Piden la "completa eliminación" de esta industria Los obispos USA, contra las armas nucleares

"Las palabras del Papa son un fuerte recordatorio de que el status quo de las relaciones internacionales, basado en la amenaza de la destrucción mutua, debe ser cambiado", dice una nota difundida ayer por la Comisión de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal (Usccb), que recuerda los pasados llamamientos del episcopado americano sobre la urgente necesidad de proceder a "cortes drásticos y por tanto a la completa eliminación de estas armas".

Una necesidad -subrayan los obispos- reconocida también por la comunidad internacional que por esta razón aprobó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en 1968.

"El Papa Francisco - continúa la nota - aprovechó su visita al Japón para recordar a los fieles y a todos los actores estatales y no estatales el deber moral de un compromiso renovado para liberar al mundo de las armas nucleares y de la amenaza que representan. Esta responsabilidad "pesa en la conciencia de todos" pero concierne de manera especial al gobierno de los Estados Unidos, subrayan los prelados: "Las naciones que poseen armas nucleares deben tomar la iniciativa" para reducirlas. "Pero también aquellas que no las tienen -concluye la nota- deben abstenerse de intentar obtenerlas para que el artículo VI del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares sea un instrumento eficaz" para su completa eliminación.

Durante su pontificado, el Papa Francisco, al igual que sus predecesores, volvió varias veces al tema del desarme nuclear, pero sus dos intensos discursos en Nagasaki y en el Encuentro por la Paz en el Monumento de Hiroshima tuvieron una resonancia particular en todo el mundo, tanto por los lugares en que se pronunciaron como por la fuerza de los argumentos del pontífice en un contexto internacional marcado por la reanudación del nacionalismo y la carrera armamentística.