Los hispanos vivimos, cada vez menos, muy satisfechos de la nómina nacional de poetas, y apenas conocemos, y por tanto, valoramos escritores de la otra orilla del Atlántico. Me permitiré hoy explorar, tímida y brevísimamente, la figura y obra de dos excelentes y polifacéticos líricos, autores también de versos navideños: el mexicano Joaquín Antonio Peñalosa y, argentino él, Emilio Breda. De ambos podremos saborear en el post algún hermoso villancico.
Me parece injusto presentar la obra y, sobre todo, la persona de Joaquín Antonio Peñalosa(1922–1999) en unos reducidos párrafos, pero mejor que yo lo ha hecho ya el poeta Javier Sicilia que ha escrito sobre el sacerdote potosino algo tan admirable como lo siguiente:
“A diferencia de otros poetas y sacerdotes religiosos, Peñalosa vivió y experimentó el mundo no como una teofanía del Cielo, sino como su presencia misma. Por ello su canto y su vida fueron una constante celebración y una búsqueda del acogimiento.
Para Peñalosa el mundo es una bienaventuranza. Si no estuviera prometido el encuentro cara a cara con Dios, este mundo le habría bastado. Por eso su poesía nunca es desgarradora, sino alegre y puntuada de humor.”
Apuntaré dos informaciones más:
Fallecido en 1999, toda su poesía, que es el más vivo reflejo de su alma, fue reunida dos años antes por la editorial Ponciano Arriaga y Verdehalago bajo el franciscano título de “Hermana poesía”, y muestra con admirable estilo la interesante espiritualidad que acabamos de descubrir.
Hasta su muerte, se responsabilizó de la obra social “El Hogar del Niño” donde, fundada por él en 1957,recibía niños sin recursos y les proporcionaba casa, vestido, alimento y estudio. Su cristianismo le llevó a aliviar, como Jesús, el sufrimiento del hermano y a cantar sus alegrías.
CONFIDENCIAS DE JESÚS A SU MADRE
Preciosos versos. En su doble naturaleza, humana y divina, el Sagrado, Celeste Hijo de Dios improvisa teológicas ternuras a su dulce y piadosa mamá ("eres tú la que imitas la luz de mis mañanas..."). Pero al final de cada iluminación, se queja de humanidad el recien nacido:"¡Vuélcame ya tu manto, tengo frío!..., ¡Ciérrame los ojitos: te he visto desde cuándo!..., ¡Cántame, tengo sueño!..., ¡Madre, toma esta lágrima!..." Genial. ¡Impresionante!
EL NIÑO JESÚS HABLA EN LA CUNA
Nacer aquí, bajo el portal de tus pestañas,
bajar del cielo y verlo en tus pupilas,
dejar el Sol por encontrar la Estrella;
y pasar por la puerta sin abrirla.
He venido a sufrir, pero te tengo:
¡oh gozo de velar porque me duermas!
Y mientras puedo hablar, diles mi nombre.
¡Vuélcame ya tu manto, tengo frío!
No pudieron los lirios escoger su semilla;
fueron blancos de pronto pudiendo ser dorados;
soy el único amor que se despierta al sueño.
¡Ciérrame los ojitos: te he visto desde cuándo!
Antes que fuera el mar alcoba de la espuma,
iba mi pensamiento flechando tus almenas;
nieve, cristal y plata labraban mi castillo,
y agotaba tu amor la Omnipotencia.
¡Cántame, tengo sueño!
Soy el Niño Jesús, clavel entre tu nieve.
Me dirán los judíos que llevo tu belleza,
y eres Tú la que imitas la luz de mis mañanas:
sólo la perla sabe el brillo que congrega.
¡Madre, toma esta lágrima!
Si os gustaría conocer ya algún otro Villancico de Peñalosa, os facilito dos títulos, con música e imagen a toda página: “El burrito pide la posada” (pulsar) y “La piñata de los ángeles” (pulsar).
EMILIO BREDA y SU POESÍA DE NAVIDAD
A causa de la escasez de espacio del que disponemos, me reduciré a remitir a la web del autor (pulsar), impactante, con un frondoso currículo que utilizaremos en esta presentación. Emilio Bredaes poeta, cuentista, historiador y ensayista.Nació en Buenos Aires, en 1945. Se graduó de maestro normal y abogado, cursando el doctorado en jurisprudencia.
