Comunicado de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia de Extremadura "La detención de Christina Moreira muestra la necesidad de desmantelar el clericalismo patriarcal"
"Sigue considerándose que una mujer, solo por el hecho de serlo, no puede vestir esa túnica, a la que toda persona bautizada tiene derecho, como bien expone Christina, ni se le permite la estola que la identifica como obediente al mandato “dadle vosotros de comer”"
"Manifestamos nuestra repulsa a esa detención injusta y abogamos por un cambio radical de las estructuras ancladas en patrones excluyentes y sexistas. Es hora de desligarnos de las ataduras que ralentizan nuestros caminos. Apoyamos el “sínodo en la sombra” nutrido de personas que manifiestan su esperanza en un horizonte de Justicia e Igualdad"
A principios de este mes de octubre, dio comienzo el Sínodo de la sinodalidad en Roma, del que esperamos surjan grandes cambios en la Iglesia. Todo ello en seguimiento y fidelidad a Jesús de Nazareth y sus preferidos, las y los más desfavorecidos de la tierra.
Un tema transversal del Papa Francisco es la fraternidad, que se construye desde el Gran Mandamiento del Amor, “amándonos unos a otros como Él nos ha amado” (1 Jn 3,23) Esta premisa del mensaje evangélico no se refleja coherentemente cada vez que un derecho humano es vulnerado.
Con este manifiesto queremos expresar nuestro apoyo y sororidad a Christina Moreira Vázquez, perteneciente al colectivo de Mujeres Presbíteras Católicas Romanas (ARCWP) quien, dando testimonio de su vocación en la Plaza de San Pedro, revestida con alba y estola, fue despojada de su vestidura, detenida durante horas en una dependencia policial y sancionada con una multa, acusada de “usurpar un hábito talar”.
Nos dice el evangelio que Jesús mismo envió a la samaritana a anunciar a la gente de su aldea que era el mesías y a Magdalena le confió la proclama de su resurrección. Sin embargo, sigue considerándose que una mujer, solo por el hecho de serlo, no puede vestir esa túnica, a la que toda persona bautizada tiene derecho, como bien expone Christina, ni se le permite la estola que la identifica como obediente al mandato “dadle vosotros de comer”.
Una vez más, se hace patente la necesidad de desmantelar el clericalismo patriarcal que no nos permite reunirnos en circularidad de iguales, mujeres y hombres, alrededor de la mesa común.
Desde este colectivo de Revuelta de Mujeres en la Iglesia de Mérida-Badajoz, oramos y trabajamos por una Iglesia que sea Buena Noticia de Dios, Padre y Madre, capaz de acoger la riqueza de carismas y la diversidad humana que la conforma. Manifestamos nuestra repulsa a esa detención injusta y abogamos por un cambio radical de las estructuras ancladas en patrones excluyentes y sexistas. Es hora de desligarnos de las ataduras que ralentizan nuestros caminos. Apoyamos el “sínodo en la sombra” nutrido de personas que manifiestan su esperanza en un horizonte de Justicia e Igualdad.
Animadas por la Ruah de Dios que todo lo sostiene, queremos ser parte y mensajeras de esa renovación.
