Recuerdo a Manuel García Viejo, Miguel Pajares y todos los 'mártires' Los hospitales de San Juan de Dios siguen alerta en el 5º aniversario de la declaración de la epidemia de Ebola
Hace cinco año, el 21 de marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la epidemia de Ebola en Guinea Conakri, sin imaginar las devastadoras dimensiones que alcanzaría en pocos meses, poniendo en jaque incluso a la comunidad internacional
Sierra Leona y Liberia fueron focos de la devastación, pero también de la solidaridad. En Congo, la situación sigue siendo preocupante
| Adriana Castro, Fundación Juan Ciudad ONGD
“Aprendimos muchas lecciones durante la epidemia de Ebola, principalmente el IPC, que significa control y prevención de enfermedades infecciones, además del entrenamiento del personal sanitario, que no fue fácil, pero ahora está mejor preparado para el presente y el futuro”, afirma el Doctor Senga R. Omeonga, superviviente de Ebola y pilar fundamental en la reapertura del Saint Joseph’s Catholic Hospital de Monrovia, tras su cierre en el verano de 2014 por el contagio y muerte de algunos sanitarios, entre ellos el Hermano Miguel Pajares, enfermero y superior del centro.
Hace cinco año, el 21 de marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la epidemia de Ebola en Guinea Conakri, sin imaginar las devastadoras dimensiones que alcanzaría en pocos meses, poniendo en jaque incluso a la comunidad internacional. La pesadilla acabó en junio de 2016, cuando se pudo declarar el fin definitivo de la epidemia.
El doctor Senga, superviviente de Ebola, en su consulta del St. Joseph's Catholic Hospital de Monrovia, Liberia.
Ahora, todos los médicos y enfermeras de los hospitales y centros de salud de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Sierra Leona y Liberia que vivieron en primera persona la epidemia del Ebola coinciden en señalar que han sido muchas las lecciones aprendidas, pero hay una que prima sobre el resto: IPC. Unas siglas que significan Infeccion, Prevention and Control y que incluyen toda una serie de medidas y protocolos para el control y prevención de enfermedades infecciosas que no han dejado de aplicarse desde entonces.
Manuel García Viejo y Miguel Pajares
Dos hospitales de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios se vieron seriamente afectados por los efectos del Ebola. El primero fue el Saint Joseph´s Catholic Hospital de Monrovia (Liberia) del que fue repatriado el Hermano Miguel Pajares a principios de agosto de 2014 tras cuidar de su director, el Hno. Patrick Nshamdze, que también murió. Posteriormente el virus llegó al Saint John of God Hospital de Lunsar (Sierra Leona) del que fue repatriado el Hno. Manuel García Viejo, cirujano, al mes siguiente. En total murieron 18 personas de San Juan de Dios a causa de este virus, entre Hermanos y personal sanitario en los dos países afectados.
Cuando el Ebola llegó a África Occidental era un completo desconocido y había muy pocos recursos humanos y materiales disponibles para combatirlo. Sin embargo, el coste humano que supuso y la rapidez con que se propagó el virus durante todo 2014 obligó a implantar medidas excepcionales de vigilancia e higiene que siguen vigentes en gran medida.
Hoy se ven por todos lados los característicos taburetes de madera que sostienen un bidón con agua y un grifo de plástico, jabón y una palangana para facilitar el lavado de manos a la entrada de los complejos hospitalarios, consultas y lugares de paso. Igualmente hay botes con desinfectante de manos en todas las mesas de despachos y mostradores, y se mantiene el triaje y la toma de temperatura al registrar la entrada de cada paciente.
Un guarda de seguridad se lava las manos en la entrada principal del St. Joseph's Catholic Hospital de Monrovia.
