El ataque mortal a un mendigo que pedía limosna en la ciudad adriática de Civitanova Marche ha causado consternación e indignación en toda Italia. La Archidiócesis de Fermo, bajo cuya jurisdicción eclesiástica se ha producido este luctuoso suceso, decretó que en todos los servicios religiosos de la región se guardasen unos minutos de silencio en lugar del sermón.
Golpeado con su propia muleta
Alika Ogorchukwu, nigeriano de 39 años, que vivía en Italia desde hacía diez, fue golpeado hasta la muerte por un italiano de 32 años en una concurrida calle comercial de la localidad el pasado viernes. El agresor golpeó al mendigo, que pedía limosna, con la muleta del fallecido y luego con sus propias manos, ante la pasividad de los transeúntes que, según testigos presenciales, se limitaron a grabar la paliza mortal con sus teléfonos móviles.
Nadie intervino, se quejó la viuda del hombre, que también deja un hijo de ocho años y una sobrina. El agresor dejó a la víctima tirada en el suelo sin vida, pero fue detenido poco después, según informa la agencia KNA.
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