¿Hay alternativas? La Laudato Si' y la Laudate Deum, más allá del desarrollo sostenible (IV)
En un artículo publicado en Religión Digital (30.07.2024) se informa que “el Vaticano defenderá la Agenda 2030 en la ONU al máximo nivel: "De base, irá Parolin"”
Pero desde nuestro punto de vista, la Encíclica Laudato Si´ y la exhortación Laudate Deum, van más allá del llamado desarrollo sostenible. Son más radicales
| Leandro Sequeiros sj. Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta)
Nos parece una gran decisión el que el Vaticano acuda a la ONU para defender los principios de la Agenda 2030. Pero debe ir más allá del puro desarrollo sostenible, que no parece insuficiente para un cristiano. Desde nuestro punto de vista, el llamado Desarrollo Sostenible nos cuestionamos la conveniencia de este concepto y la praxis social y política derivada del mismo. Es más: en el debate social apenas se han escuchado alternativas más sociales y radicales al aparente conservadurismo del concepto de “sostenibilidad”.
Los diferentes modelos de sostenibilidad, determinan que haya diferentes interpretaciones de la sostenibilidad. Por ello, consideramos que es un concepto ambiguo.
Las críticas de la Encíclica Laudato Si´del papa Francisco (2015)
La palabra “sostenible” aparece 20 veces; “desarrollo”, 90 veces; “sostenibilidad”, una vez: Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida».
“Desarrollo sostenible”, 8 veces. De ellas son significativas:
13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.
52. Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda limitando de manera importante el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y programas de desarrollo sostenible.
102. La tecnología ha remediado innumerables males que dañaban y limitaban al ser humano. No podemos dejar de valorar y de agradecer el progreso técnico, especialmente en la medicina, la ingeniería y las comunicaciones. ¿Y cómo no reconocer todos los esfuerzos de muchos científicos y técnicos, que han aportado alternativas para un desarrollo sostenible?
159. La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser excluidos quienes vienen detrás de nosotros. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional.
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Allí se proclamó que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible». Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992), Principio 1.
169. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global.
192 La diversificación productiva da amplísimas posibilidades a la inteligencia humana para crear e innovar, a la vez que protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo. Esta sería una creatividad capaz de hacer florecer nuevamente la nobleza del ser humano, porque es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de vida. En cambio, es más indigno, superficial y menos creativo insistir en crear formas de expolio de la naturaleza sólo para ofrecer nuevas posibilidades de consumo y de rédito inmediato.
193. De todos modos, si en algunos casos el desarrollo sostenible implicará nuevas formas de crecer, en otros casos, frente al crecimiento voraz e irresponsable que se produjo durante muchas décadas, hay que pensar también en detener un poco la marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás antes que sea tarde. Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana.
Aunque no hay una crítica explícita, si existe un cierto distanciamiento ideológico y muestra la insuficiencia del concepto.
Nuevas críticas al concepto de sostenibilidad
Con posterioridad a estas fechas, han tenido lugar múltiples reuniones. Aunque no hay una crítica explícita, si existe un cierto distanciamiento ideológico y muestra la insuficiencia del concepto. Y foros nacionales, europeos, continentales y mundiales sobre desarrollo y medio natural. Han sobrado las palabras y las promesas y han faltado las realizaciones. El último foro, la Cumbre Río +20 terminó sin pena ni gloria.
¿Hay alternativas? Existe desconfianza hacia las instituciones internacionales por su escasa eficacia y poca capacidad de gobernanza. En nuestro mundo, la sociedad civil parece ofrecer algunas alternativas aunque todavía de forma muy rudimentaria. Los movimientos sociales inician a fundamentar sus propuestas en otros paradigmas sociales y científicos. Así, algunos beben del nuevo contexto de las filosofías de la biología que interpretan el medio natural y las relaciones de la humanidad con él desde otras perspectivas.
1. Crítica desde el principio de precaución
Algunas ideologías ecologistas más radicales hacen énfasis en las opciones de crecimiento cero y aplicación estricta del principio de precaución, que consiste en dejar de realizar determinadas actividades productivas mientras no se demuestre que no son dañinas.
2. Críticas decrecentistas
Otros grupos defienden el llamado decrecimiento económico. El movimiento decrecentista (que tiene al economista Serge Latouche como impulsor) cree que el respeto al medio ambiente no es posible sin reducir la producción económica, ya que actualmente estamos por encima de la capacidad de regeneración natural del planeta, tal y como demuestran las diferentes estimaciones de huella ecológica.
Además, también cuestiona la capacidad del modelo de vida moderno para producir bienestar. El reto estaría en vivir mejor con menos. En el mismo orden de ideas, el ideólogo del decrecimiento SergeLatouchecritica el término de desarrollo sostenible, que lo considera simultáneamente oxímoron y pleonasmo, es decir, o es desarrollo o es sostenible pero no los dos.
3. Críticas ecosocialistas
El ecosocialismo argumenta que el capitalismo, al estar basado en el crecimiento y la acumulación constante de bienes incrementando el ritmo de crecimiento, es ecológicamente insostenible. Es decir, el actual modelo de desarrollo es insostenible. Y es necesario otro modelo de desarrollo basado en otros supuestos.
5.4. Crítica liberal y de la ecología de mercado
Las ideologías liberales hacen énfasis en la posibilidad de compatibilizar el crecimiento económico con la preservación ambiental mediante el aumento de la productividad (producir más, consumiendo menos recursos y generando menos residuos) y con la equidad social para la mejora general de las condiciones de vida (lo que no siempre es inmediato).
Para Terry Anderson, ideólogo de la ecología de mercado, la propuesta del desarrollo sostenible es un pretexto más para la intervención estatal. Argumenta que gracias a políticas intervencionistas del Estado y la arrogancia gubernamental no se han dado los cambios adecuados en cuestiones ambientales (ver la fundación FAES).
5.5. Crítica del estado estacionario
No obstante, el desarrollo económicono es necesariamente (según autores como Herman Daly) sinónimo de crecimiento económico ni de desarrollo humano. Aun así, cualquier medida relativa a las actividades productivas no sólo tiene efectos negativos o positivos (por ej.: producción limpia) sobre el medio ambiente y la economía de las empresas, sino que también influye en el empleo y el tejido social.
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