Dirigente de las Iglesias menonitas y Hermanos de Cristo en España Antonio González: "No son los dogmas, sino los cánones los verdaderos obstáculos para el ecumenismo"
(Antonio Aradillas).- Mi informador en esta ocasión es Antonio González Fernández, Representante del Consejo Mundial de las Iglesias menonitas y Hermanos de Cristo en España. Es teólogo, con máximos grados logrados en universidades alemanas, y a la vez, filósofo y ex jesuita.
Soy "pastor", estoy casado y procedo del catolicismo. Fui jesuita -Compañía de Jesús-. Viví en El Salvador la guerra civil, en los tiempos en los que fueron asesinados los Padres Ellacuría, Marín Baró y otros compañeros. Por diversas circunstancias, decidí volver a España, a la búsqueda de una "Tercera Vía", que pudiera permitirme rehuir de cualquier tipo de actitudes violentas, con la mayor entrega posible al servicio de los más necesitados.
¿Y por qué precisamente optó por la Iglesia de los anabaptistas?
Porque, tanto teórica como prácticamente, respondían, y siguen respondiendo, a mis necesidades espirituales como religioso, como teólogo y, en general, como cristiano.
¿Satisfecho?
Gracias a Dios, puedo asegurar que sí. Contemplando la Iglesia desde perspectivas cabalmente cristianas, y con el frescor y vibrante actualidad que tienen los santos evangelios, la fórmula anabaptista me pareció la ideal.
¿No le convencieron las predicadas, por ejemplo, por Lutero, Calvino, Zuinglio y otros reformadores?
No. Quise conectar con la espiritualidad y el seguimiento a Jesús en los primeros y más limpios tiempos de la Iglesia, convencido además de que en toda conversión -reforma-, la iniciativa es de Dios, con respuestas comprometidas de fe por parte nuestra. El espíritu y los primeros propósitos fundacionales de las Órdenes Religiosas, y el "Sermón del Monte", son esquemas de vida y de su interpretación en permanente capacidad y porfiada renovación.
Erasmo, su palabra y su testimonio de vida se nos hacen presentes en nuestra conversación que, de esta manera, resulta muchos más inteligible. El pacifismo, la no violencia, el rechazo de toda clase de guerras, y más de las llamadas "santas", son -debieran ser- de actualidad religiosa para el pueblo de Dios. La violencia no es reformadora. Para algunos, es revolucionaria. Es desde el pueblo-pueblo, y no desde ninguna clase de poder, como se han de suscitar y mantener hoy las reformas precisas para alcanzar radicalmente a las personas y a las instituciones.
¿Religiosos y monjes?
Los movimientos de verdad evangélicos, que alienten, fortalezcan y den ejemplo de la común-unión de bienes, exponen, predican y viven la auténtica doctrina de Cristo Jesús, expandiendo generosamente la paz para todos los pueblos. Tal común-unión es lo que nos hace vivir al servicio de la misión y misiones religiosas, con la fuerza del Espíritu de Jesús.
¿Bautismo?
No, sino "Rebautismo". Afrontando el tema con seriedad y evangelio, el bautismo de los niños, tal y como se administra en la Iglesia católica, difícilmente puede ser signo y señal de pertenencia a la religión cristiana. Es una ceremonia, más o menos familiar, en el marco de tradiciones, ritos y rutinas piadosas, en las que fuimos educados con buenas dosis catequéticas, no del todo seguras, aunque fueran presentadas con rango de "Palabra de Dios" y hasta con argumentos bíblicos. Los anabaptistas recibimos el bautismo siendo ya adultos, como opción personal, y decididos a comprometernos con las exigencias de la fe. Eso de responsabilizar a padres y padrinos, confiando en el ejemplo y la educación cristiana que puedan impartirles a los neófitos, es una fruslería, que no podría jamás calificarse como religiosa. La consciencia y la fe de los bautizados "por la gracia de Dios", es lo que explicará y dará sentido y contenido a comportamientos posteriores.
¿Como el de la indisolubilidad de los matrimonios?
En gran parte, sí. Nosotros nos casamos mucho más conscientemente que lo hacen la mayoría de los católicos. Sabemos lo que hacemos, y es la fe el motivo principal para recibir este sacramento. Ni la frivolidad, ni la sociología, ni los intereses familiares o sociales, jamás entre los anabaptistas podrán justificar o determinar los matrimonios cristianos con aspiraciones a ser sacramentos. Esta convicción es la que en gran parte es explicación de su estabilidad y seguridad.
