El Papa presidió un rito fúnebre por el cardenal Laghi

(RD/Efe).-El Papa dijo hoy durante el entierro del cardenal Pío Laghi, que fue nuncio en Argentina durante la dictadura militar y que falleció el pasado día 10 a los 86 años, que las pruebas y los sufrimientos que forman parte de la vida terrenal pueden convertirse con la fe "en fuentes de paz y alegría".

Benedicto XVI presidió en la basílica de San Pedro del Vaticano el rito de la "Ultima commedatio", la oración fúnebre de despedida, con el que concluyó el funeral por el cardenal Laghi, que presidió el decano del colegio cardenalicio, el purpurado Angelo Sodano.

Laghi, que fue duramente criticado por la sociedad argentina que le acusó de haber callado durante la dictadura militar y denunciado ante la justicia italiana por las Madres de Plaza de Mayo como "cómplice de las desapariciones", falleció en un hospital de Roma tras una larga enfermedad.

Durante la enfermedad pidió que los días de sufrimiento fueran pocos, para no dar demasiado trabajo a las personas que le asistían.

Hoy Benedicto XVI recordó esas palabras y agregó que "también las pruebas y los sufrimientos que inevitablemente forman parte de nuestra peregrinación terrenal pueden transformare en fuentes de paz y en manantiales de alegría".

"Pidamos a Dios que le haga partícipe de esa felicidad", dijo el Papa, que resaltó la labor diplomática al servicio de la Santa Sede prestada por Laghi, así como su formación humana y cristiana.

Pío Laghi nació en la norteña localidad italiana de Castiglione, en la provincia de Forli. Fue ordenado sacerdote en 1946 y tras ingresar en la escuela diplomática de la Santa Sede, en 1952 fue enviado a Managua como Secretario de la Nunciatura apostólica, donde permaneció hasta 1955.

Ese año fue trasladado a Washington y en 1961 a la Nunciatura de Nueva Delhi. En 1969 fue nombrado delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, y el 27 de abril de 1974 fue nombrado nuncio en Argentina, país que tras el golpe de Estado de 1976 vivió una de las dictaduras militares más sangrientas de la Historia.

Laghi, que estuvo al frente de la Nunciatura hasta el 10 de diciembre de 1980 tuvo que afrontar las severas críticas de los argentinos que no perdonaron al purpurado el silencio "diplomático" de ese momento.

Familiares de los desaparecidos le acusaron de ser "peor que los militares" en el trato que les dispensó cuando fueron a pedirle ayuda.

Laghi siempre se defendió afirmando que lo que sucedió "de verdad" en Argentina sólo lo supo cuando ya había abandonado el país.

A finales de 1980 fue destinado de nuevo a Estados Unidos. En 1990 fue nombrado Prefecto de la Congregación para la Educación Católica y un año después Juan Pablo II le nombró cardenal.

Era amigo personal de George Bush (padre) y fue enviado por Juan Pablo II en 2003 para que mediara ante George W. Bush (hijo) con el objetivo de que se llegara a una solución que evitara la guerra contra Irak, que no dio resultado.

Con anterioridad, en 2001 Laghi fue enviado por el Papa Wojtyla para entrevistarse con los por entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, y presidente de la ANP, Yaser Arafat, a quienes entregó sendos mensajes del Pontífice en favor del diálogo.

Con la muerte de Laghi, el Colegio Cardenalicio queda compuesto por 191 cardenales, de los cuales 116 pueden ser electores y participar en el Cónclave para elegir al Papa al tener menos de 80 años.
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