"Somo un país contradictorio e irónico que encarcela a empoderados mientras fluyen la corrupción y todas la lacras" Los huéspedes de Barbadillo, cárcel dorada de expresidentes, con lista de espera…

Desde el 23 de Abril el ex fundoBarbadillo, convertido en cárcel en el 2007 para albergar a un solo e ilustre huésped, el expresidente y dictador peruano Alberto Fujimori, cuenta con el tercer e ilustre inquilino: otro expresidente, Alejandro Toledo, extraditado desde USA. Y ya son 3 ex presidentes porque el 16 de diciembre, después de ser detenido tras su autogolpe de estado el 7 de diciembre de 2022, otro expresidente, Pedro Castillo, también pasó a hacer compañía a Fujimori.

Fujimori estuvo solo en Barbadillo hasta fines del 2022, pues esa cárcel se acondicionó para él -lo declaró José Luis Pérez de Guadalupe, jefe del Instituto Nacional Penitenciario, INPE, y luego ministro del Interior de O. Humala-. Mientras las cárceles de Perú se encuentran entre las más sobrepobladas de América Latina, hay una exclusiva prisión en la que vivía un solo reo. No tenía celdas. Contaba con tres estancias, biblioteca, un taller para pintar, una cocina, sala de reuniones, enfermería e, incluso, un huerto. Para mantenerla y cuidar de su único preso, solo en 2020, el gobierno invirtió unos US$172.000 dólares, una cifra 57 veces mayor que la cantidad que destinó de forma individual para el resto de los presos en otras penitenciarías comunes.

"Las cárceles de Perú se encuentran entre las más sobrepobladas de América Latina"

Y es que era allí, en la prisión de Barbadillo, en el barrio de Ate, en Lima Este, donde no estaba solo "el preso más caro de Perú", sino también el más famoso: el expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

Con Pedro Castillo eran dos y ahora ya son tres expresidentes en Barbadillo. Como pueden suponer, el humor corre a borbotones y muchos hemos visto, escuchado y gozado -en clave de humor- los supuestos diálogos entre los tres famosos a la llegada de “El Cholo Sano y Sagrado” (en expresión bien conocida de la esposa de Toledo, la antropóloga belga Eliane Karp). “Llegó desde Harvard a Harvardillo”, dicen las malas lenguas. Harvard se refiere a la famosa Universidad de EE UU donde el Cholo Toledo estudió Economía.

Ya sé que todo el mundo en España estará diciendo: “Y ¿cuándo llega el cuarto? Los pobrecitos no podrán jugar más que al subastao, nada de mus o tute”. Tranquilos que llegará, llegará. Hay dos posibles candidatos (ex presidentes, por supuesto): Ollanta Humala y PPK -Pedro Pablo Kuczynski- y una más segura, la actual presidenta, Dina Boluarte (dicen que ya tiene todos los números de la rifa comprados. ¿Sabrá jugar casino?). Por los permisos ni se preocupen, en la DIROES [1] les van a permitir todo (¿va a dejar de ser “cárcel dorada” por la llegada de una dama? ¡Al contrario!).

¡Ah! Hay otros dos candidatos. Uno está supuestamente muerto, el expresidente Alan García, que se suicidó “dizque para no ir a Barbadillo”. Pero como nadie vio el cadáver -solo el féretro- muchos peruanos dicen que, con muchos kilos menos y varias cirugías estéticas en el rostro anda vivito y coleando sabe Dios por dónde. No se rían que todos hemos escuchado en Perú cientos de veces que “el APRA nunca muere” y hace muy pocos días, en un crucigrama, me salió la frase “cree en la resurrección”, con la foto del exalcalde de Lima y primer ministro de Alan García, el aprista Jorge del Castillo. ¿Que no lo resucitará? ¿Que no será más tarde candidato a Barbadillo?

La otra candidata, por tres veces frustrada presidenta del Perú, es Keiko Fujimori, hija de Alberto F. Méritos tiene más que sobrados para ir a Barbadillo, pero deberá esperar al menos hasta la muerte de su padre pues podrían, las malas lenguas, acusarlos de nepotismo y eso sería el colmo ya en Perú.

No dejamos de ser un país como contradictorio e irónico. Un país, cruzado transversalmente por la corrupción y todas las lacras que quieran imaginarse, se ha dado el lujo de sentar en el banquillo de los acusados a casi todos los ex presidentes de las últimas cuatro décadas y mandarlos poco a poco a Barbadillo"

No oculto el humor y la ironía de esta nota. Y es que no dejamos de ser un país como contradictorio e irónico. Un país, cruzado transversalmente por la corrupción y todas las lacras que quieran imaginarse, con un gobierno en permanente inestabilidad. Un gobierno, entre otras cosas, sometido a un Congreso sin ningún apoyo popular y trabajando descaradamente por copar todos los poderes e instituciones… Este mismo país se ha dado el lujo de sentar en el banquillo de los acusados a casi todos los ex presidentes de las últimas cuatro décadas y mandarlos poco a poco a Barbadillo.

Alguien dijo en una ocasión que “el mejor destino para un corresponsal extranjero era ser destacado a Lima: las noticias no corren, vuelan. Nunca se va a aburrir”. Probablemente tenía razón.

[1] La DIROES es la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú que funciona también en el fundo y esa era su sede desde antes de ser cárcel.

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