Víctima de un accidente en la Vigilia Pascual El sacerdote y artista Javi Sanchez fallece a consecuencia de las quemaduras sufridas el pasado sábado
Nada más conocerse la noticia el grupo de whatsapp de artistas católicos en España fue un continuo llover de emoticonos de oración y de frases de apoyo y deseos de su recuperación
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
No solo en Zaragoza, sino en muchos lugares y ambientes donde este sacerdote y músico era conocido, lloran la pérdida de Javi Sanchez.
El pasado sábado, al inicio de la Vigilia Pascual, en el convento de las hermanas Concepcionistas Franciscanas de Zaragoza se produjo un desgraciado accidente. A causa de el derrame de parafina sobre el fuego preparado para la liturgia de la Luz de la Vigilia Pascual una llamarada surgió de pronto y el sacerdote, Javi Sanchez, al parecer se interpuso entre el fuego y las religiosas para que no se vieran afectadas, ello provocó que su ropa para la liturgia de material sintético prendiese con facilidad y el fuego le provocase quemaduras en el 50 % de su cuerpo. Los daños han sido tan grandes que al final no ha podido sobrevivir.
Nada más conocerse la noticia el grupo de whatsapp de artistas católicos en España fue un continuo llover de emoticonos de oración y de frases de apoyo y deseos de su recuperación.
Mañana viernes tendrá lugar un funeral por su alma en el convento pero reservado solo para la familia al ser el espacio pequeño. No obstante en muchos lugares se llevarán a cabo celebraciones de recuerdo a este sacerdote, del que podemos decir que dió la vida por sus hermanas.
Hoy, en el estreno del musical Sueños de Toño Casado se le recordará, y así otros muchos artistas lo harán en sus parroquias y colegios.
Javi, para quienes le conocían era “una persona muy vital y muy querida”.
Non solum sed etiam
Resulta paradójico que uno pierda la vida en el marco de una celebración que lo que celebra es la resurrección. Pero la vida es así muchas veces, una sucesión de paradojas que solo Dios puede saber interpretar. Por eso confiamos a Él la lectura y el por qué de estos acontecimientos.
En todo caso el accidente me sugiere también una reflexión y una llamada a la prudencia. Ayer precisamente comentaba con un amigo que en la celebración de la Vigilia que él vivió también se le pasó por la cabeza un momento la posibilidad de ese tipo de accidente cuando el sacerdote estaba cerca del fuego. Y yo también viví ese pensamiento en la celebración en la que estuve, cuando el sacerdote le dió la espalda al fuego y seguía cercano a las llamas mientras el viento las movía.
Que el accidente de Javi sirva para poner más cuidado en las celebraciones, sobre todo cuando “jugamos” con fuego.
No obstante la fe también nos dice que nadie se va de este mundo sin que le llegue su momento, aunque sea difícil de entender este concepto. Pero eso no quita para que la prudencia evite el modo de hacerlo quizá.
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