"¡Y era el Señor quien llamaba! ¡Y fue al Señor a quien quemamos vivo! ¡Y fue al Señor a quien ahogamos en el mar!"
La máquina ignora a las personas, sus nombres, sus heridas, sus miedos, sus esperanzan, sus historias, y todo lo sepulta bajo artículos indeterminados y cifras de computadora: un muerto, un...