Lo que sí ha variado un poco es el uso de los trajes de protección, que se mantienen, pero específicamente para manipular el cuerpo de las personas fallecidas, en quirófano cuando se trata de una cirugía que implique un sangrado importante, y en algunos casos excepcionales en que llega algún paciente al hospital que presenta síntomas de alguna posible enfermedad infecciosa grave como cólera o fiebre de lasa. Estos casos sospechosos se llevan a la unidad de aislamiento donde permanece en observación. Sin embargo, son casos muy puntuales y normalmente acaban siendo malaria u otra enfermedad común de la región, donde también es muy frecuente la tuberculosis, fiebre tifoidea y hepatitis.
Unidades de aislamiento
Las unidades de aislamiento permanentes son otra de las lecciones que ha dejado la epidemia de Ebola, y que han sido construidas gracias a fondos de cooperación gestionados por Juan Ciudad ONGD, que no ha dejado de colaborar con estos hospitales en Sierra Leona y Liberia. Sin embargo, según explica el Hermano Peter Dawoh, director del Saint Joseph Catholic Hospital de Monrovia, “durante la epidemia todo el país recibió muchos fondos y apoyo en la lucha contra el Ebola, pero cuando esta acabó, las ONG se fueron y se terminó la ayuda. Sin embargo, nosotros seguimos necesitando la cooperación para poder mantener la atención sanitaria, ya que las necesidades de la población son muy grandes y la mortalidad elevada. Hay muchísima pobreza, el paro afecta a la mayoría de la población y la gente no tiene ingresos para poder alimentar a sus familias ni cubrir sus necesidades básicas”.
Barrio de New Kru Town en Monrovia, con el Centro de Salud de San Juan de Dios al fondo, que depende del hospital.
En Sierra Leona la situación es muy similar, además de contar con un reto añadido: menos disponibilidad de personal sanitario especializado. El Saint John of God Hospital se encuentra en una región rural, junto a Lunsar, una pequeña localidad donde la mayoría de las personas viven de la agricultura de pequeña escala, sin ningún tipo de tecnología ni ayuda gubernamental.
“En estos momentos no contamos con pediatra ni obstetra, que son las dos especialidades que necesitamos cubrir urgentemente, ya que la mortalidad materno infantil es una de las más elevadas del mundo en esta región”, afirma el Hermano Michael Koroma, director del hospital de Lunsar. Un centro que pronto contará con un programa de salud comunitaria, contando con la participación de las comunidades colindantes a través de reuniones y grupos de trabajo con los líderes locales y las representantes de las mujeres y el colectivo de los jóvenes.
Desde el 10 al 20 de marzo, Juan Ciudad ONGD ha visitado los hospitales de San Juan de Dios en Sierra Leona y Liberia en el quinto aniversario de la declaración oficial en marzo de 2014 de la peor epidemia de Ebola jamás conocida, junto a un equipo de TVE del programa Pueblo de Dios, para documentar en qué situación se encuentran actualmente.
Entrevista del equipo de Pueblo de Dios de TVE al Hno. Michael Koroma, director del St. John of God Hospital de Lunsar, en el aula donde imparte clases en la Escuela de Enfermería de SJD.
Poco a poco los dos hospitales y sus centros de salud satélite van recuperando el pulso, ya que los pacientes han vuelto a inundar sus pasillos y consultas, tras perder progresivamente el miedo que antes sentía la gente al asociar centro de salud a muerte, debido a la crisis sanitaria que causó el Ebola.
El Saint John of God Hospital de Lunsar atendió a 32.400 personas en consultas externas en 2014, y la cifra ha ido ascendiendo progresivamente hasta las 41.000 en 2018, y se espera alcanzar los 43.500 este año. Las operaciones de cirugía general también han crecido, pasando de 855 a 1.040 en 2018, con previsión de alcanzar las 1.100 este año.
