"Las mafias no son creación de los emigrantes sino de los Gobiernos" Santiago Agrelo: "Si asociamos inmigrantes y mafia, yo soy mafioso"
"Los emigrantes clandestinos no lo son porque hay mafias, sino por las decisiones políticas que les impiden ejercer su derecho a emigrar dignamente"
"Asociar inmigrantes y mafia, aunque a todos parezca una obviedad, es sólo una concertina más que extendemos en el camino de los pobres hacia el pan"
Desde siempre y desde todos los ámbitos -políticos, episcopales, periodísticos- se tiende a asociar inmigración clandestina y mafia o mafias.
Desde siempre me ha tocado protestar por esa asociación perversa que sólo hace daño a los emigrantes.
Los emigrantes clandestinos no lo son porque hay mafias, sino por las decisiones políticas que les impiden ejercer su derecho a emigrar dignamente.
Las mafias no son creación de los emigrantes sino de los Gobiernos, de los Parlamentos, de los Cuerpos legislativos de las naciones.
Las mafias no son creación de los emigrantes sino de los Gobiernos, de los Parlamentos, de los Cuerpos legislativos de las naciones
Esa asociación perversa de emigrante y mafia que hacen políticos, obispos y periodistas, queda en la conciencia de la buena gente, no como desgracia que pesa sobre la vida de los pobres, sino como amenaza para la vida de los ricos.
Si alguien -político, obispo o periodista- nombra a las mafias, y será necesario nombrarlas, que las asocien a políticas inicuas, a leyes perversas, y subrayen que la criminalidad común ocupa el lugar que le correspondería a la justicia, para vejar ulteriormente a los ya exprimidos por todas las violencias del poder.
Me indigna que se asocie, aunque sólo sea muy de paso, mafia y alimentos a los emigrantes, mafia y plástico para que los emigrantes se cobijen, mafia y amor...
Yo soy un mafioso, lo he sido siempre que a distancia de mirada me encontré con emigrantes. En lo que de mí dependió, tuvieron alimentos y cobijo.
Yo soy un mafioso, y todavía hoy, todo lo que gano va a parar en alimentos, cobijas y plástico para los que se disponen a morir en el mar.
Asociar inmigrantes y mafia, aunque a todos parezca una obviedad, es sólo una concertina más que extendemos en el camino de los pobres hacia el pan.
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