Por fin, ¿divorcio?
Cuando en alguna rara circunstancia hay que ponerle el punto final a la convivencia, previos los consejos, esfuerzos y correspondientes ayudas, con medios civilizados, perdonadores y legales, marido y mujer pueden iniciar otra relación estable, sin perder la comunión con la Iglesia. El tema, al igual que otros muchos, tiene facetas disciplinares, de interpretación bíblica, o canónicas, más que doctrinales. Esto no obstante, en muchos casos de rupturas, es el egoísmo el verdadero causante de las mismas. Esto, ni es humano ni cristiano.
¿El perdón de los pecados?
Es un asunto personal del pecador con Dios, sin intervención de mediadores. La vivencia de la fe elimina la práctica totalidad de la comisión de los pecados. Y, de todas maneras, Dios es, y se define, teológica y bíblicamente, como "Perdonador".
¿Homosexualidad?
En algunas de nuestras Asociaciones prevalecen criterios que pudiéramos llamar "conservadores", que les obligan al rechazo de los homosexuales. En otras, no se les escatima el trato pastoral, pero teniendo siempre presente su repulsa.
¿Eutanasia?
El tema no está registrado por nosotros como preocupación doctrinal. La vida de las personas ha de conservarse por derecho natural, y los casos concretos se plantean y estudian a la luz de la fe y de las ciencias antropológicas. Algo similar pensamos sobre el aborto.
¿Cómo se financian vuestras Iglesias?
Con los diezmos. Así está determinado en la Sagrada Escritura. Entre nosotros, los bienes son aproximadamente comunes. No hay mendigos. La comida y lo indispensable para la vida está garantizado en nuestras Asociaciones.
¿Promoción de la mujer?
- Las mujeres pueden ser, y son, "pastoras", tan activas, o más, que los hombres, participando en la predicación y en los ministerios, como si el cargo, o los cargos, como tales, tuvieran que ser compartidos. Son inspiradoras y responsables de la mayoría de los grupos, aunque hay que subrayar que en nuestro caso, las mujeres suelen ser más conservadoras que los hombres.
¿Democracia en las Asociaciones?
Democracia. Y además, con el convencimiento de que no solamente los votos son los que construyen y hacen de verdad demócratas a quienes creen ya serlo y así se titulan. La democracia no es el resultado de unos votos. Lo es fundamentalmente de la reflexión y de la búsqueda desinteresada del consenso. Más que los votos, lo que se requiere es deliberar a la luz de la fe y del "servicio" a la comunidad, siempre con el pensamiento puesto en descubrir la voluntad de Cristo Jesús.
En todas y cada una de nuestras entrevistas-informaciones, el problema seguramente más importante y significativo de lo que son, y pretenden ser las Iglesias es el relacionado con el ecumenismo. De su posición y programas trazados en este sentido, resultará fácil descubrir la capacidad y el grado de integración que poseen respecto a la común unión, clave para conocer si las Iglesias son ya, o efectivamente quieren ser un día, Iglesias de Cristo que, por encima de todo, demandan el testimonio de la unidad entre todas.
El Representante del Consejo Mundial de las Iglesias menonitas y Hermanos en Cristo en España, contesta de esta manera:
- Como anabaptista, no estamos de acuerdo con el ecumenismo tal y como se nos predica y presenta en la actualidad, lo mismo por los católicos que por el resto de los protestantes. El ecumenismo ha de brotar desde abajo, y no por prescripción jerárquica. Y esto ni es, ni tiene que ser, tan complicado como nos lo hacen ser, nos lo presentan e intentan llevarlo a la práctica. La común unión, y no las prescripciones legales, es lo que suscita y mantiene todos los proyectos de ecumenismo. De todos es conocido que en la actualidad eclesial mayoritariamente no son los dogmas los que dificultan u obstaculizan cualquier proyecto y posibilidades ecuménicas. Lo son los cánones, los ritualismos, las disciplinas y, en definitiva, las normas. La aspiración y la determinación de vivir en familia a la luz del evangelio, rebasan toda preocupación ecuménica y más la de que, de alguna manera, aspira a que sean los demás los que se unan a nosotros, y no nosotros a ellos, que es en gran parte lo que está ocurriendo hasta ahora, y seguramente seguirá ocurriendo, si Dios no lo remedia milagrosamente.
