Reiteran su apoyo al Salvamento Marítimo Humanitario y la tripulación del barco Aita Mari Cristianos de Gipuzkoa claman en el puerto de Pasaia que "rescatar personas no es un delito"
"Las leyes nunca se pueden aplicar contra las personas y sus derechos. Las leyes nunca pueden, legítimamente, provocar muerte", insisten en una manifestación coincidiendo con la Misa del Papa por los migrantes en Roma, en el aniversario de su viaje a Lampedusa
Reclaman de los obispos del País Vasco su "apoyo público y económico" a barcos que salvan vidas en el Mediterráneo
Un grupo de cristianas y cristianos, miembros de diferentes comunidades cristianas de Gipuzkoa, nos hemos reunido aquí, en el puerto de Pasaia, porque, queriendo vivir en coherencia con nuestra conciencia humana y el mensaje de fraternidad universal del Evangelio de Jesús, queremos mostrar nuestro apoyo, solidaridad y voluntad de compromiso con la asociación Salvamento Marítimo Humanitario y la tripulación del barco de salvamento Aita Mari.
No queremos ser cómplices de la inhumanidad de los gobiernos de Italia y Estado Español: la prohibición de rescatar seres humanos en riesgo de perder la vida en el mar, las amenazas vertidas contra quienes representan testimonios activos de humanidad y dignidad ética, las detenciones, multas y juicios de que son objeto, nos impulsan a manifestar que rescatar personas no es un delito, sino una obligación que ennoblece a quien lo hace y a la sociedad misma
Si la acción política carece del soporte de los valores éticos en la defensa de los derechos humanos fundamentales –el derecho a la vida y a recibir una asistencia humanitaria, protección, seguridad y asilo internacional–, queda deslegitimada, por muchas leyes que se invoquen.
Las leyes nunca se pueden aplicar contra las personas y sus derechos. Las leyes nunca pueden, legítimamente, provocar muerte.
En lo que va de año son 598 las personas fallecidas en el Mediterráneo, personas que podían haber sido rescatadas. Estos muertos representan un desafío que se extiende a todos. Todos hemos de ser capaces de sentirnos corresponsables. Por ello nuestra presencia aquí quiere ser reflejo de nuestro compromiso personal y comunitario, presente y futuro, con el barco Aita Mari y el Salvamento Marítimo Humanitario.
El pasado 5 de junio, los responsables de Salvamento Marítimo Humanitario-Aita Mari pudieron encontrarse con el Papa Francisco en la audiencia pública de la Plaza de San Pedro. Francisco les alentó a seguir con su misión humanitaria repitiéndoles por tres veces: “sigan trabajando… sigan trabajando… sigan trabajando…”, y añadió el Papa:
“Me parece un horror, no me cabe en la cabeza que haya helicópteros y barcos que ven seres humanos en peligro y no les ayuden. Dios nos castigará por esto”.
Estas palabras nos comprometen como cristianos. Por ello hemos querido reunirnos hoy, 8 de julio, a las 11 de la mañana, mismo día y hora en que el Papa se reúne en la Basílica de San Pedro con un grupo de unas 250 personas entre inmigrantes, refugiados y aquellos que se han comprometido para salvar vidas. Este encuentro se realiza en el sexto aniversario de su visita a la isla italiana de Lampedusa, refugio de miles de inmigrantes. El Papa realizó aquel gesto, como el de hoy, para llamar la atención y denunciar la globalización de la indiferencia ante la grave crisis humanitaria que se está viviendo en el Mediterráneo.
Este nuevo gesto de hoy en la Basílica de San Pedro el papa ha querido “que sea un momento de máximo recogimiento, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y de la miseria”. Al mismo tiempo este gesto de Francisco pretende “alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados”.
Nosotros queremos, pues, unirnos a este gesto y apelar a lo más humano y cristiano que hay en nuestras conciencias. Al mismo tiempo:
- Agradecemos a las Instituciones Vascas la ayuda que están prestando al barco Aita Mari y Salvamento Marítimo Humanitario –Gobierno Vasco, Juntas Generales de Gipuzkoa y a los Ayuntamientos que ofrecen su ayuda–.
- Nosotros nos comprometemos a seguir apoyando, personalmente y desde nuestras comunidades, a Salvamento Marítimo Humanitario y el barco Aita Mari.
- Reclamamos de nuestros Obispos en el País Vasco su apoyo público y económico al barco Aita Mari y a Salvamento Marítimo Humanitario, en sintonía con el Santo Padre, ante este drama humanitario del Mediterráneo y que se está viviendo, también, en la frontera de México y EEUU.
Pasaia, 8 de julio de 2019
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