'La aportación del Papa Francisco a la teología y a la pastoral de la Iglesia', en Barcelona Las intuiciones de Bergoglio y la Iglesia: hacia un segundo postconcilio
Convocados por Omella, cinco cardenales (Osoro, Zuppi, Ladaria y Kasper), tres arzobispos (Planellas, Mbarga y Machado) y expertos de la talla de Galli Prem Xaixo, Armand Puig, Margarita Bofarull o Andrea Tornielli
Los próximos días 12, 13 y 14 de noviembre en Barcelona, dentro del marco del Ateneo Universitario Sant Pacià, tiene lugar el congreso internacional centrado en la figura y el pensamiento teológico-pastoral del papa Francisco
| Daniel Palau Valero
Los próximos días 12, 13 y 14 de noviembre en Barcelona, dentro del marco del Ateneo Universitario Sant Pacià, tiene lugar el congreso internacional centrado en la figura y el pensamiento teológico-pastoral del papa Francisco. Con más de 200 personas inscritas, el congreso cuenta con la participación de 5 cardenales, Juan José Omella (Barcelona), Carlos Osoro (Madrid), Luis F. Ladaria (prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Roma), Matteo Zuppi (Bologna) y Walter Kasper (expresidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Roma); 3 arzobispos, Joan Planellas (Tarragona), Jean Mbarga (Yaoundé), Felix Anthony Machado (Vasai); 1 obispo, Adolfo González Montes (Almería), 7 profesores Margarita Bofarull (Barcelona), Catherine Cornille (Boston), Andrea Tornielli (Roma), Armand Puig (Tarragona), Carlos M. Galli (Buenos Aires), Maurizio Gronchi (Roma) y Prem Xalxo (Roma).
El congreso contará con un total de 15 intervenciones, durante sus tres días, en los que se desgranará el pensamiento del papa Francisco, como así recita el lema de este acontecimiento: «La aportación del papa Franciso a la Teología y a la Pastoral de la Iglesia». El calibre, indiscutiblemente internacional, de este congreso sitúa a Barcelona como un lugar de recepción significativo y positivo en Europa del pensamiento, pero también del planteamiento pastoral que ha sido expresado por el mismo papa Francisco en su primer texto magisterial, Evangelii gaudium, como un sueño misionero para toda la Iglesia, capaz de generar no solo sugerencias sino también transformaciones reales (cf. EG 27).
El congreso se propone durante sus tres jornadas resaltar las intuiciones más notables del planteamiento y pensamiento del papa Francisco, a través no solo de un balance de sus 7 años como obispo de Roma, sino de un estudio y una lectura contextualizada des de diversas áreas y culturas de nuestro mundo. Las diferentes procedencias internacionales de los ponentes quieren ser intencionalmente una mirada plural y diversa sobre la aportación del papa Francisco, y por lo tanto, una recepción de sus intuiciones que pueden ser en ocasiones vividas como retos para la evangelización y en otras como confirmaciones de trayectos y propuestas pastorales en marcha.
El congreso no quiere mirar al pasado, sino justamente tomar impulso del pasado para poder anunciar, vivir y compartir una propuesta de vida de fe creíble y vivible, que se encuentra en el evangelio de Jesús.
Aún más, una de las características principales de los ponentes no es solo su capacidad intelectual, teológica y comunicativa, sino también su responsabilidad e interés pastoral; se trata de personas-testimonios preparadas parar leer con profundidad las intuiciones del papa Francisco, aceptando de él la capacidad de generar, con sus palabras y sus gestos, «una propuesta de propuestas», y así ser generadores de una bella transmisión de este «sueño misionero» para la Iglesia.
El congreso se detendrá con total seguridad en esas categorías conocidas y desarrolladas por el papa Francisco que con tanta insistencia, pero también con tanto acierto ha sabido comunicar de una manera constante y serena.
Argumentos como la configuración de la Iglesia entorno a su pueblo santo de Dios, la visión de Dios desde su ser misericordioso, el lugar preferente de los periféricos y de las periferias, la centralidad del Evangelio y la alegría que de este nace, la importancia del estudio de las expresiones de piedad popular, el valor de una ecología apreciada y vivida desde la responsabilidad, la necesidad de una práctica del discernimiento personal y eclesial, y el deseo de un crecimiento sinodal para la misma Iglesia, serán sin duda alguna motivo de exposición y debate.
De entre todos estos posibles argumentos el congreso intuye como algo decisivo la necesidad de poder establecer una relación mucho más fluida entre la reflexión teológica y la vida pastoral. Esta tensión entre teología y vida aparece como una cuestión que debe ser iluminada y que el mismo papa Francisco ha querido afrontar.
De hecho el pensamiento tensional es algo muy propio del Bergoglio joven, lector incansable de la revista francesa Christus, así como del jesuita francés Gaston Fessard y de su obra La Dialectique des Exercises spirtuels de saint Ignace de Loyola. El mismo Bergoglio, como obispo de Roma, expone en su escrito Evangelii gaudium las principales de estas tensiones, de las que ya había hecho referencia en alguna ocasión como arzobispo-cardenal de Buenos Aires. Estas tensiones, de hecho, acompañan continuamente la vida cristiana, a saber, entre el tiempo y el espacio, la unidad y el conflicto, la realidad y la idea, el todo y la parte. Según el congreso será importante verificar la importancia y la fluidez de interacción entre la teología y la vida.
De este congreso se espera, pues, una sincera y profunda revitalización tanto de la teología como de la pastoral. Una de estas novedades será sin duda, la mutua interconexión entre estos dos mundos que ya no pueden entenderse aisladamente uno del otro, impulsando así una nueva recepción del Concilio Vaticano II, que se puede denominar sin duda alguna como segundo postconcilio.
Se entiende que así como la vida tiene la fuerza de inquietar a la teología; a su vez, esta es capaz de dar argumentos y explicaciones a aquellos que desean vivir de manera creíble y vivible la fe. Un segundo elemento de esperanza es el de poder dilucidar, con «acento bergogliano» hablaríamos claramente de discernimiento, aquellas situaciones cotidianas en las que Dios nos sitúa para poder dar testimonio de una fe que se detecta misteriosamente sana, esto es, esperanzada y fiel, entre los más sencillos. El crecimiento en la práctica del discernimiento es una necesidad ineludible de cada cristiano, y así también de la Iglesia.
En este sentido el mismo congreso, a partir de la cátedra de teología pastoral, «arquebisbe Josep Pont i Gol», entidad académica del Ateneo Sant Pacià con solo tres años de existencia ha ido elaborando este deseo misionero desde las necesidades pastorales pero también des de la reflexión teológica. La cátedra de teología pastoral erigida por los obispos de Cataluña el año 2016 ha sido la que ha podido configurar en esos mismos días del congreso y con los mismos conferenciantes, un congreso itinerante de carácter divulgativo, para acercarse a las realidades parroquiales de las periferias de Barcelona.
Poblaciones colindantes a la gran ciudad acogen este congreso itinerante (Sabadell, Sant Cugat, L’Hospitalet, Badalona, Vilafranca), con la intención de comunicar esta necesidad misionera pero a su vez la necesidad de una fundamentación teológica imprescindible. De esta manera una mayor cantidad de cristianos imposibilitados de participar en las sesiones matinales, podrán enriquecer su reflexión con las conferencias de tarde-noche de los mismos ponentes internacionales, así podrá verse cumplido el doble deseo de verse provocados ante el reto misionero, pero también confirmados en las intuiciones pastorales y teológicas que los sostienen en sus propias iniciativas misioneras.