Dura advertencia de Peter Konteh, director de Cáritas Freetown Sierra Leona: temor a un nuevo brote de ébola
En plena crisis sanitaria por la covid-19, algunos países de África se enfrentan a la amenaza de un nuevo brote de ébola, como el que entre 2014 y 2015 mantuvo en jaque a la población de tres países de África occidental: Liberia, Guinea y Sierra Leona
“En Sierra Leona hemos sufrido mucho y es terrible pensar que el ébola puede volver y más aún en esto difíciles momentos en los que el mundo se enfrenta a un gran desafío, que tiene todo prácticamente paralizado”
“En Sierra Leona nos preocupa y asusta en extremo que la covid-19 pueda juntarse con el ébola. Rezamos para que Dios nos proteja”, suplica el padre Konteh
| Manos Unidas
Desde Sierra Leona nos escribe el padre Peter Konteh, director de Cáritas Freetown, uno de los principales socios locales de Manos Unidas en el país africano. El pasado martes, el padre Konteh se alegraba de la evolución de la tasa de contagios de coronavirus en Sierra Leona.
"Damos gracias a Dios porque esta mañana Sierra Leona ha amanecido con cero casos de covid-19. Hay que señalar que, inmediatamente después del paréntesis navideño, hubo un inesperado repunte de contagios que hizo necesario que el gobierno implementase en todo el país rigurosas medidas de prevención desde primeros de año. Y hoy hemos amanecido con cero casos”, relataba el religioso sierraleonés.
Una alegría que se vio pronto empañada por las noticias, que provenientes de Guinea, alertaban de un nuevo brote de ébola en el país vecino y que han llevado el pánico y la preocupación a la población de Sierra Leona.
Recuerdos de un pasado reciente
En el país de África occidental todavía se recuerda con horror lo vivido entre 2014 y 2015, cuando uno de los peores brotes de ébola de los que se tiene constancia dejó un país traumatizado, estigmatizado y sumido en la pobreza. “Las noticias que nos llegan de Guinea han incrementado la preocupación de los sierraleoneses, que ya viven con miedo con la presencia de la covid-19”, explica el padre Konteh, que no puede olvidar cómo, en febrero de 2014, en Sierra Leona se enteraron “de esta misma manera” del brote en la República de Guinea.
Hoy los recuerdos borrosos de los efectos devastadores del mortífero virus del ébola han empezado a rondar las cabezas de la población más pobre y vulnerable, especialmente de las mujeres y los niños.
“En Sierra Leona hemos sufrido mucho y es terrible pensar que el ébola puede volver y más aún en esto difíciles momentos en los que el mundo se enfrenta a un gran desafío, que tiene todo prácticamente paralizado”, explica el director de Caritas Freetown. Además, Konteh recalca que, justo hace unos días, la frontera con Guinea, uno de los principales de proveedores de materias primas de Sierra Leona, se ha vuelto a abrir tras una serie de tensiones políticas que la tuvieron cerrada un tiempo.
“Algunos –explica el religioso- piensan que la frontera debería permanecer cerrada, sobre todo ahora que hay ébola en Guinea, mientras que otros argumentan que su sustento depende de la apertura de una ruta que, por otro lado, podría ser una puerta abierta a la expansión del virus”.
Durante el anterior brote de ébola en el país, Caritas Freetown, con apoyo de Manos Unidas, llevó a cabo una importante labor de prevención y sensibilización entre la población; labor que han vuelto a poner en marcha a través de sus plataformas. Aunque Peter Konteh asegura que van a necesitar “más apoyo para lograr un compromiso integral para crear más conciencia y promover la movilización comunitaria”.
Rescatamos algunas frases de la charla que el padre Konteh dio en los Servicios Centrales de Manos Unidas en julio de 2017; tres años después del inicio del mortífero brote de ébola. Muchas de ellas serían perfectamente aplicables al momento que vivimos actualmente.
Crisis de salud publica
- “Mi país fue capaz de sobrevivir a once años de guerra civil, pero la del ébola, ese enemigo invisible que nos invadió en mayo de 2014 fue una batalla muy diferente”.
- “Nos encontramos, de repente, en el epicentro de una crisis de salud pública global que desconcertó al mundo”.
- “Aunque no todo el mundo resultó infectado por el virus, todos y cada uno de los sierraleoneses resultaron profundamente afectados por la epidemia”.
- “Fueron muchas las mujeres que murieron porque no fueron capaces de dejar sin atención y sin cuidados a sus familiares enfermos, sobre todo a sus hijos. Las mujeres, como suele suceder, fueron las que más sufrieron”.
- “Fue muy duro explicar a la gente que el contacto físico debía cesar”.
- “Durante mucho tiempo supimos lo que es el aislamiento. Nadie quería entrar en un país infectado. Hubo desabastecimiento porque los negocios y las oficinas permanecieron cerrados. Y los niños no pudieron ir a la escuela…”.
- El “enorme” número de huérfanos que dejó la enfermedad resultó pronto una preocupación añadida- “Los huérfanos por el ébola están estigmatizados y no es fácil encontrarles una familia. Tuvimos que hacer muchas campañas de sensibilización y todavía continuamos haciéndolas”.
Secuelas del ébola
- La epidemia causó también estragos entre el personal sanitario, lo que se traduce en que, en 2017, en el país haya 136 médicos para una población de más de 7 millones de personas.
- Otro sector muy afectado fue el de la educación porque los colegios estuvieron cerrados durante casi 10 meses, lo que trajo consigo un incremento del abandono escolar y de los embarazos entre adolescente.
- Además, los índices de pobreza aumentaron considerablemente, sobre todo en las familias que perdieron a quien ganaba el sustento.
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