Ha trabajado con ilusión y eficacia en la composición de interesante poesía navideña que ha sido musicada e interpretada vocalmente con notable éxito por múltiples intérpretes. La obra literaria de Breda fue elogiada, entre otros muchos importantes críticos, por miembros de la Real Academia Española, como Gerardo Diego y Salvador de Madariaga. Una de sus actividades más destacadas son los talleres con niños y jóvenes, iniciándoles en la lectura y expresión creativa.
"DE DÓNDE VIENEN TANTAS PALOMAS..."
A los europeos ¡cómo nos emocionan las rondas de Gabriela Mistral en su poemario "Ternura"!:"¿En dónde tejeremos la ronda", "Dame la mano y danzaremos...", "Ronda de colores", "Ronda de arcoiris", "Los que no danzan..." Sobre todo, los versos de "Jesús", que "ha abierto el corro sin rumor / y el centro está hecho resplandor... / Y mirando Su rostro arder / nos va a hallar el amanecer..." Aquí, hasta las palomas quieren hacer corroalrededor del Niño de la Luz y bailar con Ély con el universo en cósmica fiesta de la Vida, fraternizando con el ser humano que, aunque sin alas blancas, sobrevuela su anhelo por sendas de infinito...
LA RONDA DE MARÍA Y LAS PALOMAS
EN EL PORTAL DE BELÉN
De dónde vienen
tantas palomas
para bailar
aquí la ronda.
Hermanas mías,
no hay un maizal,
sólo tenemos
este portal.
De dónde vienen
tantas palomas
para bailar
aquí la ronda.
No tengo, hermanas,
migas de pan.
En mi bolsillo
hay un pañal.
(En la mañana
de mi Belén
llegan bandadas
de cien en cien.)
"HA NACIDO EL REDENTOR CON EL AMOR EN SUS MANOS..."
El "cielo" o "cielito" es el más antiguo de los bailes criollos de conjunto. Los primeros "cielitos"fueron cantados; eran la expresión colectiva,el lenguaje de los hombres libres que inauguraron en la patria una nueva época. Se bailó primero en los grandes salones virreinales, pasando luego a los suburbios y a la campaña colonial. Su letra era la misma que circulaba en las reuniones de los fogones, campamentos y pulperías, vibrando en ella la cálida atmósfera de carácter popular.
Con espíritu de alegría grupal,Emilio Breda compone este "villancico", muy encarnadoen la realidad de Buenos Aires: se citan calles, instrumentos musicales, edificios típicos, y hasta el temido esmog de la contaminación. Se convoca a todos a un lugar muy preciso,el patio de geranios, o malvones, de un viejo conventillo donde espera risueño el Dios-Pibe(Dios-Niño).
Los dos versos finales son definitivos: se invita a la población a la solidaridad, que debería presidir la vida de cada ciudadano, del grupo social, de la gran ciudad... Se nos brinda en estas fiestas la oportunidad de acoger en el belén del alma la presencia del Redentor que se nos acerca"con el amor en sus manos" (menos hablar de amor y más practicarlo).
CIELITO DE BUENOS AIRES
PARA EL NIÑO-DIOS
Pregone toda la gente
que ha nacido hoy en el barrio
nuestro Salvador, el Cristo,
que Gabriel había anunciado.
Ay, cielo, cielito, cielo,
cielito de Buenos Aires,
cielo con humo y hollín
que suspira por el ángel.
Encendamos de alegría
cada uno el corazón.
Que Dios está con nosotros,
que ha venido nuestro Dios.
Cielito, cielo que sí,
con tangos y con milongas,
que el Niño-Dios ha nacido
para vencer a las sombras.
Vayamos todos cantando
por las calles de San Telmo.
Que nadie quede en su casa.
Que todos vengan a verlo.
Cielito, cielo que sí,
cielito del corazón,
cielito de las guitarras,
cielito del bandoneón.
En el patio de malvones,
en un viejo conventillo,
con María y con José
nos sonríe el Dios-Pibito.
Ay, cielo, cielito, cielo,
cielito de Navidad,
cielito de los porteños,
cielito de mi ciudad.
María lava pañales,
José lo hamaca a Jesús,
mientras El mira en el cielo
los luceros de una cruz.
Cielito, cielo cantemos
por el Centro y por los barrios:
Ha nacido el Redentor
con el amor en sus manos.
EL NIÑO JESÚS HABLA EN LA CUNA, de J. A. Peñalosa
LA RONDA DE MARÍA Y LAS PALOMAS..., de Emilio Breda
CIELITO DE B. AIRES PARA EL NIÑO-DIOS, de Emilio Breda
