Fue de los pocos clérigos que acompañó al Papa en su histórica visita a Lampedusa El Padre Ángel, invitado a concelebrar la eucaristía del Papa por los emigrantes y los que los ayudan
El Padre Ángel aprovechó su estancia en Roma para denunciar la situación de los refugiados en la propia ciudad de Madrid y sumarse a la iniciativa de la Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia madrileña
"Pido a las autoridades del Ayuntamiento y de la Comunidad que pongan a disposición de las iglesias y de las Ongs los medios necesarios para la acogida de desplazados"
"La situación actual es una auténtica vergüenza para un país avanzado como España, para la comunidad de Madrid y para el Ayuntamiento de la capital"
"La situación actual es una auténtica vergüenza para un país avanzado como España, para la comunidad de Madrid y para el Ayuntamiento de la capital"
Con ese don que tiene de hacerse presente allí donde la gente sufre y donde más se necesita una presencia eclesial, el Padre Ángel, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, fue de los pocos clérigos que acompañó al Papa en aquella ya histórica visita papal a la isla de Lampedusa. Era el mes de julio de 2013, el primer viaje del pontificado para los descartados, con su condena de la “globalización de la indiferencia” y su grito profético de "¡vergüenza!".
Allí, a su lado, estaba entonces el Padre Ángel. Seis años después, vuelve a estar junto al Papa en la celebración de la eucaristía en la Basílica de San Pedro por los emigrantes y en defensa de los que le ayudan. Con una invitación especial del Papa y de la sección de 'Migrantes y refugiados' del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, que preside el cardenal Turkson.
Roma agradece, así, al fundador de Mensajeros de la Paz su presencia en aquella visita del Papa a Lampedusa, para acompañar al Papa, con el que también estuvo en otras muchas visitas a las periferias, especialmente la que hizo a la isla de Lesbos, donde la organización del sacerdote fue de las primeras en acudir en ayuda de los refugiados en el tristemente célebre campo de Moria.
El Padre Ángel aprovechó su estancia en Roma para denunciar la situación de los refugiados en la propia ciudad de Madrid y sumarse a la iniciativa de la Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia de Madrid, con la que el arzobispado del cardenal Osoro se moviliza para acoger e integrar a los emigrantes y desplazados, para lo cual pide ayuda y denuncia “la improvisación y absoluta descordinación” de la Administración “a la hora de afrontar el desafío estructural de las personas desplazadas”.
“Los refugiados y desplazados que llegan a España lo hacen a menudo entrando forzosamente por Madrid, donde no se cuenta con lugares adecuados para que todos ellos puedan ser dignamente atendidos. Me sumo a la denuncia de la Mesa por la Hospitalidad del arzobispado de Madrid y pido a las autoridades del Ayuntamiento y de la Comunidad que pongan a disposición de las iglesias y de las Ongs los medios necesarios para esa acogida”, explica el Padre Ángel.
Mensajeros de la Paz dispone, desde hace años, de un centro de acogida en El Pozo del Tío Raimundo, donde se acoge a más de 30 familias (la mayoría venezolanas) y se les prepara para abrirse camino, solicitar sus papeles y buscar trabajo.
“Pero no damos abasto, porque, aunque el problema es abordable, tanto nosotros como la Iglesia necesitamos el apoyo de las Administraciones”. Porque, de seguir así, “ésta situación es una auténtica vergüenza para un país avanzado como España, para la comunidad de Madrid y para el Ayuntamiento de la capital”, clama desde Roma el Padre Ángel. Y espera no predicar en el desierto y que se muevan los políticos. Y que lo hagan pronto.