El papa Francisco creó en 2016 una comisión para abordar la cuestión Las mujeres se plantan ante los obispos australianos por impedir una resolución sobre el diaconado femenino
A pesar de la mayoría de los dos tercios requeridos, los estatutos del Consejo Plenario señalan que todos los delegados tienen un voto “consultivo”, en tanto que el de los obispos es “deliberativo”. De ahí que, en segunda ronda, la moción no saliese adelante porque solo cosechó 25 de los 29 votos episcopales necesarios
Shane Mackinlay, obispo de Sandhurst, reconoció la vergüenza que había causado el resultado: “Esta no es la forma en que esperábamos que se desarrollara el proceso. Es decepcionante y mucha gente -mujeres y hombres, sacerdotes, laicos y obispos- estaba muy angustiada”
No fue posible, afloró la indignación y la protesta silenciosa de las mujeres que participaban como delegadas en las deliberaciones del Consejo Plenario de Australia (una reunión de los líderes católicos más importantes del país) como muestra evidente del disgusto por lo que acababan de presenciar.
Reunidos durante esta semana en Sidney, se votaba una resolución para contemplar la posibilidad de conceder el diaconado a la mujer (en 2016 el papa Francisco creó una comisión para estudiar ese tema), resolución que fue aprobada por la mayoría de los 277 delegados (entre ellos, los obispos), pero que finalmente no vio la luz.
Se impuso el voto de los obispos
Y es que, a pesar de la mayoría de los dos tercios requeridos, los estatutos del Consejo Plenario señalan que todos los delegados tienen un voto “consultivo”, en tanto que el de los obispos es “deliberativo”. De ahí que, en segunda ronda, la moción no saliese adelante porque solo cosechó 25 de los 29 votos episcopales necesarios.
Este resultado final motivó la indignación de una parte de los delegados asistentes a este importante encuentro de la Iglesia australiana, que optaron por situarse en la parte trasera del lugar en donde se celebrar el evento, no tomar asiento y guardar silencio.
Momentos de confusión
La situación generó momentos de confusión, lo que obligó a suspender momentáneamente las sesiones y a que los obispos se reunieran con carácter de urgencia para deliberar, comprometiéndose a entregar otra propuesta para ser votada este viernes.
Shane Mackinlay, obispo de Sandhurst y vicepresidente del consejo plenario, reconoció la vergüenza que había causado el resultado: “Esta no es la forma en que esperábamos que se desarrollara el proceso. Es decepcionante y mucha gente -mujeres y hombres, sacerdotes, laicos y obispos- estaba muy angustiada”, según recoge la prensa de Sidney.
“Ayer me sentí abrumadoramente triste porque fueron algunas mujeres las que hablaron en contra de la mejora del papel de la mujer en la Iglesia”, dijo a The Tablet la hermana Patty Fawkner, líder de las hermanas del Buen Samaritano, la primera congregación religiosa fundada en Australia.
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
Etiquetas