Arremeten contra él por convertirlos en "chivo expiatorio" para ocultar problemas reales Religiosos italianos acusan a Salvini de perpetrar la "banalidad del mal" al "demonizar" a los inmigrantes
Denuncian que el nuevo decreto de "seguridad nacional" "ensombrece la humanidad del otro, reduciéndolo a una molestia irritante, a un inmigrante ilegal peligroso, a un enemigo contra el que luchar y eliminar"
En un fuerte mensaje para la Cuaresma, y motivados por la "criticidad del momento" y el deseo de no dejar afirmarse la "banalidad del mal sin oponer resistencia ninguna", religiosos y religiosas de las regiones de Sicilia y Calabria han acusado al Gobierno italiano de "negar toda protección humana" a los inmigrantes con su nuevo decreto sobre la seguridad nacional.
En opinión de los consagrados, la nueva ley del líder de la antigua Liga Norte y vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, en contra de la inmigración "ilegal" viene a ser nada más que una forma "muscular y simplista" de abordar el problema de los flujos migratorios.
"Deseamos expresar nuestro total desacuerdo" con el nuevo decreto, manifiestan los religiosos, quienes no quieren convertirse en "cómplices de un estilo de pensar, gobernar y actuar que ensombrece la humanidad del otro, reduciéndolo a una molestia irritante, a un inmigrante ilegal peligroso, a un enemigo contra el que luchar y eliminar".
"No podemos permanecer callados"
"La acogida favorable que ha tenido semejante estilo ha tenido y tiene con tanta gente del Norte y del Sur -y lo que nos preocupa mucho, entre mucha gente que frecuentan las varias iglesias- nos refuerza en la convicción de que no podemos permanecer callados, porque el camino que se ha escogido no nos lleva a crecer, sino a disminuir en nuestra humanidad", continúan los religiosos. Los consagrados ni se escudan en la excusa demasiada frecuente en la Iglesia de que "no estamos interesados en la política", porque "denegar la condición de humanidad al otro -en este caso, al inmigrante- no puede dejarnos indiferentes".
"No estamos hablando de mercancías"
"Aquí no estamos hablando de mercancías, que podemos aceptar o mandar de vuelta a nuestro antojo", claman los religiosos, quienes recuerdan que lo que está en juego son "los rostros de personas reales", y que detrás de cada uno de esos rostros "hay una historia, hay aspiraciones, expectativas [y] esperanzas". Los consagrados abogan por la práctica antigua cristiana de la filoxenia -de la hospitalidad hacia el otro- frente a la "xenofobia" que motiva las políticas del actual Gobierno.
Aunque reconocen que la cuestión de la migración "trae consigo una complejidad de problemas de difícil solución", los religiosos sicilianos y calabreses proponen recordar las "experiencias positivas" de integración que ha habido en el país, como los corredores humanitarios que se han abierto en diferentes puntos en territorio nacional.
"La demonización del inmigrante oculta nuestros problemas reales"
Los consagrados terminan su mensaje afirmando que la "demonización del inmigrante" en Italia le ha convertido en "chivo expiatorio de todos los males" del país, lo cual ha tenido el efecto también de "ocultar nuestros problemas reales": las mafias culpables de la "estrangulación de lo poco que queda de la economía", la corrupción, la gestión de tierras, el fraude fiscal, la "falta de respeto hacia la dignidad de la vida" y la venta de armas a países del Golfo Pérsico que siguen destrozando a Yemen.
"Si la conversión significa volver, deseamos vivir el camino cuaresmal en este compromiso de volver a nuestra verdadera dimensión humana, abriéndonos al sufrimiento y dolor de otros que queremos considerar como hermanos y no enemigos", concluyen los religiosos italianos.
Etiquetas