En el Saint Joseph’s Catholic Hospital de Monrovia pueden acudir actualmente hasta 200 personas en los días de mayor afluencia, descendiendo a 75 pacientes en un día con baja actividad. Este centro contó en 2015 con 17.000 personas atendidas en consultas externas, 866 cirugías generales y 533 cesáreas, mientras que en 2018 ascendió a 23.700 consultas externas y 1.050 cirugías generales, con un descenso de las cesáreas a 333. Esta disminución se debe a que a finales de 2014 el Saint Joseph’s fue el primer hospital que empezó a atender salud materna en todo el país en medio de la epidemia de Ebola, ya que solo permanecían abiertos los centros para Ebola, como ELWA.
Actualmente la primera causa de mortalidad es la malaria tanto en Liberia como en Sierra Leona, además de que ambos países afrontan el desafío de mejorar la mortalidad materna e infantil, que está entre las más elevadas del mundo. Este hecho está relacionado en gran medida a que existe un elevado índice de embarazos en adolescentes, y el seguimiento prenatal no siempre es el adecuado, por la dificultad que tienen las niñas y mujeres para acudir periódicamente a los hospitales para sus revisiones, además de que muchas no acuden a dar a luz al hospital.
Por otro lado, los retos para estos dos hospitales siguen siendo muy grandes a nivel de sostenibilidad, principalmente por el elevado gasto que conlleva el personal (sanitario, administración, limpieza y mantenimiento), y el consumo diario de carburante que permite dotarlos de electricidad a través de generadores, al no existir una red estatal segura y permanente. Las medicinas y el material sanitario son las otras grandes partidas a cubrir.
La doctora Anna Cirera junto a Josua Sandy, enfermero del St. John of God Hospital de Lunsar, en una reunión con líderes locales en la comunidad de Mende, distrito de Port Loko.
Proyectos de Juan Ciudad ONGD
Actualmente Juan Ciudad ONGD está desarrollando varios proyectos en estos centros, destacando el diagnóstico sobre terreno para el diseño y ejecución de un Programa de Salud Comunitaria en el Hospital de Lunsar y el proyecto de investigación IGORCADIA en el hospital de Monrovia.
La iniciativa de crear un Programa de Salud Comunitaria está coordinada por la doctora Anna Cirera, y tiene entre sus objetivos prioritarios la integración del Saint John of God Hospital en el sistema de salud del distrito de Port Loko en base a las políticas y estrategias nacionales de salud de Sierra Leona. También persigue la coordinación del hospital con los diferentes niveles de atención sanitaria, desde el nivel comunitario a la atención primaria de salud y el nivel hospitalario. Este programa se financia con fondos propios de Juan Ciudad ONGD recibidos de donaciones y de la Orden Hospitalaria.
IGORCADIA es un proyecto de investigación en Monrovia (Liberia), coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) (España) en asociación con la Agencia Liberiana del Medicamento (LMHRA por sus siglas en inglés), la organización Juan Ciudad ONGD (España) y el Hospital Católico San José de Monrovia. Este proyecto cuenta con financiación Horizon 2020 de la Unión Europea para programas de investigación e innovación.
Laboratorio del St. Joseph's Catholic Hospital de Monrovia con Cristina Muñoz al fondo, la coordinadora del proyecto IGORCADIA.
El principal propósito de IGORCADIA es fortalecer el mandato y las capacidades regulatorias de la Autoridad Reguladora de Medicamentos y Productos de Salud de Liberia (LMHRA- Liberian Medicines & Health Products Regulatory Authority) en el uso de diagnósticos en investigación y en investigación en diagnósticos para enfermedades infecciosas.
Los expertos coinciden en señalar que cada vez será más recurrente que se produzcan nuevas epidemias de enfermedades infecciosas emergentes, causadas principalmente por virus. De ahí la importancia de mantener al día las lecciones aprendidas durante la pasada epidemia de Ebola de África del Oeste. La mayoría de ellas se están aplicando en la actual epidemia de Ebola en la República Democrática del Congo, donde sigue siendo muy preocupante la situación. Por ahora, la prevención y vigilancia sigue siendo la mejor herramienta con la que cuentan los hospitales y centros sanitarios, sintetizada en las siglas IPC.
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