Ya sé que no es de su incumbencia el tema, pero le agradecería saber su criterio sobre el celibato impuesto hasta ahora a los sacerdotes católicos...
Visto desde fuera, comprendo que la vigencia de la ley puede ser una gracia de Dios y, más en estos tiempos, un testimonio de religión y de vida, hasta la cristalización de un carisma. Pero en la práctica sería preferible que fuera opcional, con lo que los sacerdotes que desearan formar una familia, podrían ofrecer ejemplos mucho más válidos, y no seguir predicando "de oídas" y sin conocimiento de causas.
¿Qué pensar sobre las imágenes y de los santos y santas?
Inmediatamente se percibe que el teólogo ha reflexionado con profundidad sobre tema de tanta importancia en la piedad popular de los católicos con el consentimiento de la jerarquía en todos sus grados, y me dice con rotundidad:
Las imágenes de los santos están rigurosamente prohibidas en la Sagrada Escritura. El único y auténtico mediador entre Dios y los hombres es nada menos que Cristo Jesús. Sobre las imágenes debiera haberse ya reflexionado con teología y catequesis dentro de la Iglesia católica.
¿Alguna palabra sobre el Infierno?
Hay anabaptistas conservadores dispuestos a seguir creyendo en el mismo con las características que los catecismos tradicionales siguen ofreciendo. En el Libro del Apocalipsis se hace referencia al infierno como "una segunda muerte" y como "una separación", pero no como "una cámara de torturas". Este planteamiento y descripción son los que se imponen en nuestras interpretaciones de los textos sagrados del Nuevo Testamento. En el contexto de la libertad valorada como esencial en el concepto de la persona como tal, y en el plan de Dios, prevalece la voluntad humana y quienes quieran, hasta pueden optar por el infierno como destino. Ni los premios ni los medios coactivos podrán prevalecer sobre la libertad de las personas. Esta es sagrada y y será siempre respetada por Dios.
Antonio González, Representante del Consejo Mundial de las Iglesias menonitas y Hermanos en Cristo de España, resalta que es el Nuevo Testamento, y no el Antiguo, el inspirador principal de la doctrina que sustenta y avala la fundación y expansión de la Iglesia. Los intérpretes de la Sagrada Escritura son aquellos que han recibido el Espíritu Santo, 1o que significa, por ejemplo, que un campesino podría ser mejor intérprete de la Palabra de Dios, que un teólogo estudioso a quien le falta el Espíritu. Por eso, los anabaptistas enseñaron "Escritura y Espíritu, juntos,", en lugar de "Sola Scriptura".
Algunos titulares
"Soy "pastor", y casado: fui jesuita y viví en El Salvador su guerra civil, en el tiempo en que fueron asesinados el Padre Ellacuría y otros compañeros"
. "Desde perspectivas cristianas, la fórmula anabaptista de la Iglesia me parece la ideal"
. "La violencia no es reformadora: para algunos es revolucionaria"
. "No son los dogmas, sino los cánones y los ritualismos los verdaderos obstáculos para el ecumenismo".
. "Con el celibato opciional, los sacerdotes católicos no seguirían predicando "de oídas" y sin conocimiento de causa"
. "Según interpretaciones veraces del Nuevo Testamento, el infierno no es una cámara de torturas".
. "Ni los premios ni los miedos coactivos prevalecerán sobre la libertad de las personas en cuestiones religiosas".
. "Los anabaptistas recibimos el bautismo siendo ya adultos: tal y como se administra en la Iglesia católica, difícilmente puede ser signo religioso".
. "El perdón de los pecados es asunto personal del pecador con Dios: no necesita mediadores".
. "Dios es, y se define, teológica y bíblicamente como "Perdonador".
. "Entre nosotros, los anabaptistas, los bienes son aproximadamente comunes".
. "Las mujeres pueden ser, y son, "pastoras", tan activas, o más, que los hombres"
. "No estamos de acuerdo con el ecumenismo, tal y como lo predican y presentan los católicos ni el resto de los protestantes".