiva región es una de las más pobres y subdesarrolladas del país
Una insurgencia armada y las respuestas de los militares han dejado miles de muertos, heridos o desplazados. A pesar de ser rica en recursos minerales como oro, gas natural, madera y aceite de palma, la conflictiva región es una de las más pobres y subdesarrolladas del país
(UCANews).- Sacerdotes católicos y pastores protestantes encabezaron el Vía Crucis con el que los cristianos indígenas de la provincia de Papúa salieron a las calles de la capital provincial, Jayapura, el 4 de septiembre para pedir la atención y la intervención del Papa contra las operaciones militares del gobierno indonesio en su problemática provincia.
Los participantes portaron cruces y cantaron oraciones y consignas. También exhibieron carteles con mensajes para Francisco, quien se encuentra en Yakarta. En cada estación del Vía Crucis, los participantes reflexionaron sobre su fe y la terrible situación de Papúa, dijo el padre John Bunay de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la diócesis de Jayapura.
“Tal vez él [el papa Francisco] no hable de nuestros problemas en Yakarta, pero esperamos que ore por nosotros para que haya paz en Papúa”, dijo Bunay, quien también es el coordinador de los sacerdotes nativos de Papúa.
Dado que el Papa estará en Vanimo, una remota ciudad costera de Papúa Nueva Guinea que está a solo nueve kilómetros de Papúa, el 8 de septiembre, el sacerdote dijo: “Esperamos que el Papa pueda saludarnos”. Alrededor de 200 católicos en Papúa, facilitados por su gobierno provincial, viajarán a Vanimo para ver al Papa.
"Acabarán extinguiéndose"
“Ojalá que el Papa vea nuestro problema. Si no, los indígenas papúes quedarán reducidos a una minoría y acabarán extinguiéndose. Esto es una emergencia”, afirmó Bunay. Los indígenas denuncian la confiscación de sus tierras ancestrales por parte de una empresa de aceite de palma. “Vinieron y nos violaron, se apoderaron de nuestros derechos. Estamos tristes, lloramos. Tenemos esperanzas en nuestro Santo Padre. Pedimos respetuosamente que la Iglesia nos salve”, señalaron.
Mientras tanto, en Yakarta, jóvenes católicos de Papúa realizaron una protesta pacífica en la Nunciatura Apostólica mientras el Papa salía para asistir a una ceremonia en el Palacio Merdeka en la mañana del 4 de septiembre.
"La militarización y la represión de la disidencia en Papúa han causado numerosas víctimas civiles", denunciaban. Llevaban la tradicional koteka papú y portaban carteles pidiendo a Francisco que se preocupara por ellos.
Seis décadas de conflictos
La región de Papúa, de mayoría cristiana, ha sido un foco de conflictos y muerte durante más de seis décadas, desde que pasó a formar parte de Indonesia tras el fin del régimen colonial holandés en los años 1960.
Una insurgencia armada y las respuestas de los militares han dejado miles de muertos, heridos o desplazados. A pesar de ser rica en recursos minerales como oro, gas natural, madera y aceite de palma, la conflictiva región es una de las más pobres y subdesarrolladas del país.
Esperamos que haya algo más por delante, una nueva vida, una buena vida”, dijo el padre John Bunay, cuando Francisco llegó a Yakarta el 3 de septiembre, mostrando su esperanza de que la visita del Papa sea “una oportunidad, una bendición
“Esperamos que haya algo más por delante, una nueva vida, una buena vida”, dijo el padre John Bunay, cuando Francisco llegó a Yakarta el 3 de septiembre, mostrando su esperanza de que la visita del Papa sea “una oportunidad, una bendición” para los nueve millones de habitantes de Papúa, de los cuales el 98 por ciento son cristianos. Los católicos representan aproximadamente el 25 por ciento de esa población.
Los cristianos de Papúa esperan que el Papa elija “hablar de nuestra realidad”. “Los papúes están muriendo, al igual que los soldados y la policía en el frente. Entonces, ¿quién nos ayudará para que todos estemos a salvo?”, dijo Bunay.
El pueblo papú quiere liberar su región del control indonesio, pero este último país intenta reprimirla militarmente. Se calcula que la lucha, que se prolonga desde 1962, ha causado entre 100.000 y 500.000 muertos. Al menos 300 personas han muerto en la última década. “Estamos preocupados. No permitamos que el genocidio, el ecocidio y el etnocidio continúen aquí”, añadió el sacerdote.